Brighton 64, Carlos Zan¨®n y la certeza de que la edad ya no importa

Dec¨ªa hace un tiempo en esta revista que ser mod era como el asma: la superabas en la adolescencia o la padec¨ªas en un grado u otro toda la vida. Lo mismo sucede con algunas pasiones.

Rai es el protagonista del relato de Carlos Zan¨®n en el que se basa lo nuevo (un disco grande, de 19 temas, y un gran disco tambi¨¦n) de los barceloneses Brighton 64: El tren de la bruja (BCore). Rai tiene mujer e hijo y casa, pero no siente nada de lo que deber¨ªa sentir. Rai ya no tiene dureces en las yemas de trastear con su guitarra, quiz¨¢s el blanco de sus zapatos se parezca al de la bola de billar que rompi¨® por ¨²ltima vez un tri¨¢ngulo multicolor hace demasiado y su polo favorito est¨¦ en una inalcanzable capa geol¨®gica del armario.

Pero Rai va a implosionar de puro gris en cualquier momento, as¨ª que saca la guitarra de debajo de la cama y busca en viejas libretas el tel¨¦fono de sus compa?eros de banda. "Podr¨ªa dedicarse a conducir coches de carreras o la ebanister¨ªa o la poes¨ªa. Delante de una frustraci¨®n l¨ªmite decide volver a las fuentes. A lo que le dio la vida", explica Albert Gil, el mayor de los Hermanos Brighton. ¡°Volver a los 17, despu¨¦s de vivir un siglo¡±, dec¨ªa Violeta Parra. Comprobar si de la pared de aquella sala a¨²n cuelga el p¨®ster de Samantha Fox y si su vida, escribe Zan¨®n, puede volver a ser "tan intensa como una canci¨®n: que empiece y suene arriba¡±.

Hace tres d¨¦cadas Brighton 64 cantaban en La casa de la bomba, tema inspirado en un relato de Tom Wolfe, que lo importante era la edad, que pop era igual a supernova. Brighton 64 eran entonces la gran banda mod, cuando ser mod era intuici¨®n y movimiento y no se ped¨ªa un doctorado en Cambridge para serlo. Entonces llegaron a dar conciertos ante 100.000 personas y ahora conservan una buena parroquia fiel adem¨¢s del estatus de leyenda viva de la m¨²sica pop de mi ciudad.

¡°Siempre nos sigui¨® todo tipo de gente. Y nosotros, a diferencia de Rai, nunca hemos dejado de tocar¡±, dice Ricky Gil, el menor de los Brighton, el grupo de los hermanos de la actriz Ariadna Gil. El tiempo, adem¨¢s, puede devolver cierto descaro adolescente. ¡°Los yayos dicen lo que piensan, sin filtro¡±, reflexiona Albert, mientras se cala una gorra con el logo de Lambretta. Y a?ade: ¡°yo a¨²n estoy lejos de esa edad, pero a veces salgo en zapatillas a por el pan, cosa que no har¨ªa jam¨¢s a los 20 o 30 a?os. En los conciertos, prefiero vestir m¨¢s digno". Y Ricky matiza: ¡°Los mejores trajes son los que heredamos de nuestro abuelo. Era un dandi¡±.