Clubes de lectura, un lugar donde compartir letras africanas
Los grupos que promueven la literatura del continente aumentan de manera lenta pero significativa

Un club de lectura es un encuentro de personas a las que les une, sobre todo, el leer por mero placer y compartir con otros lo que les aporta los diversos libros que pasan por sus vidas. Los lectores se implican en el trasvase entre la lectura individual y la colectiva, y acaban por convertir el evento en un momento de enriquecimiento personal y grupal al contactar con las opiniones y sentimientos que suscitan los libros le¨ªdos entre los dem¨¢s.
Este fen¨®meno, que ha proliferado entre nosotros en los ¨²ltimos a?os, ha acabado por convertirse en una aut¨¦ntica herramienta de divulgaci¨®n y fomento de la lectura. Son numerosos los clubes de lectura que han ido surgiendo. Entre ellos queremos destacar aquellos que, de manera pausada pero sin descanso, han comenzado su andadura dedicados de manera ¨ªntegra a las literaturas africanas. Las Palmas, Madrid, Albacete, Valladolid, Cuenca, Zaragoza, Pamplona, Ponferrada, Bilbao e incluso la Red de redes, son algunos de los lugares en los que todo aquel interesado en estas letras puede encontrar un asiento. Cada cual que encuentre el suyo.
El pionero: Casa ?frica
La primera sesi¨®n de este club se realiz¨® en enero de 2009, en la cual contaron con la presencia del escritor Germano Almeida y leyeron La isla fant¨¢stica. Desde entonces, en la sede de Casa ?frica en Las Palmas, el club ha le¨ªdo decenas de libros y conocido a un pu?ado de escritores africanos en directo. En el pasado lo coordin¨® el escritor Antonio Lozano, aut¨¦ntica alma mater del grupo, que dio paso, sin dejar de pertenecer al club, a la periodista ?ngeles Jurado Quintana. Sin una periodicidad fija, nacieron, seg¨²n sus propias palabras, ¡°con la idea de promover la lectura de escritores africanos y vincular esa promoci¨®n a nuestra colecci¨®n de literatura. Nuestra mediateca cuenta con lotes de libros que podemos ceder gratuitamente en pr¨¦stamo a otros clubes de lectura, asociaciones y grupos de ciudadanos que deseen organizar lecturas colectivas¡±.
Tienen, adem¨¢s, la suerte de haber contado con la presencia de escritores de la talla de Boubacar Boris Diop, Henri Lopes, Sami Tchak y organizado charlas con Ken Bugul o L¨¦onora Miano. Participan, tambi¨¦n, en actividades paralelas relacionadas con el arte y la cultura africana: intercambiando recetas culinarias, por ejemplo, o viajado juntos a Senegal y Gambia.

Para su coordinadora, es necesario mantener y agrandar "esta peque?a e irreductible secta. Es una de nuestras formas de abrir la Casa al p¨²blico y captar nuevos adeptos a la causa del africanismo, de llegar a m¨¢s gente a trav¨¦s de ellos¡±, dice Jurado. Est¨¢ convencida, adem¨¢s, de que las lecturas aportan felicidad y ayudan a hacer lectores pero que ¡°tambi¨¦n tienen un componente m¨¢s all¨¢ del puro placer de la lectura y de la buena compa?¨ªa", a?ade. "Modestamente, creo que es una iniciativa educativa y casi combativa, pr¨¢cticamente una causa. La tendencia habitual en los medios es hablar de ?frica como un todo unitario y terrible, donde s¨®lo caben hambre, desastres, guerras y tristezas. Frente a ello buscamos otras narrativas. Intentamos abrirnos a las realidades africanas que no aparecen normalmente en los medios¡±, considera. Su entusi¨¢stico grupo prefiere las lecturas de Chimamanda, Fatou Diome o Miano, pero alarga sus gustos hasta un cl¨¢sico como las memorias de Hampat¨¦ B?. Disfrutan, sobre todo, del placer de leer un buen libro, ¡°creo que es un peque?o reducto de pensamiento cr¨ªtico y amor muy necesario¡±, concluye Jurado.
El m¨¢s c¨¦ntrico: Mamah Africa

