Los antivacunas deciden en t¨¦rminos morales y no tienen en cuenta el da?o real global
Estos padres se mueven en t¨¦rminos de pureza y libertad y las campa?as deben tenerlo en cuenta para actuar sobre una posici¨®n cada vez m¨¢s frecuente
El movimiento antivacunas est¨¢ creciendo en todo el planeta en los ¨²ltimos a?os, haciendo que muchos expertos en inmunizaci¨®n observen con preocupaci¨®n c¨®mo enfermedades erradicadas o cuya incidencia hab¨ªa bajado a m¨ªnimos hist¨®ricos est¨¢n resurgiendo en varios pa¨ªses. Tanto es as¨ª que muchos se?alan a este colectivo como el causante no solo de que sus hijos no est¨¦n vacunados, sino de que sean la causa de que las personas m¨¢s vulnerables se infecten. A pesar de que los mensajes sobre la inmunizaci¨®n con base cient¨ªfica son claros y s¨®lidos, muchos padres ignoran estas evidencias, poniendo en valor otras que se centran, sobre todo, en la moralidad.
Las investigaciones han demostrado que las campa?as de informaci¨®n que enfatizan la equidad o la prevenci¨®n del da?o a veces son contraproducentes y pueden incrementar la vacilaci¨®n de muchos hacia las vacunas. Efectivamente, los padres que retrasan o rechazan la vacunaci¨®n para sus hijos lo hacen por varias razones: creencias religiosas, personales o filos¨®ficas; razones de seguridad para sus hijos y la falta de informaci¨®n que, seg¨²n reclaman, existe por parte de los sanitarios, seg¨²n una ¨²ltima investigaci¨®n realizada en 2016 y publicada en el Journal of Pediatric Pharmacology and Therapeutics.
Un ¨²ltimo estudio publicado el pasado lunes en Nature Human Behavior sugiere que? ¡°una forma m¨¢s efectiva de alcanzar a los padres vacilantes puede ser enfocando la atenci¨®n en dos valores morales potencialmente poderosos que subyacen en las actitudes y juicios de las personas: la libertad individual y la pureza¡±. Bas¨¢ndose en dos estudios descubrieron que los t¨¦rminos de igualdad y da?o a nivel global no se asociaban con la vacilaci¨®n a la hora de inmunizar tanto como t¨¦rminos como la pureza y la libertad. En este marco, asociaron libertad con la creencia en la responsabilidad personal, la libertad, los derechos de propiedad y la resistencia a la participaci¨®n del Estado en la vida de los ciudadanos. Y las preocupaciones sobre el centro de pureza se refieren a los l¨ªmites y a la protecci¨®n contra la contaminaci¨®n, seg¨²n se explica en The Washington Post.
Por ejemplo, ¡°los padres que ten¨ªan una duda media sobre la vacunaci¨®n, ten¨ªan el doble de probabilidad que los padres con baja vacilaci¨®n en pureza¡±. ¡°Y los encuestados con alta vacilaci¨®n fueron dos veces m¨¢s propensos a enfatizar la pureza y la libertad que todos los dem¨¢s¡±, a?aden. Efectivamente, seg¨²n relatan los autores, en comparaci¨®n con aquellos padres que est¨¢n de acuerdo con vacunar a sus hijos, los que tienen m¨¢s reticencias se preocupan mucho m¨¢s por estas dos cuestiones.
La investigaci¨®n, elaborada en Estados Unidos, afirma que a pesar de que muchos padres respetan el calendario de vacunaci¨®n, los antivacunas se han hecho fuertes y ¡°hay comunidades enteras en las que est¨¢n su hijos sin vacunar¡±, siendo m¨¢s susceptibles a provocar brotes de enfermedades prevenibles como el sarampi¨®n, con grandes picos en este pa¨ªs y en algunos europeos como Alemania, Italia o Ruman¨ªa, que han llevado a sus gobiernos a tomar medias. La Asociaci¨®n M¨¦dica Americana ha desacreditado de forma reiterada a estos progenitores que rechazan inmunizar a sus hijos por razones alejadas de la medicina y, al igual que otros organismos como la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, hacen hincapi¨¦ en su capacidad para erradicar, proteger y prevenir que los m¨¢s peque?os padezcan enfermedades como el sarampi¨®n, la varicela o las paperas. En este pa¨ªs, todav¨ªa en 20 de los 50 Estados m¨¢s Washington DC proponen no vacunar por motivos religiosos y personales. Solo tres, California, Mississippi y Virginia Occidental, no permiten exenciones no m¨¦dicas.
?Estamos enfocando bien nuestra estrategia para fomentar la vacunaci¨®n? No. Seg¨²n los autores, ¡°las campa?as actuales tienen tan solo un efecto a corto plazo¡±. Y van m¨¢s all¨¢, ¡°seg¨²n nuestros resultados, algunas pueden ser, incluso, contraproducentes y empeorar la situaci¨®n a la hora de incidir en aquellos padres que est¨¢n dudando en si s¨ª o no inmunizar a sus hijos¡±. ¡°Los mensajes que contienen moralidad influyen tambi¨¦n en decidir sobre la vacunaci¨®n¡±, a?aden. ¡°Debemos cambiar la estrategia en vez de enfocarnos en una moral global, hay que hacerlo de una forma m¨¢s individual¡±, reiteran.
¡°Nuestros resultados demuestran¡±, prosiguen, ¡°que las ideas de da?o e imparcialidad a menudo enfatizadas en los mensajes tradicionales enfocados a las vacunas, no son predictivos para la vacilaci¨®n sobre estas. Esto, combinado con importantes asociaciones de pureza y libertad, indica la necesidad de incluir temas m¨¢s amplios en las discusiones sobre vacunas. Estos hallazgos tienen el potencial de aplicarse a otras decisiones y comunicaciones de salud tambi¨¦n¡±.
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