Por qu¨¦ Robert Pattinson no ganar¨¢ este a?o el Oscar (aunque se lo merezca)
Firma una de las grandes interpretaciones del a?o en la magn¨ªfica 'Good Time', de los hermanos Safdie
Puede que sea una de las mejores interpretaciones del a?o, pero no parece muy probable que nominen a Robert Pattinson por la pel¨ªcula de los hermanos Safdie Good Time. A Hollywood le gusta que sus cachorros se ejerciten en el lado oscuro, que salgan de su zona de confort para despu¨¦s volver a recogerlos en sus enga?osos brazos. Pero en este caso parece que el chico les ha salido definitivamente rebelde y puede que no tenga demasiada intenci¨®n de volver al redil de las superproducciones y el star system convencional.
Desde que se convirti¨® en ¨ªdolo teen gracias a la saga Crep¨²sculo, tanto ¨¦l como su compa?era de reparto, Kristen Stewart, se han empa?ado en alejarse lo m¨¢ximo posible de la imagen prefabricada que se hab¨ªa hecho de ellos para contentar a los fans. Y lo han hecho a golpe de excelentes elecciones a la hora de seleccionar sus proyectos, vincul¨¢ndose a autores de prestigio en pel¨ªculas nada acomodaticias en las que han ido explorando diferentes facetas de sus personalidades interpretativas hasta convertirse, casi podr¨ªamos asegurar, en los actores m¨¢s valientes y arriesgados de su generaci¨®n.
Mientras Kristen se coronaba como la reina indie con trabajos como Adventureland, de Gregg Mottola, interpretando a la rockera Joan Jett en The Runaways, de Floria Sigismondi, adaptando el cl¨¢sico de Jack Keruac En la carretera a las ¨®rdenes de Walter Salles o convirti¨¦ndose en musa de Olivier Assayas, su antiguo compa?ero tambi¨¦n se pon¨ªa las pilas de manera inmediata introduci¨¦ndose en el universo de David Cronemberg.
Sab¨ªa que con Cosm¨®polis se lo jugaba todo, que el p¨²blico estaba deseando echarse encima del ex ni?o vampiro que de pronto quer¨ªa ir de int¨¦rprete intelectual. Y lo cierto es que su actuaci¨®n de yupi que se paseaba en limusina mientras cerraba tratos, practicaba sexo, se drogaba o le hac¨ªan un tacto rectal, cerr¨® todas las bocas. Adi¨®s al ¨ªdolo teen, hola al actor. A partir de ese momento, comenz¨® a trabajar a las ¨®rdenes de autores tan prestigiosos como Werner Herzog, Anton Corbijn o James Gray, y tiene pendientes de estreno lo nuevo de Harmony Korine, Claire Denis y la adaptaci¨®n de El diablo a todas horas (la perturbadora obra de Donald Ray Pollock).
Pero volvamos a Good Time. Pattinson ya hab¨ªa demostrado que se sent¨ªa c¨®modo en el lado m¨¢s salvaje junto a David Cronemberg, pero todav¨ªa faltaba que entrara en la ¨®rbita de la pareja de hermanos m¨¢s inclasificables del cine actual para saber hasta d¨®nde estaba dispuesto a llegar. ?El resultado? Un viaje alucin¨®geno y esp¨ªdico que nos sumerge en las entra?as de la desesperaci¨®n de un personaje acorralado que intenta de manera suicida encontrar una salida a ese callej¨®n sin salida en el que ¨¦l mismo se ha metido.
A Josh y Ben Safdie no les gusta poner las cosas f¨¢ciles. Su cine es inc¨®modo y convulso, se sit¨²a en los m¨¢rgenes y su esp¨ªritu parece atravesado por la herencia de John Cassavetes y el cinema verit¨¦. Una reinvenci¨®n de la modernidad cinematogr¨¢fica pasada por el filtro del puro indie americano, libre y arbitrario, atravesado por r¨¢fagas ind¨®mitas y por una enorme audacia expresiva a la hora de describir esas aceras neoyorquinas mostradas en toda su gris¨¢cea crudeza, en las que no hay un ¨¢pice de esperanza, solo soledad y fr¨ªo. Por ellas deambulan sus seres casi como si fueran fantasmas y la c¨¢mara nos los muestra en toda su vitri¨®lica dimensi¨®n, a veces atormentada, otras casi monstruosa, en muchos de los casos fr¨¢gil y torpe a la hora de afrontar decisiones. Siempre un poco perdidos y de naturaleza contradictoria y vulnerable. Al borde de la autodestrucci¨®n.
Siempre encontramos un ramalazo de verdad en sus pel¨ªculas. En Go Get Some Rosemary vert¨ªan parte de sus experiencias infantiles desde la perspectiva de su padre, un hombre sumido en el caos personal, capaz de inculcarles la sensibilidad f¨ªlmica a trav¨¦s de las pel¨ªculas que como proyeccionista pon¨ªa en el cine, pero incapacitado para educarles de una manera m¨ªnimamente sensata. En Heaven Knows What segu¨ªan los pasos de Arille Holmes de acuerdo a sus propias memorias, en las que narraba la ¨¦poca en la que con solo 19 a?os se convirti¨® en una homeless adicta a la hero¨ªna y a las relaciones desastrosas.
Por el momento, ninguna pel¨ªcula de los Safdie se ha estrenado en cines en nuestro pa¨ªs. Tampoco lo har¨¢ Good Time, que s¨ª podremos ver directamente a trav¨¦s de Netflix a partir del 11 de enero.
En ella Robert Pattinson interpreta a Connie, un delincuente callejero que atraca un banco de manera chapucera junto a su hermano Nick (interpretado por Ben Safdie), que tiene un retraso mental. Su af¨¢n protector hacia ¨¦l lo llevar¨¢ a meterse en una espiral de decisiones equivocadas de las que no podr¨¢ escapar. Good Time es un thriller urbano de texturas pulp que transcurre en una sola noche de manera casi enfermiza a ritmo de una banda sonora electr¨®nica firmada por Oneohtrix Point Never. No estamos ante un fen¨®meno cool como Drive. Good Time funciona a modo de pesadilla, de aventura insomne con un punto hist¨¦rico y rabioso, siempre imprevisible. En ella no hay postureo. S¨ª algo muy vibrante que nos arrastra y nos sumerge en su universo, tan f¨ªsico como al mismo tiempo surrealista. En ella hay fiebre, locura y suciedad.
Tampoco encontramos en ella lugar para el descanso. Toda la pel¨ªcula se encuentra en perpetuo movimiento, es agotadora. Avanzamos con Nick como si no hubiera un ma?ana, sabiendo que en cualquier momento vamos encontrarnos con un pu?etazo en la cara o un tiro en la frente. Que nadie espere que el personaje de Pattinson le vaya a caer bien. Es ego¨ªsta, se aprovecha de todos aquellos que se encuentran a su alrededor, no tiene sentimientos excepto hacia su hermano. Lo podemos definir de muchas maneras, pero nunca como h¨¦roe, tampoco como antih¨¦roe. Simplemente como un superviviente, que es, al fin y al cabo, lo que son todos los seres que inundan las ficciones de los Safdie.
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