El caso contra Helena Maleno: quien calla, otorga
El juicio a la activista espa?ola amenaza a¨²n m¨¢s el trabajo humanitario en las rutas migratorias
[Este texto est¨¢ firmado por todos los miembros del equipo directivo de la Fundaci¨®n porCausa: Lucila Rodr¨ªguez-Alarc¨®n, Elena Cabrera, Virginia Rodr¨ªguez, Chantal Touzet y Gonzalo Fanjul.]
Hoy, mi¨¦rcoles 27 de diciembre, la activista Helena Maleno ha sido citada en un juzgado de T¨¢nger (Marruecos) para declarar en relaci¨®n con un posible delito de tr¨¢fico de personas. De acuerdo con la informaci¨®n publicada por varios medios, las autoridades marroqu¨ªes podr¨ªan estar investigando a la activista espa?ola y a la ONG a la que pertenece, Caminando Fronteras, por las llamadas que realiza a Salvamento Mar¨ªtimo alertando de la presencia de embarcaciones a la deriva en el Mediterr¨¢neo occidental.
De prosperar, las acusaciones contra Maleno podr¨ªan tener graves consecuencias penales y personales para ella, para su familia y para la organizaci¨®n a la que pertenece. Pero las implicaciones de este caso van mucho m¨¢s all¨¢. Esta ex¨®tica interpretaci¨®n del trabajo de la activista supone afirmar que la alerta de un equipo de rescate que salva una vida es, en la pr¨¢ctica, un modo de colaborar con los traficantes de personas. Al fin y al cabo, solo se emigra cuando se llega con vida.
El argumento recuerda al reproche de aquella pol¨ªtica conservadora brit¨¢nica que denunciaba los rescates de Italia en el mar como una forma de ¡®efecto llamada¡¯.
Peor a¨²n, la personificaci¨®n de una ofensiva pol¨ªtica como la que realiza Marruecos contra Helena Maleno es un modo de amedrentar a todos aquellos que quieran hacer algo parecido. Esto debilitar¨¢ a¨²n m¨¢s las escasas redes de protecci¨®n de los migrantes que utilizan esta ruta. Caminando Fronteras lleva a?os realizando actividades de apoyo a las comunidades que se concentran en el lado marroqu¨ª de la frontera con Espa?a, formadas en su inmensa mayor¨ªa por ciudadanos de ?frica subsahariana que han vivido un verdadero infierno para llegar hasta ese punto. Su trabajo no solo ha sido esencial para mejorar las condiciones en las que viven y transitan los migrantes, sino para mantener vivos casos como el del Tarajal (febrero de 2014), en el que quince seres humanos perdieron la vida ahogados debido al hostigamiento de la polic¨ªa espa?ola.
Precisamente este punto es uno de los que nos despiertan m¨¢s inquietud. De acuerdo con la informaci¨®n de la Cadena SER, fue la propia polic¨ªa espa?ola la que activ¨® el caso contra Helena Maleno en 2016. La denuncia fue llevada ante la Fiscal¨ªa de la Audiencia Nacional, que la desestim¨® por falta de pruebas. De acuerdo con la misma fuente, ¡°en el expediente judicial del juzgado marroqu¨ª que la investiga ahora consta la remisi¨®n de documentaci¨®n, exactamente un atestado policial de la Polic¨ªa Nacional espa?ola¡±.
La posibilidad de que el Ministerio del Interior espa?ol ¨Co algunos de sus miembros- haya trasladado a Marruecos la ofensiva que no tuvo ¨¦xito aqu¨ª reviste una gravedad tan extraordinaria que debe ser aclarada cuanto antes. Como ha denunciado porCausa en repetidas ocasiones, la frontera Sur de Espa?a es el escenario de muchas ilegalidades, ninguna de ellas relacionada con la actividad de Maleno: devoluciones en caliente (sancionadas por el Tribunal de Estrasburgo), vulneraci¨®n de otras garant¨ªas de protecci¨®n internacional, detenciones arbitrarias, malos tratos e ignorancia de los derechos de los menores, por citar solo los delitos m¨¢s gruesos. Pero la involucraci¨®n en un hostigamiento tan feroz a los defensores de derechos humanos ser¨ªa cruzar un punto de no retorno.
Existe un modo de demostrar la buena voluntad de las autoridades espa?olas y es tratar este caso como lo que es: el de una ciudadana de nuestro pa¨ªs sujeta al acoso judicial por ejercer su activismo en un asunto pol¨ªticamente radioactivo. Helena Maleno merece el soporte legal de las autoridades consulares espa?olas y el apoyo expreso de nuestro Gobierno, el mismo que han manifestado personalidades de dentro y fuera de Espa?a. Hasta entonces, quien calla, otorga.
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