Poli bueno, poli malo
Los problemas que tenemos hoy no son atribuibles al modelo de Estado que se pretende corregir y reformar. Ning¨²n modelo de Estado sea el que sea, auton¨®mico o federal, va a ser aceptado por los nacionalistas. ?Para qu¨¦, entonces, la reforma?
Algo me he perdido en el tiempo en que fui responsable de una comunidad aut¨®noma o durante el periodo en el que dej¨¦ esa responsabilidad, porque no recuerdo que los ciudadanos pidieran, ni antes ni ahora, una reforma de la Constituci¨®n para hacerla federalizante ni para nada. Microsoft, empresa estadounidense, no reconoce la palabra federalizante. EE?UU es un pa¨ªs claramente federal y, tal vez, esa sea la raz¨®n del desconocimiento, porque se es federal o se es centralista, pero no se conoce ning¨²n Estado federalizante, de igual manera que o se est¨¢ embarazada o no, pero no se conocen casos de mujeres embarazantes.
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Si ahora se habla de reformar la Constituci¨®n es porque el desaf¨ªo independentista catal¨¢n intent¨® golpear al Estado desde dentro del propio Estado. Los problemas que estamos teniendo en estos momentos no son atribuibles al modelo de Estado que se pretende corregir y reformar. Se deben a la existencia en nuestro pa¨ªs de nacionalismos fuertes y de reivindicaciones sucesivas sin l¨ªmite, hasta que llegaron a la independencia. Toda la cantidad de cesiones que hemos hecho durante m¨¢s de treinta a?os no han servido para integrarlos en un modelo de Estado, ampliamente descentralizado pero unitario. Ning¨²n modelo de Estado sea el que sea, auton¨®mico o federal, va a ser aceptado por los nacionalistas. ?Para qu¨¦, entonces, la reforma?
Ya sabemos, porque as¨ª se encargan de pregonarlo los reformadores, que las reformas no son para beneficiar a Catalu?a frente al resto de comunidades aut¨®nomas. Excusatio non petita, accusatio manifesta es el aforismo jur¨ªdico que se viene a la mente de quienes o¨ªmos esa reiterada justificaci¨®n. Dicen que no son para beneficio de nadie, pero, cada vez que hablan aluden a los agravios que supuestamente padece Catalu?a. As¨ª, por ejemplo, no ha habido sistema de financiaci¨®n auton¨®mica que no haya sido discutido, pactado y votado afirmativamente con y por Convergencia y Uni¨®n de Catalu?a. El resultado propagand¨ªstico de esos acuerdos siempre fue el mismo: cuando votaron s¨ª en el Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera, se hizo creer a los espa?oles que el Gobierno de la Generalidad hab¨ªa salido ganando; a mitad del partido se hac¨ªa creer, al mismo p¨²blico, que, de nuevo, Catalu?a hab¨ªa resultado perdedora con un modelo de financiaci¨®n que parec¨ªa que se hab¨ªa hecho a su medida.
?De d¨®nde sacan la idea de que algunas regiones transfieren dinero a otras?
Antoni Castells, consejero de Hacienda socialista en 2009, declar¨® tras la reuni¨®n del Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera del 15 de julio de 2009, cuando se aprob¨® el modelo que rige ahora, que el nuevo sistema ¡°no s¨®lo es bueno para Catalu?a, sino que tambi¨¦n lo es para el conjunto de Espa?a¡±. Castells celebr¨® y valor¨® el acuerdo porque, ¡°con ¨¦l, se cumple estrictamente el Estatuto de Catalu?a y por el hecho de que se produzca un cambio de modelo¡±. Eran esos d¨ªas en los que la prensa valoraba la astucia de los negociadores catalanes que siempre acababan las negociaciones con las alforjas llenas. ?Por qu¨¦ quienes alababan tal modelo, hoy consideran necesario modificarlo para mejorar la financiaci¨®n catalana?
