Un traje sensorial para ¡®vivir¡¯ cat¨¢strofes humanitarias

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En la Organizaci¨®n Europea para la Investigaci¨®n Nuclear (CERN) en Ginebra, f¨ªsicos de primer nivel exploran la estructura fundamental del universo, manejando conceptos como la antimateria y el bos¨®n de Higgs. Sin embargo, la ciencia b¨¢sica tambi¨¦n puede ser una fuente de respuestas tecnol¨®gicas a problemas humanitarios y de desarrollo global. Con el objetivo de conectar la ciencia de altos vuelos con la innovaci¨®n social, el CERN ha acogido la IV Challenge-Based Innovation (CBI), un programa de formaci¨®n experimental impulsado junto con la escuela de negocios Esade, la Universitat Polit¨¨cnica de Catalunya (UPC) y la escuela superior de dise?o IED Barcelona, entre otros centros internacionales. Permitir a los refugiados probar sus credenciales acad¨¦micas y preparar al personal humanitario para trabajar en cat¨¢strofes y conflictos son dos de los proyectos alumbrados por el maridaje entre ciencia e innovaci¨®n social.

¡°Una sola disciplina u organizaci¨®n no tiene todas las respuestas; de hecho, ni tan siquiera tiene todas las preguntas¡±, afirma Lotta Hassi, coordinadora del CBI y profesora del departamento de Operaciones, Innovaci¨®n y Ciencia de Datos en Esade. En el CBI, cinco equipos mixtos de estudiantes de ingenier¨ªa, dise?o y administraci¨®n de empresas han colaborado con expertos del CERN, ONG y la ONU para idear soluciones a otros tantos retos vinculados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Seg¨²n Hassi, esta cooperaci¨®n entre disciplinas y organizaciones no deber¨ªa ser la excepci¨®n, sino la norma, ¡°siempre que uno busca crear soluciones sostenibles y que tengan un impacto a gran escala¡±.

Un fruto de este trabajo conjunto es Sentra, un sistema de entrenamiento sensorial para personal sanitario en crisis humanitarias. Los miembros de M¨¦dicos Sin Fronteras (MSF), por ejemplo, no solo deben actuar r¨¢pido para salvar vidas, sino que deben hacerlo en entornos altamente arriesgados y estresantes, como guerras y cat¨¢strofes naturales, explica Edward Odgers IV (Esade).

El equipo Odgers observ¨® que, en gran medida, los cursos existentes repasan los protocolos m¨¦dicos est¨¢ndar al margen de las condiciones reales en las que deber¨¢n aplicarse. ¡°Hay una gran diferencia entre el desempe?o de un profesional durante un simple ejercicio y cuando desembarca en el terreno. En esta diferencia, hay vidas en juego¡±, se?ala Odgers, cuyo equipo colabor¨® con MSF, cuerpos de bomberos y el CERN.

Sensaciones virtuales

Para formar a los profesionales en primera l¨ªnea de la respuesta humanitaria, el equipo de Odgers se propuso ir m¨¢s all¨¢ de las gafas de realidad aumentada. Lo que idearon fue un traje que permite la interacci¨®n virtual mediante el tacto. A trav¨¦s la tecnolog¨ªa h¨¢ptica, utilizada en videojuegos de ¨²ltima generaci¨®n, el prototipo transmite datos sobre presi¨®n arterial, temperatura y respuesta a est¨ªmulos para aportar m¨¢s realismo al entrenamiento virtual en situaciones de riesgo.

Una sola disciplina u organizaci¨®n no tiene todas las respuestas; ni tan siquiera todas las preguntas

Lotta Hassi, coordinadora del CBI

Simult¨¢neamente, el traje registra los cambios fisiol¨®gicos que experimenta el profesional al realizar estos entrenamientos: ritmo card¨ªaco y respiratorio, funcionamiento de los m¨²sculos, sudoraci¨®n y movimiento de sus pupilas. ¡°La informaci¨®n que nos ofrecen estos sensores es importante para entender c¨®mo una persona est¨¢ respondiendo al estr¨¦s en una situaci¨®n concreta¡± explica Odgers, de EE UU. En base a ello, se puede adaptar el entrenamiento a la respuesta del individuo y valorar cuando est¨¢ preparado para afrontar una determinada situaci¨®n de riesgo.