En esta ocasi¨®n la idea tambi¨¦n surgi¨® de Casa ?frica a quien acudieron, en octubre de 2015, Maica y Laura de la Carrera (directoras de la galer¨ªa de moda y arte Mamah Africa), con la idea de realizar una semana cultural dedicada a Mal¨ª en Madrid. Desde Casa ?frica se comprometieron a prestar los t¨ªtulos necesarios para llevar a cabo la actividad (dicha entidad cuenta con un fondo donde hay obras-joya, algunas descatalogadas y muy dif¨ªciles de encontrar), y desde la galer¨ªa aceptaron e invitaron a la persona que escribe este art¨ªculo para coordinarlo. As¨ª fue c¨®mo surgi¨® un club, de frecuencia mensual, que acaba de comenzar su tercera temporada.
Desde entonces ha habido idas y venidas de gente y se ha le¨ªdo un interesante panorama de letras africanas, tocando casi los cuatro puntos cardinales del continente, a trav¨¦s de g¨¦neros y tem¨¢ticas diversas, desde la novela al ensayo, y desde la esclavitud al tema del exilio, la b¨²squeda de la identidad o la propia observaci¨®n, cr¨ªtica y construcci¨®n de sus propias sociedades. Sin dejar de lado las ¡°nuevas narrativas¡± que se abren paso con fuerza desde el continente y que nos hablan de escritores sin ning¨²n tipo de complejos que abordan ya todos los g¨¦neros y temas.
En estos dos a?os por el Club han pasado los escritores Donato Ndongo, Angela Nzambi, Edjanga Jones, la traductora Alejandra Guarinos, las representantes de las editoriales Assata y 2709books, la dramaturga Ursula Day (Para Nenas Negras Que Han Considerado el Suicidio, Cuando el Arco¨ªris es Suficiente) y el editor jefe de la revista ?frica Review eBiz, Franck Olivier Kra. Y han introducido libros: Federico Vivanco (Ellas [tambi¨¦n] cuentan) y Chema Caballero (Los hombres leopardo se est¨¢n extinguiendo).
La coordinadora del club considera que se trata de un instrumento m¨¢s para el acercamiento y presencia de estas letras, tan olvidadas, entre nosotros, y una manera de transmitir y convencer a m¨¢s personas para que se adentren en un universo que se est¨¢n perdiendo por absoluto desconocimiento.
Desde Albacete: Baobab
"Lo m¨¢s atractivo es la posibilidad que tienen los lectores de ponerse en la piel de un africano", dicen desde Baobab
Para introducir este club nos ponemos en contacto con Alejandra Guarinos, traductora de 2709books y una apasionada de estas letras. Ella fue el motor para la creaci¨®n del club de lectura Baobab, que naci¨® en Albacete en enero de 2016. ¡°La idea surgi¨® tras percatarme del gran desconocimiento que existe en Espa?a de las literaturas africanas¡±, nos comenta. Despu¨¦s se puso en contacto con la Biblioteca P¨²blica de la ciudad y as¨ª la idea se hizo realidad.
Guarinos tiene claro que estos clubes son ¡°una opci¨®n m¨¢s, de la misma manera que existen clubes de lectura que solo leen t¨ªtulos de terror, de ciencia ficci¨®n o de historia, lo que busco con Baobab es divulgar las literaturas africanas y, de paso, dar a conocer el continente¡±. Ella apuesta por sumar, y as¨ª explica c¨®mo a ra¨ªz de la actividad del club, otros han incluido t¨ªtulos de escritores africanos en su programaci¨®n. ¡°Hay que subrayar que algunos de ellos llevaban funcionando m¨¢s de 15 a?os y nunca hab¨ªan le¨ªdo a un escritor subsahariano¡±.
En este sentido, la coordinadora del club ofrece su punto de vista. ¡°Tras a?o y medio de funcionamiento puedo decir sin temor a equivocarme que lo m¨¢s atractivo de las literaturas africanas es la posibilidad que tienen los lectores de ponerse en la piel de un africano. Uno de los aspectos m¨¢s interesantes es la consciencia que adquieren de la inmensa diversidad cultural del continente y de la influencia que Occidente sigue teniendo all¨ª¡±, apunta. Ella es una convencida de la importancia de estos encuentros y tambi¨¦n considera que ¡°son una estupenda plataforma para fomentar la lectura de los escritores africanos que tanto se lo merecen¡±.
Los otros Clubes
Los lectores se quieren implicar en el trasvase entre la lectura individual y la colectiva
Junto a los anteriores, y algunos m¨¢s de los que desconocemos su existencia, han ido surgiendo otros lugares de encuentro por toda la geograf¨ªa. Incluso existe un foro virtual, como dec¨ªamos al principio, en el que intercambiar opiniones e intereses. Se trata del Grupo de lectura ?g¨¹g¨¹ creado en Goodreads y organizado por el blog Literatura en la Ciudad y que, adem¨¢s, promueve el uso del hashtag #LeoLiteraturaAfricana en Twitter.
- Pamplona: Biblioteca Civican
Promovido por el consorcio ?frica es imprescindible y organizado por Fundaci¨®n CajaNavarra, por segundo a?o consecutivo, durante el mes de noviembre, se celebran tres sesiones con tres lecturas. Este a?o, una de las sesiones, ser¨¢ en euskera, para compartir las impresiones del libro Negarrik ez, haurra de Ngugi wa Thiong?o.
Desde la Biblioteca P¨²blica de la ciudad, este club que adopta el nombre de un t¨ªtulo del escritor angole?o Pepetela, comenz¨® a reunirse sin un coordinador fijo, realizando esta tarea de manera rotativa, debido a que ninguna persona dentro de ¨¦l es experta en el tema. Con el objetivo claro de modificar la percepci¨®n acerca del continente africano, superponen en sus lecturas compartidas el valor social y pol¨ªtico sobre el literario.
- Zaragoza: Biblioteca Manuel Alvar
Este club cuenta con el respaldo de la Biblioteca Manuel Alvar y lo coordina Manuel Mart¨ªn, un jubilado y apasionado de estas letras que cree que estos estas reuniones son muy necesarias. "Si vas a una librer¨ªa, o no tienen nada de literatura africana, o la tienen arrinconada en una zona casi inaccesible. Es importante hacer el esfuerzo de sacarla a la luz y darla a conocer¡±, se?ala.
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