Los nuevos derechos humanos del siglo XXI

Un 10 de diciembre, hace 69 a?os, se aprobaba la Declaraci¨®n Universal de los Derechos Humanos. ¡°Hoy, incluso en los pa¨ªses desarrollados, muchos de los derechos humanos est¨¢n todav¨ªa en la categor¨ªa de ¡®veremos¡±, denunciaba este lunes Juan Luis Cebri¨¢n, presidente de EL PA?S. Tradicionalmente, su cumplimiento se ha exigido a los Estados, pero hay m¨¢s actores en concurso. En el Foro Internacional de Derechos Humanos organizado por EL PA?S, la FAO (la agencia de la ONU para la alimentaci¨®n y la agricultura) y la Red Espa?ola del Pacto Mundial de Naciones Unidas, se ha abordado el papel del sector privado.

En ocasiones, las grandes corporaciones manejan m¨¢s presupuesto que muchos pa¨ªses pero, cuestiones de imagen aparte, no se les exige legalmente la observancia de la declaraci¨®n. ¡°A d¨ªa de hoy, las empresas deciden voluntariamente si cumplen con los derechos humanos o no. Y eso no puede ser¡±, criticaba este lunes Esteban Beltr¨¢n, director de la ONG Amnist¨ªa Internacional en Espa?a. Beltr¨¢n pidi¨® establecer obligaciones concretas para las multinacionales que no les permitan obviarlos cuando trabajan en pa¨ªses con legislaciones menos exigentes.

¡°Pero es que las empresas debemos ser proactivas, y no limitarnos a cumplir las leyes si se producen problemas¡±, apuntaba Fernando Ruiz, director de sostenibilidad de la petrolera Repsol. Y tampoco sirve que las pol¨ªticas corporativas a este respecto se limiten a los consejos de administraci¨®n, avisaba ?ngel Pes, presidente de la Red. Ni que el foco se centre solo en las grandes transnacionales y olvide a las peque?as y medianas empresas locales, como argumentaba Bernardo Cruza, director de responsabilidad social de El Corte Ingl¨¦s.

Respetar a las comunidades en las que se opera, velar por la igualdad de g¨¦nero o luchar contra la explotaci¨®n son algunas de las contribuciones que las compa?¨ªas privadas pueden (y deben) hacer para la efectiva realizaci¨®n de los derechos humanos, seg¨²n han coincidido las compa?¨ªas presentes en el encuentro patrocinado por Telef¨®nica y El Corte Ingl¨¦s. Pero la m¨¢s importante, seg¨²n Pes, es crear empleo digno y oportunidades laborales.

Tambi¨¦n corresponde a las empresas un papel importante ante la aparici¨®n de nuevos derechos y desaf¨ªos, como la identidad y el olvido digitales, o la protecci¨®n de datos. Desde Telef¨®nica, por ejemplo, proponen una Constituci¨®n digital que contemple estas y otras cuestiones. Como el uso descontrolado de las redes sociales, que, seg¨²n Cebri¨¢n, ha provocado que la protecci¨®n contra la difamaci¨®n, la calumnia y la mentira haya desaparecido pr¨¢cticamente de las democracias actuales. ¡°Y con ellas, el derecho a la presunci¨®n de inocencia¡±, a?adi¨® Cebri¨¢n.

Pero hay otros temas que tampoco aparecen reflejados en la septuagenaria carta aprobada por las Naciones Unidas y que cobran cada vez m¨¢s importancia. Por ejemplo, el derecho a un entorno saludable, o al espacio p¨²blico. ¡°Es en estos lugares donde se realizan los derechos humanos¡±, apuntaba Antoni Guti¨¦rrez-Rub¨ª, escritor y especialista en urbanismo. Y especialmente en las zonas urbanas, donde ya vive la mayor parte de la humanidad. ¡°Si perdemos esta batalla en las ciudades, la perdemos en el mundo¡±, advert¨ªa Guti¨¦rrez-Rub¨ª. Las urbes pueden aprovechar su flexibilidad para llegar donde no lo hace la maquinaria del Estado, coincid¨ªa Paz Valiente, del Ayuntamiento de Madrid. ¡°Pero tenemos unas competencias muy limitadas y poca capacidad de acci¨®n¡±, lamentaba Valiente. Son nuevos actores para atacar una lista de deberes inconclusa que es cada d¨ªa m¨¢s larga y sofisticada.

Se trata de un evento organizado por EL PA?S, Pacto Mundial y FAO en colaboraci¨®n con el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperaci¨®n y patrocinado por El Corte Ingl¨¦s y Telef¨®nica.