?Se deber¨ªa financiar la vacuna del papiloma a los ni?os varones?
Los expertos solicitan que se ampl¨ªe su efecto protector a toda la poblaci¨®n y no solo a las ni?as. Ellos pueden no solo transmitir el virus sino sufrir sus efectos
Los calendarios de vacunaci¨®n oficiales en Espa?a contemplan la administraci¨®n de la vacuna contra virus del papiloma humano (VPH) a las ni?as a partir de los 12 a?os. Aunque para ellas se trata de una vacuna que s¨ª est¨¢ financiada por el sistema sanitario, no lo est¨¢ para los ni?os, algo sobre lo que comienzan a escucharse las primeras voces en nuestro pa¨ªs planteando su inclusi¨®n en el calendario oficial con financiaci¨®n p¨²blica. Unas voces que se mezclan con el a¨²n vigente debate acerca de si la inmunizaci¨®n es realmente necesaria para todas las ni?as, cuando la mayor¨ªa de ellas en realidad no desarrollar¨ªan c¨¢ncer de cuello de ¨²tero pese a la posibilidad de entrar en contacto con el virus.
Para Josep Mar¨¦s, pediatra de atenci¨®n primaria y director del Instituto Pedi¨¢trico Mar¨¨s-Riera de Blanes (Girona), la administraci¨®n de la vacuna del VPH a los ni?os, y no solo a las ni?as, es una cuesti¨®n de salud p¨²blica porque ¡°la carga del virus del papiloma humano no afecta solo a mujeres¡±, como se cre¨ªa en las primeras investigaciones en la d¨¦cada de los setenta y ochenta cuando se descubri¨® que el virus del papiloma humano era el responsable del c¨¢ncer de cuello de ¨²tero en la mujer. ¡°Tras el descubrimiento de la relaci¨®n entre el virus y este tipo de c¨¢ncer, se llev¨® a cabo un estudio epidemiol¨®gico, que fue liderado por el doctor Xavier Bosch (Instituto Catal¨¢n de Oncolog¨ªa), en el que se demostr¨® que efectivamente en todas las muestras tomadas estaba el virus como material gen¨¦tico. Tras esto, y despu¨¦s de haber logrado crear una vacuna efectiva, comienza a plantearse el impacto que tiene este virus como productor de otros tipos de c¨¢ncer y se descubre que tambi¨¦n es causante del c¨¢ncer de ano, de vagina, de vulva, de pene y de un 20% de los c¨¢nceres de faringe¡±, explica Mar¨¦s para quien, adem¨¢s, no se trata solo de un virus que produce c¨¢ncer tanto en la mujer como en el hombre, sino tambi¨¦n verrugas genitales en ambos sexos, afectando a unas 800.000 personas cada a?o en toda Europa, ¡°que son muy molestas y que se transmiten por la v¨ªa sexual¡±.
Cuando hace una d¨¦cada se comenzaron a comercializar las vacunas contra el VPH se dirigi¨® la inmunizaci¨®n a quienes pod¨ªan padecer el tipo de c¨¢ncer m¨¢s frecuente, es decir, el c¨¢ncer de cuello de ¨²tero. Sin embargo, es esa transmisibilidad entre ambos sexos, de un virus causante tanto de c¨¢ncer como de verrugas genitales, la que lleva al pediatra a opinar que es importante ampliar el efecto protector de la vacuna a toda la poblaci¨®n y no solo a las ni?as, ¡°porque ellos tambi¨¦n pueden no solo transmitir el virus sino sufrir sus efectos: verrugas o c¨¢ncer de ano, de pene o de faringe¡±.
