Solo hay dos antibi¨®ticos con los que se puede beber algo de alcohol

El alcohol y los antibi¨®ticos mantienen una relaci¨®n t¨®xica, literalmente. Llevamos toda la vida escuchando que si estamos tomando antimicrobianos no debemos probar el alcohol, pero cruzando datos de consumo de ambas sustancias parece casi imposible que estemos siguiendo? el consejo.

El 62% de los espa?oles hemos bebido en el ¨²ltimo mes, y el 9% lo hace diariamente, seg¨²n recoge la ¨²ltima Encuesta sobre Alcohol y otras Drogas en Espa?a. Considerando que un tercio de las consultas con el m¨¦dico de familia se deben a una infecci¨®n que debe tratarse mediante el consumo de estos f¨¢rmacos, y que en el Sistema Nacional de Salud se atienden m¨¢s de 200 millones de consultas anuales en esta especialidad, es normal que todos hayamos escuchado alguna vez, cuando no lo hemos dicho nosotros, aquello de "yo no puedo beber que estoy tomando antibi¨®ticos".

?Antibi¨®ticos = cero alcohol?

S¨ª¡­ con matices. Hay que excluir la ingesta et¨ªlica en presencia de antibioterapia porque "interfiere en el metabolismo del antibi¨®tico y puede alterar su eficacia", aclara el psiquiatra Francisco Arias, del Programa de Alcohol del Hospital Doce de Octubre de Madrid.

El consumo agudo ¡ªes decir, un d¨ªa puntual pero en cantidades altas¡ª resta efecto al antimicrobiano porque favorece que se metabolice m¨¢s r¨¢pido, y un consumo cr¨®nico importante ¡ªde m¨¢s de 4 ca?as o vasos de vino al d¨ªa¡ª inhibe el metabolismo del medicamento a causa del da?o hep¨¢tico que produce. Evitar estos vaivenes es particularmente importante debido a que "es necesario mantener unos determinados niveles del f¨¢rmaco en la sangre para que sea eficaz".

"Los bebedores habituales que toman antibi¨®ticos deben de tener much¨ªsima moderaci¨®n con el consumo", (Emilio Casariego, del Servicio de Medicina Interna del Hospital Lucus Augusti de Lugo)

Sin embargo, no todos los casos son iguales y la rigidez a la hora de contraindicar la ingesta de alcohol var¨ªa seg¨²n las circunstancias. Emilio Casariego, del Servicio de Medicina Interna del Hospital Lucus Augusti de Lugo, establece hasta tres supuestos: los bebedores habituales, que lo hacen al menos un d¨ªa a la semana, y adem¨¢s toman antibi¨®ticos deben de tener "much¨ªsima moderaci¨®n con el consumo"; en infecciones graves, "el alcohol est¨¢ absolutamente contraindicado y el consumo debe ser ninguno"; y por ¨²ltimo, una infecci¨®n banal, que requiere tratamiento con antibi¨®tico pero la persona quiere consumir algo de alcohol. Para este supuesto, "el consejo general es tambi¨¦n el de no tomar alcohol, para que no se modifiquen los niveles plasm¨¢ticos (en la sangre) de antibi¨®tico", insiste, y as¨ª evitar el riesgo de que empeore la enfermedad infecciosa.

Hasta aqu¨ª, los expertos mantienen la consigna de eliminar el alcohol, aunque admiten ciertas concesiones: "La informaci¨®n pr¨¢ctica para el paciente es que haga un consumo muy moderado de alcohol, de manera puntual para una celebraci¨®n, porque modifica poco los niveles de antibi¨®tico", dice Casariego.

"En circunstancias muy especiales, de una enfermedad leve para la que se est¨¢ tomando antibi¨®ticos, se puede ingerir el alcohol m¨ªnimo indispensable socialmente", y Arias abunda en la relaci¨®n dosis-efecto: "En l¨ªneas generales, puede que una ca?a no afecte mucho".

Entonces, ?cu¨¢nto es lo m¨ªnimo?

Los galenos se resisten a dar una cifra, pero la l¨®gica conduce a pensar que una copa de vino y otra de cava no deber¨ªan causar problemas. Esa recomendaci¨®n es v¨¢lida cuando los antibi¨®ticos son amoxicilina, que se utiliza para tratar problemas de las v¨ªas respiratorias altas ¡ªcomo las anginas¡ª y tambi¨¦n para las infecciones urinarias. Adem¨¢s, se incluye en la erradicaci¨®n de la Helicobacter pylori ¡ªuna? bacteria que habita en el sistema digestivo de m¨¢s del 50% de la poblaci¨®n mundial y que puede afectar al sistema nervioso central.

Tambi¨¦n se puede aplicar esta norma en cuanto al antibi¨®tico amoxicilina y ¨¢cido clavul¨¢nico, un f¨¢rmaco de amplio espectro que sirve para casi todas las infecciones; pero no hay que caer en el error de una falsa inmunidad porque "si se bebe mucho alcohol con estos medicamentos pueden aparecer nauseas, v¨®mitos y diarreas porque se irrita la mucosa gastrointestinal", describe el internista.

En personas sanas que est¨¦n tomando amoxicilina o el compuesto amoxicilina y ¨¢cido clavul¨¢nico, beber puntualmente una copa de vino y otra de cava no tiene impacto en la salud

Sin embargo, cuando el tratamiento se hace con metronidazol ¡ªque se usa para tratar las infecciones dentales y de las enc¨ªas, las vaginosis bacterianas y algunas parasitosis¡ª no se debe ingerir "ni una gota de alcohol", ya que en lugar de ser este el que afecta al metabolismo del f¨¢rmaco, "sucede a la inversa": el organismo no elimina adecuadamente el alcohol y se acumula, como si se hubiese bebido m¨¢s. "Esto es conocido como el efecto antabus", explica?Francisco Arias.

La doxiciclina ¡ªque se utiliza para tratar infecciones de la piel, tipo acn¨¦ o ros¨¢cea facial¡ª pierde eficacia a¨²n con dosis muy bajas de alcohol, y los antituberculosos ¡ªrifampicina e isoniacida¡ª da?an el h¨ªgado al ingerir cantidades altas de esta sustancia. Para evitar da?os, lo mejor es no beber nada.

Si todav¨ªa persisten dudas sobre cu¨¢l es el consumo seguro, el mensaje es simple: en personas sanas que est¨¦n tomando amoxicilina o el compuesto amoxicilina y ¨¢cido clavul¨¢nico, beber puntualmente una copa de vino no tiene impacto en la salud ni afecta al nivel de f¨¢rmaco en la sangre ni disminuye la eficacia del tratamiento. Para los otros antibi¨®ticos, la soluci¨®n es agarrarse al 0,0.