Certificados acad¨¦micos digitales

Otro proyecto, conocido como Cortex, se propone ayudar a las personas a probar sus antecedentes acad¨¦micos: su inspiraci¨®n fueron los refugiados, que a menudo dejan atr¨¢s sus certificados al huir. ¡°A veces, tambi¨¦n pierden sus documentos de identificaci¨®n personal y, en casos de conflicto armado, es posible que sus instituciones acad¨¦micas hayan dejado de existir¡±, explica el chileno Diego Alonso Pacheco. Para su equipo la soluci¨®n pasa por cambiar de paradigma, pasando de un sistema basado en papeles y sellos a una base de datos universal que demuestre, en todo momento y lugar, el historial acad¨¦mico de los individuos.

Este sistema se basa en la tecnolog¨ªa blockchain, una red inmutable y descentralizada ¡ªuna vez introducidos los datos, no se pueden modificar a no ser que haya un consenso en la red¡ª. Seg¨²n Pacheco, este sistema evita que los datos sean borrados o falseados y verifica su autenticidad sin intermediarios. Es decir, demuestra que una determinada instituci¨®n extendi¨® un t¨ªtulo a un individuo.

Para demostrar la identidad sin necesidad de documentos f¨ªsicos, el proyecto recurre a la biom¨¦trica. ¡°Llegues al pa¨ªs que llegues, podr¨ªas obtener tus registros acad¨¦micos simplemente con tus huellas dactilares¡±, indica este estudiante de administraci¨®n de empresas, cuyo grupo colabor¨® con el CERN, la Agencia de la ONU para los refugiados, Unesco, el Consejo de Europa y diversas instituciones acad¨¦micas.

La idea de este proyecto parte de la experiencia que les relat¨® un refugiado. ¡°No puede ser que las personas pierdan oficialmente todos sus a?os de estudio porque han extraviado un papel y no lo pueden recuperar; sobre todo, teniendo en cuenta que tenemos tantas cosas digitalizadas, incluyendo la propia educaci¨®n¡±, afirma Pacheco. ¡°En muchos pa¨ªses formar a una persona supone un esfuerzo muy grande. Pensar que eventualmente no pueda hacer uso de esta educaci¨®n fue una de los primeros aspectos que nos motiv¨® a crear Cortex¡±. Para Pacheco, pasar de un sistema de certificaci¨®n en papel a uno digital tambi¨¦n puede ayudar a descentralizar ¡ªy por lo tanto, a democratizar¡ª la educaci¨®n de calidad.

Pr¨®ximos pasos

Los participantes en el CIB coinciden en destacar la importancia de trabajar en equipos multidisciplinares, a pesar de los retos que supone. ¡°Cuando hac¨ªamos lluvia de ideas, el dise?ador dec¨ªa que, pensando en el usuario, deber¨ªamos hacer tal cosa¡±, cuenta Odgers. ¡°El ingeniero le respond¨ªa que era una idea genial, pero que no se pod¨ªa ejecutar en la pr¨¢ctica, y propon¨ªa otra cosa. Luego el estudiante de administraci¨®n de empresas dec¨ªa que ninguna de esas ideas era buena porque no era viable desde un punto de vista econ¨®mico¡±.

El equipo de Cortex se propone ahora seguir desarrollando los aspectos tecnol¨®gicos y financieros del sistema de certificaci¨®n digital m¨¢s all¨¢ del programa CBI, que ha supuesto una plataforma de lanzamiento entre septiembre y diciembre de 2017. Los creadores del traje de entrenamiento sensorial tambi¨¦n siguen adelante con su proyecto, y est¨¢n trabajando para llevar su prototipo a convenciones en Suiza y Francia a principios de 2018.

El CERN les ha apoyado con tecnolog¨ªas punteras y con expertos de primer nivel, pero para Pacheco, lo m¨¢s importante ha sido descubrir que all¨ª nada es descabellado hasta que se demuestre lo contrario. ¡°Nos dec¨ªan que mientras no contradiga las leyes de la f¨ªsica, se puede hacer. Para los emprendedores sociales, esta idea es muy potente¡±.

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