Si sube la luz, saquemos al santo para que llueva
El mercado marginalista es la causa principal del encarecimiento de la electricidad; la sequ¨ªa s¨®lo es un factor secundario
Pues no. Aunque desde el Gobierno se difunda la murga de que la sequ¨ªa es responsable ¨²nica (no hay m¨¢s imputados) de la subida del precio de la luz (un 12% en lo que va de a?o), la causa principal del encarecimiento sistem¨¢tico y continuado de la electricidad no est¨¢ en la ausencia de lluvia. La falta de agua influye, pero no es el motivo ¨²nico ni el principal. La explicaci¨®n de la sequ¨ªa ¡ªentre la superstici¨®n medieval y la propaganda elusiva de la pertinaz sequ¨ªa¡ª no deja de tener su gracia. De ser cierta, de nada habr¨ªan servido las cuantiosas inversiones en generaci¨®n el¨¦ctrica, ni las plantas nucleares, ni los ciclos combinados, ni los sofisticados sistemas de casaci¨®n de ofertas; el designio de los cielos dominar¨ªa el precio de la luz y en lugar de invertir en potencia instalada y reclamar energ¨ªas renovables, deber¨ªamos sacar de nuevo en procesi¨®n al santo con el arenque en la boca; o exigir a los consumidores que vayan cantando por turno el ¡°?que llueva, que llueva, la Virgen de la Cueva¡±!
Los seguidores de teor¨ªas m¨¢s racionales muy justamente concluyen que la determinaci¨®n del precio de la electricidad a trav¨¦s de este mercado mayorista est¨¢ viciada y es la causa principal del encarecimiento sistem¨¢tico (antes, durante y despu¨¦s de sequ¨ªas o terremotos). Opera como un mercado marginalista, casando ofertas y demandas hasta que se cruzan en un precio. Pero como las tecnolog¨ªas de producci¨®n de electricidad tienen costes variables diferentes, casi siempre o siempre, el precio final al que se casa la ¨²ltima unidad de producci¨®n es muy superior al coste variable de tecnolog¨ªas como la hidr¨¢ulica y la nuclear. Al final, el efecto es que al consumidor de nada le sirve que el sistema disponga de un parque nuclear o de embalses (cuando hay agua) con coste variable muy bajo, porque ese factor de abaratamiento desaparece engullido por el precio marginal.</CF>
El carb¨®n tampoco es la soluci¨®n, por las mismas razones y por sus excepcionales dotes para contaminar la atm¨®sfera. Suponer que el mix de producci¨®n de carb¨®n y nuclear es la soluci¨®n para mantener bajos los precios es tanto como creer que cuando baja el precio del suelo tiene que caer el precio de la vivienda. De hecho, ese fue uno de los malentendidos m¨¢s hirientes de la burbuja inmobiliaria. El descenso en el precio de un componente se traslada sin m¨¢s hasta el beneficio del vendedor; la vida real y los mercados conocidos funcionan tal que as¨ª.
Un Gobierno puesto en raz¨®n habr¨ªa observado ya que la irrupci¨®n de las energ¨ªas renovables exige un cambio dr¨¢stico en la determinaci¨®n del precio, porque el mix de generaci¨®n no es ni va a ser el de 1998. Este mercado tiende al encarecimiento permanente de la luz al margen de las condiciones de oferta y demanda. El remedio ¡ªdif¨ªcil, porque exige voluntad pol¨ªtica y capacidad negociadora¡ª es cambiar el modo de fijaci¨®n del precio. El primer paso, a la espera de las correcciones profundas del sistema (un wishful thinking), ser¨ªa cambiar la ley para que la producci¨®n nuclear y la hidroel¨¦ctrica se consideren reguladas solo a efectos de la retribuci¨®n.
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