William Grill, el trazo espont¨¢neo
A sus 27 a?os, el brit¨¢nico William Grill es una de las grandes estrellas del libro ilustrado infantil de no ficci¨®n. Su secreto: dibuja las novelas que le hubiese gustado leer de ni?o, cuando la dislexia le alejaba de las palabras.
William Grill est¨¢ convencido de que cualquier historia puede ser contada en im¨¢genes. ¡°Si se puede imaginar, se puede dibujar¡±, asegura. En su estudio, ubicado sobre un bullicioso mercadillo callejero en Dalston, al este de Londres, tiene almacenadas decenas de cuadernos tipo Moleskine; en ellos va esbozando todo lo que desfila ante sus ojos, a modo de diario visual. En uno de los m¨¢s recientes hay un boceto del Templo de Debod, que realiz¨® en una visita a Madrid en marzo, con ocasi¨®n de su primera exposici¨®n individual en la librer¨ªa Panta Rhei.
Grill tiene 27 a?os y es ilustrador, un oficio que nunca baraj¨® de peque?o por la sencilla raz¨®n de que no sab¨ªa que se pod¨ªa vivir de dibujar. Siempre se sinti¨® atra¨ªdo por los libros, pero las palabras le intimidaban. ¡°Soy disl¨¦xico, por eso siempre me gustaron los que ten¨ªan muchas im¨¢genes, los atlas, los de arte. Me encantaba mirarlos, aunque no entendiera bien lo que pon¨ªa. Creo que ahora estoy haciendo los libros que hubiera querido leer de ni?o¡±.
A su yo del pasado sin duda le habr¨ªan atrapado El viaje de Shackleton y Los lobos de Currumpaw (publicados en Espa?a por Impedimenta), los dos cuidados vol¨²menes que han convertido a Grill en una estrella del libro ilustrado infantil de no ficci¨®n. El primero es una historia de valent¨ªa y superaci¨®n que narra la odisea del explorador Ernest Shackleton cuando intent¨® cruzar la Ant¨¢rtida en 1914. Los lobos de Currumpaw se basa en uno de los relatos de Animales salvajes que he conocido, de Ernest Thompson Seton; el dibujante encontr¨® un ejemplar antiqu¨ªsimo en una librer¨ªa y decidi¨® rescatar la aventura de aquel cazador que recibi¨® el encargo de acabar con un lobo irreductible en el Salvaje Oeste de finales del XIX y termin¨® convertido en un precursor del ecologismo. En busca de inspiraci¨®n, Grill viaj¨® a Nuevo M¨¦xico, acamp¨® en el valle donde sucedi¨® todo y pas¨® una semana en un refugio para lobos. La experiencia le proporcion¨® una perspectiva tan enriquecedora que, a partir de aquel momento, decidi¨® visitar el escenario real donde se desarrollan las historias de sus libros. ¡°Sientes el clima, escuchas el acento de los lugare?os, contemplas la luz, descubres plantas que podr¨ªas perderte si solo te documentas en Google. Y tambi¨¦n te encuentras peque?as sorpresas, como una tela de patchwork de los nativos americanos con la que me tropec¨¦ por casualidad y que acab¨® influyendo en la est¨¦tica del libro¡±.
Grill estudi¨® en la Falmouth University y, nada m¨¢s licenciarse, viaj¨® a Nueva York, porfolio en mano, para mostrarle su trabajo a algunos editores. Una de ellas, con poco tino, le sugiri¨® que volviera en 10 a?os. ¡°Parece que en Inglaterra estaban m¨¢s predispuestos a aceptar un estilo que no estuviera tan refinado¡±, admite sin asomo de acritud. Con su primer libro se convirti¨® en 2015 en el ganador m¨¢s joven de la prestigiosa medalla Kate Greenaway y con el segundo acaba de recoger el Bologna Ragazzi Award. Pero se dir¨ªa que la opini¨®n que m¨¢s le interesa es la de sus j¨®venes lectores. ¡°A la mayor¨ªa les encantan, pero tambi¨¦n recibo comentarios cr¨ªticos. Uno me dijo sobre Shackleton que no estaba mal para ser el primero, pero que deber¨ªa hacer el siguiente de fotos¡±, recuerda sonriendo.
Grill imparte talleres en escuelas y universidades en los que intenta transmitir ¡°libertad a la hora de dibujar, algo que desgraciadamente solemos perder cuando dejamos de ser ni?os¡±. ?l parece haberla conservado; sus ilustraciones tienen una cualidad espont¨¢nea, y su t¨¦cnica es cien por cien manual. ¡°Normalmente trabajo con l¨¢pices de colores Faber-Castell, y alguna que otra vez con tiza, en un papel duro y espeso; solo utilizo el ordenador para mover los dibujos en la p¨¢gina. Pero quiero volver a salir de mi zona de confort, as¨ª que estoy empezando a experimentar con acuarelas¡±.
En el futuro, le gustar¨ªa testar si su estilo se adapta ¡°a contenidos m¨¢s adultos y oscuros¡±, aunque el ¡°sue?o definitivo¡± ser¨ªa meter la cabeza en el cine de animaci¨®n. De momento, sigue llenando cuadernos en busca de la pr¨®xima historia que desempolvar. ¡°Tengo que encontrar un tema que me produzca ese cosquilleo en el est¨®mago que me hace querer dibujar a todas horas¡±.?
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