No digo nada sobre el principio de ordinalidad (palabra que no existe en castellano) que defienden como un acto de justicia quienes parecen no saber nada del asunto. Se dice que ¡°las regiones que dan dinero a las menos favorecidas, no pueden resultar despu¨¦s m¨¢s perjudicadas que las receptoras de esas aportaciones¡±. ?De d¨®nde sacan la idea de que algunas regiones transfieren dinero a otras? En 24 a?os de presidente de Extremadura jam¨¢s he visto una partida procedente del presupuesto catal¨¢n con destino a otras regiones m¨¢s deprimidas. Es falsa esa transferencia. Extremadura se financia por los impuestos propios, los cedidos por el Estado y por los fondos europeos. Y de igual manera que es falsa esa transferencia, es falso que el principio de ordinalidad rija en otros Estados federales. Ni siquiera en pa¨ªses donde se supone que lo de solidaridad coge demasiado lejos, como EE?UU, se practica semejante desprop¨®sito. California, por ejemplo, contribuye con 8.028 d¨®lares por persona y recibe 6.709. Connecticut entrega 11.522 d¨®lares y recibe 8.795. Si en EE?UU hicieran lo que quieren los nacionalistas catalanes, California, que con su aportaci¨®n per capita se coloca en el puesto 9?, y se sit¨²a en el 38? en el ranking federal de ingresos per capita, o Connecticut, que resulta ser el mayor contribuyente per capita de EE?UU, y pasa a ocupar el puesto n¨²mero 13? en ingresos federales, estar¨ªan reclamando la independencia por no sentirse c¨®modos en un sistema tan solidario y tan alejado del principio de ordinalidad.
Pasado el turno del poli malo llega el acercamiento del poli bueno. Este nos dice: ¡°Ya sab¨¦is c¨®mo se las gastan los Junqueras, los Puigdemont y compa?¨ªa¡±. ¡°Si no se cede algo, lo que sea, pero que sea lo suficiente significativo, volver¨¢n a las andadas¡±. ¡°Es que fue muy duro que, aprobado el Estatuto catal¨¢n por el Parlamento catal¨¢n, las Cortes y los ciudadanos catalanes en refer¨¦ndum, fuera el Tribunal Constitucional el que echara para atr¨¢s los art¨ªculos m¨¢s significativos¡±. Quienes emplean ese argumento olvidan lo duro que ser¨ªa que, despu¨¦s de aprobada la Constituci¨®n por las Cortes Generales y por los ciudadanos espa?oles en refer¨¦ndum, una minor¨ªa, los independentistas catalanes, se cargaran los art¨ªculos la Constituci¨®n de 1978.
Tambi¨¦n es falso que el principio de ¡®ordinalidad¡¯ rija en otros Estados federales, como EE UU
El poli bueno tratar¨¢ de convencernos para que aceptemos sus propuestas m¨¢s livianas. El problema es que no sabemos qu¨¦ piden. No podemos fiarnos de quienes jam¨¢s hablan claro. D¨ªgannos qu¨¦ pretenden y podremos responder. ?Qu¨¦ significa un refer¨¦ndum pactado? ?Qu¨¦ es una naci¨®n de naciones? ?A qu¨¦ naciones se refieren cuando hablan de la Espa?a plurinacional? ?Qu¨¦ significa el federalismo asim¨¦trico? ?Qu¨¦ nuevos derechos quieren incorporar a su cuerpo legislativo?
Quienes se adentran en el camino de la reforma para dar satisfacci¨®n a quien no la quiere, no deber¨ªan olvidar que la Constituci¨®n actual conjug¨® las tres visiones que hab¨ªa en los a?os setenta: la visi¨®n del nacionalismo espa?ol y unitario, la de los nacionalismos perif¨¦ricos, y la tradici¨®n federal de la izquierda. Al tratar de conciliar esas tres visiones, el resultado fue una f¨®rmula ambigua: ni Estado unitario puro, ni Estado federal puro. El texto constitucional se hace eco de esas tres visiones: referencias a la singularidad identitaria, descentralizaci¨®n pol¨ªtica, y naci¨®n espa?ola, patria com¨²n e indivisible. ?Qu¨¦ se pretende con las reformas? ?Qu¨¦ visi¨®n prevalecer¨¢?
Juan Carlos Rodr¨ªguez Ibarra fue presidente de Extremadura entre 1983 y 2007.
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