Apunta Mar¨¦s que aunque el planteamiento de ampliar la vacunaci¨®n a los ni?os comienza a surgir recientemente en Espa?a, no se trata de algo nuevo. El ejemplo lo encontramos en Australia, donde si bien desde 2007 se empez¨® a vacunar a todas las mujeres hasta los 28 a?os, tres a?os despu¨¦s se plante¨® comenzar a vacunar tambi¨¦n a los hombres, algo que se lleva a cabo desde 2010. ¡°Con los datos epidemiol¨®gicos que tenemos de todo el mundo, y con la experiencia ya de unos cuantos pa¨ªses que est¨¢n vacunando a ambos sexos, muchos pediatras creemos que si de verdad se quiere hacer frente a la enfermedad a nivel global debemos vacunar a todos los que la pueden padecer y a todos los que la pueden transmitir. Si tenemos a nuestra disposici¨®n una vacuna que es beneficiosa para toda la comunidad, obviamente el m¨¢ximo beneficio lo lograremos a trav¨¦s de una alta cobertura y esto no deber¨ªa ser solo para quienes se lo puedan pagar sino para todo el mundo¡±, explica.
Financiada solo para las ni?as
Desde el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad informan de que por el momento no se ha planteado la extensi¨®n de la vacunaci¨®n a los ni?os, por lo que la decisi¨®n de vacunar o no a este grupo poblacional queda en manos de las familias. Seg¨²n Josep Mar¨¦s, ¡°debe ser el pediatra el que explique a los padres la posibilidad de vacunar a los ni?os contra el papiloma para que las familias puedan al menos saber que les pueden proteger tambi¨¦n a ellos¡±. Algo que, como puntualiza el pediatra, tendr¨¢ ¡°un impacto en lo individual, pero no global¡±.
Para Magda Campins Mart¨ª, jefe cl¨ªnico del servicio de Medicina Preventiva y Epidemiolog¨ªa del Hospital Universitario Vall d¡¯Hebron y colaboradora externa del Comit¨¦ Asesor de Vacunas (CAV) de la Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa, la financiaci¨®n de una vacuna por el sistema p¨²blico de salud ¡°depende no solo de la frecuencia de la patolog¨ªa a prevenir sino tambi¨¦n de la eficiencia de la medida¡±, es decir, del coste-beneficio que representa desde la perspectiva de salud p¨²blica, financi¨¢ndose solo aquellas medidas que aporten m¨¢s beneficios en salud. As¨ª, en el caso de la vacuna del papiloma, explica Campins que la financiaci¨®n no se ha ampliado a¨²n en los ni?os ¡°porque los estudios de eficiencia muestran que si se tienen unas buenas coberturas vacunales en las ni?as (80%) se reduce de forma significativa la transmisi¨®n a los ni?os. Dado que se trata de una infecci¨®n de transmisi¨®n sexual, en las relaciones heterosexuales si las mujeres est¨¢n vacunadas la probabilidad de transmisi¨®n a los hombres es muy baja¡±.
Opina Josep Mar¨¦s que aunque hay que evaluar en cada momento los estudios de coste-efectividad en relaci¨®n con las vacunas disponibles porque ¡°el dinero es limitado¡±, y aunque desde Sanidad no haya habido a¨²n un planteamiento formal, desde las sociedades cient¨ªficas espa?olas s¨ª han manifestado la recomendaci¨®n de vacunar a ambos sexos. ¡°Esto es una recomendaci¨®n cient¨ªfica, pero despu¨¦s las autoridades sanitarias son las que tienen que coger la calculadora y ver si esto realmente es posible en Espa?a. Hay estudios en Europa de coste-efectividad que demuestran que la vacuna representa un ahorro sobre la carga que supone la enfermedad cuando se produce una negociaci¨®n del coste de la vacuna; no es lo mismo comprarla individualmente que cuando se compra un gran n¨²mero de dosis para una buena parte de la poblaci¨®n¡±, argumenta.
En el caso de la vacuna para el VPH, y dada la carga global de enfermedad atribuible al virus del papiloma, si el coste de la vacunaci¨®n (¡°negociado adecuadamente con la industria teniendo en cuenta que se tratar¨ªa de un n¨²mero amplio de vacunas para poder dar soporte a una parte importante de la poblaci¨®n¡±) fuera razonable y asumible s¨ª estar¨ªa justificada para el pediatra la necesidad de su inclusi¨®n en el calendario porque ¡°se trata de una enfermedad grave para la que hay una vacuna efectiva y segura¡±. Incide Mar¨¦s en esa seguridad porque, dice, la vacuna adem¨¢s de efectiva se ha demostrado segura tras su administraci¨®n a m¨¢s de 90.000 personas en los ensayos cl¨ªnicos y m¨¢s de 270 millones de dosis administradas en todo el mundo.
