C¨®mo preparar una tortilla persa

EN UNA CAJA encontrada cerca de las ruinas de la pir¨¢mide azteca conocida como Templo Mayor, los arque¨®logos se toparon con los restos de un c¨¢nido cubierto con conchas marinas tra¨ªdas desde el golfo de M¨¦xico, el mar Caribe y el oc¨¦ano Pac¨ªfico. Como todas las grandes ciudades, de antes y de ahora, Tenochtitlan se nutr¨ªa del comercio establecido a trav¨¦s de rutas, que en su caso llegaban hasta Am¨¦rica Central. Otra superpotencia prehisp¨¢nica, la civilizaci¨®n maya, sosten¨ªa un movimiento de bienes que comprend¨ªa un flujo de productos marinos y peces hacia el interior, as¨ª como de animales de tierra hacia la costa.

Tres mil quinientos a?os antes, en la ciudad de Ur, en el coraz¨®n del imperio mesopot¨¢mico, al sur del Irak actual, se comerciaba entre puntos tan distantes como el mar Mediterr¨¢neo, situado 1.200 kil¨®metros al oeste, y la civilizaci¨®n del Indo ¡ªque abarcaba la actual Afganist¨¢n, Pakist¨¢n y el noroeste de India¡ª, unos 2.400 kil¨®metros al este. Tambi¨¦n en el Antiguo Egipto, el comercio de barcos cargados de ¨¢nforas era intensivo en el Nilo, un intercambio que permiti¨® prosperar a los imperios y favoreci¨® el desarrollo de los territorios que los nutr¨ªan.

Parece sensato regular y promover una producci¨®n local que fomente la diversidad, en un entorno equilibrado entre urbanizaci¨®n y agricultura

Este repaso hist¨®rico sirve para recordar a una parte de los que con superioridad moral imaginan la controversia sobre el tr¨¢fico global de alimentos como un dilema contempor¨¢neo que esta es una realidad llegada desde la noche de los tiempos. Porque donde hay, o ha habido, espacios de alta densidad de poblaci¨®n ha progresado este tipo de comercio. Pero lo cierto es que, siendo un asunto que no todo el mundo vive igual, actualmente conjunta dilemas importantes que abarcan desde el cambio clim¨¢tico hasta el choque de modelos productivos. Y como todos los problemas complejos y apasionados, este tambi¨¦n se sustenta sobre argumentos superficiales, l¨®gicas m¨ªnimas y discursos simples. Sin embargo, hay interrogantes complejos, de embarazoso arreglo, en un planeta en el que la mitad de la poblaci¨®n vivir¨¢ en ciudades de m¨¢s de 10 millones de habitantes en el a?o 2050. El asunto no reside en si cabe sancionar opciones de comercio global, sino en su porqu¨¦, revitalizando la discusi¨®n sobre c¨®mo producir y hacer llegar comida a todo el mundo. Ese es el centro de la cuesti¨®n.

Y el quid de este desaf¨ªo pasa por entender que hay lugares en el planeta, como Singapur o Emiratos ?rabes, dependientes de la importaci¨®n de alimentos debido a su escaso suelo cultivable, y que otros territorios prosperan gracias a la exportaci¨®n de sus productos. Con todo, parece sensato regular y promover una producci¨®n local que fomente la diversidad, en un entorno equilibrado entre urbanizaci¨®n y agricultura. Para ello, hay que presionar a los pol¨ªticos para que cuiden las zonas agr¨ªcolas existentes, impulsen la creaci¨®n de huertos urbanos e impidan que las mejores tierras se pierdan bajo la presi¨®n urban¨ªstica, como ha pasado hasta ahora. En juego est¨¢n la pugna entre el valor nominal y cultural de las materias primas, la devaluaci¨®n de lo propio por culpa de la variable ¡°coste¡±, las emisiones innecesarias de CO2, la dependencia alimentaria y el acopio de riqueza en unas pocas manos que dejan, una vez m¨¢s, a todo el mundo rezagado. ?Es eso justo? ?Es ¨¦tico? Cada cual que responda seg¨²n su conciencia.

Tortilla persa

Las nueces

Micronutrientes: En las nueces destacan los minerales como el calcio, f¨®sforo, magnesio, selenio y vitaminas del grupo B y E.

Grasas: Dentro del tipo de grasas que aportan estos frutos predominan las insaturadas frente a las saturadas.

Prote¨ªnas: Contienen un 14% de prote¨ªnas, cuya calidad mejora al tomarlas con otros alimentos como los cereales.

Calor¨ªas: Tienen alto valor energ¨¦tico: aportan unas 688 kilocalor¨ªas por 100 gramos de producto.