Las vacunas del rotavirus y de la meningitis B
Hasta el a?o 2006 la unificaci¨®n de los calendarios oficiales de vacunaci¨®n de las Comunidades Aut¨®nomas era una asignatura pendiente para el sistema sanitario espa?ol. A d¨ªa de hoy, pese a algunas diferencias, son casi iguales. Fuera del calendario oficial no s¨®lo quedar¨ªa la inmunizaci¨®n de los ni?os ante el VPH, sino tambi¨¦n la vacuna contra el rotavirus y la de la meningitis B.
En relaci¨®n al rotavirus, Magda Campins Mart¨ª explica que todos los estudios realizados en pa¨ªses similares al nuestro demuestran que es eficiente vacunar, sin embargo, admite la experta en medicina preventiva que probablemente no se ha considerado su financiaci¨®n en Espa?a ¡°porque la infecci¨®n por rotavirus, aunque es muy frecuente, afortunadamente no es grave y no se producen muertes de ni?os por esta causa, como ocurre en los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, donde representa una de las primeras causas de mortalidad por deshidrataci¨®n¡±. Para Josep Mares la enfermedad por rotavirus s¨ª tiene un impacto econ¨®mico y social que se debe valorar: ¡°Si bien el rotavirus es el causante en Espa?a de casi ocho mil hospitalizaciones al a?o, adem¨¢s supone una causa frecuente de asistencia a la consulta pedi¨¢trica, bajas laborales, un gasto sanitario y social. Si se eval¨²a el coste que representa a la sanidad p¨²blica as¨ª como el gasto a todos los niveles es absolutamente favorable el coste ¨C efectividad. La vacuna est¨¢ financiada o co-financiada en Reino Unido, en Finlandia, en Canad¨¢... Hay evidencias ya consolidadas de que se puede hacer desaparecer la onda epid¨¦mica de rotavirus a trav¨¦s de la vacunaci¨®n, y con ello reducciones de m¨¢s del 90% en la tasa de hospitalizaci¨®n por este virus¡±.
A la no financiaci¨®n de la vacuna en Espa?a se une una gran desinformaci¨®n sobre su existencia: el 54% de los padres desconocen que existe una vacuna no financiada que previene una de las causas m¨¢s frecuentes de gastroenteritis grave en ni?os peque?os en sus primeros a?os de vida. Tambi¨¦n influye que se trata de un virus "oculto": "El rotavirus est¨¢ ah¨ª y produce la mayor¨ªa de las diarreas agudas en ni?os menores de 5 a?os, el problema es que como la diarrea puede ser causada por otros agentes, y no es posible habitualmente en las consultas de atenci¨®n primaria diferenciarlas, se tiende a minimizar o a desconocer el impacto real que tiene el rotavirus. Esto hace que muchos pediatras y familias a¨²n no se hayan concienciado de la importancia de la inmunizaci¨®n contra este virus".
Por otro lado, sobre la vacuna contra la enfermedad meningoc¨®cica B, Campins deja claro que, aunque mucho m¨¢s grave, su incidencia es mucho m¨¢s baja que la del VPH o el rotavirus. ¡°En el futuro estoy segura que ser¨¢ una vacuna financiada, de hecho creo que deber¨ªa serlo por la gravedad de la enfermedad, pero es una vacuna muy cara y hasta hace muy poco no se dispon¨ªa a¨²n de datos sobre su eficacia o efectividad. Recientemente en Reino Unido, donde si est¨¢ en calendario y se financia, se ha observado que tiene un gran impacto en la reducci¨®n del n¨²mero de casos¡±.
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