Barcelona hispanoamericana
El secesionismo catal¨¢n ha provocado una hostilidad hacia la literatura escrita en espa?ol
¡°Ya nadie recuerda que en un tiempo lejano, all¨¢ en Barcelona por los a?os sesenta, a la sombra de las grandes editoriales y editores y premios literarios de prestigio aut¨¦ntico, y de la buena amistad de algunos escritores catalanes, y de una Carmen Balcells [¡] existi¨® un breve momento germinativo y fraterno de cohesi¨®n [¡] que brevemente, incompletamente, pudo llamarse boom¡±. La cita procede de la Historia personal del boom (1987), del escritor chileno Jos¨¦ Donoso, uno de los protagonistas del fen¨®meno junto a autores como Mario Vargas Llosa, Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, Jorge Edwards y Sergio Pitol. Todos ellos convivieron y escribieron en Barcelona, convirti¨¦ndola en una de las capitales de la literatura latinoamericana de la ¨¦poca. La cita de Donoso revela una nostalgia que hoy, 30 a?os despu¨¦s, se acent¨²a. ?C¨®mo se explica aquel ¨¦xito?
Entre los factores determinantes, Donoso se refiere a premios como el Biblioteca Breve de la editorial Seix Barral, que catapult¨® La ciudad y los perros (1962), primera novela de Vargas Llosa. En esa misma d¨¦cada, recibir¨ªan el galard¨®n cuatro escritores latinoamericanos m¨¢s, incluidos Guillermo Cabrera Infante y Carlos Fuentes. El Biblioteca Breve se sigue concediendo anualmente. Tambi¨¦n los premios Planeta y Nadal, m¨¢s medi¨¢ticos pero hist¨®ricamente menos volcados con el boom. No obstante, los tres han perdido influencia. La industria editorial dispone de medios promocionales m¨¢s efectivos. Para bien o para mal, la acogida de un libro ya no depende tanto del veredicto de un jurado. Tal vez haya influido el descr¨¦dito de ciertos galardones. El Premi d¡¯Honor de les Lletres Catalanes, por ejemplo, incluye entre sus bases el requisito de contribuir ¡°de manera notable i continuada a la vida cultural dels Pa?sos Catalans¡±. Por eso nunca se concedi¨® al botifler Josep Pla, el mejor prosista en catal¨¢n del siglo XX. ?mnium Cultural solo premia a autores que escriben en lengua catalana, por lo que tampoco ha honrado ninguna aportaci¨®n latinoamericana a nuestra cultura. De hecho, jam¨¢s ha premiado a nadie nacido fuera de esa entelequia llamada ¡°Pa?sos Catalans¡±: una muestra de la voluntad integradora del nacionalismo.
Sin embargo, Donoso destaca la amistad entre latinoamericanos y catalanes como elemento decisivo para ambos grupos. Adem¨¢s de Carlos Barral, podr¨ªa citarse a F¨¦lix de Az¨²a, Salvador Clotas y Josep Maria Castellet. Todos fueron miembros del jurado del premio Biblioteca Breve, que ayud¨® a cimentar la fama de la novela latinoamericana. Por no hablar de la superagente Carmen Balcells, cuya exitosa gesti¨®n de los derechos de sus autores es de sobras conocida. Por su parte, varios escritores del boom contribuyeron a divulgar la literatura catalana. Sostiene Valent¨ª Puig, citando a Carles Riba, que la literatura de las lenguas minoritarias precisa de una lengua de mayor alcance que le abra las puertas del circuito internacional. En este sentido, no son pocas las tesis doctorales inspiradas por el pr¨®logo Carta de batalla por Tirant lo Blanc (1969), de Vargas Llosa, que se defienden en todo el mundo.
Jordi Pujol impuls¨® la identificaci¨®n estricta entre nacionalismo y cultura catalana
Por desgracia, la relaci¨®n entre los escritores del boom y Catalu?a no estuvo exenta de desencuentros. Seg¨²n Mar¨ªa Pilar Donoso, mujer de Jos¨¦ Donoso, ambos vivieron en Barcelona ¡°con amor y con amistad pero tambi¨¦n con rechazo, sobre todo en los primeros tiempos del catalanismo que nos exclu¨ªa haci¨¦ndonos sentir dolorosamente nuestra condici¨®n de extranjeros¡±. Dejando a un lado el tema (no anecd¨®tico) del racismo hispan¨®fobo, la cita es reveladora con la perspectiva de la historia cultural m¨¢s reciente de Catalu?a. Jordi Pujol impuls¨® la identificaci¨®n estricta entre nacionalismo y cultura catalana. Su intervencionismo tuvo como consecuencia la p¨¦rdida de pluralidad y la simplificaci¨®n de una cultura que se quiso predeterminar e incluso monoling¨¹izar. El nacionalismo catal¨¢n descree del biling¨¹ismo, pues no reconoce a la lengua espa?ola como propia (art¨ªculo 3 del Estatut de 1979 y 6 del Estatut de 2006: ¡°La llengua pr¨°pia de Catalunya ¨¦s el catal¨¤¡±). Por eso no promueve a los escritores latinoamericanos residentes en Catalu?a. En un art¨ªculo de 2015, Santiago Roncagliolo, autor peruano, alertaba de los efectos de esta pol¨ªtica: el ¨¦xodo de intelectuales hispanos de Barcelona a Madrid.
Tal (des)enfoque cultural ignora las profundas ra¨ªces hisp¨¢nicas de esta tierra y, muy en particular, lo que Barcelona ha significado para Hispanoam¨¦rica ¨Cno solo durante el boom, sino tambi¨¦n antes y despu¨¦s del mismo¨C. Aqu¨ª se public¨® la carta de Col¨®n que anunci¨® el descubrimiento de las Indias (1493), texto fundacional de la literatura hispanoamericana. Aqu¨ª se reimprimieron las obras completas (1691, 1693, 1701) de sor Juana In¨¦s de la Cruz, la gran poeta novohispana. Aqu¨ª vieron la luz la autobiograf¨ªa de Rub¨¦n Dar¨ªo (1915) y Do?a B¨¢rbara (1929), de R¨®mulo Gallegos, la novela m¨¢s importante de las letras venezolanas. Ambos vivieron un tiempo en Barcelona, al igual que d¨¦cadas m¨¢s tarde lo har¨ªa Roberto Bola?o, que tambi¨¦n public¨® aqu¨ª. A pesar de estos hitos, es imposible predecir si la ciudad ser¨¢ capaz de producir un segundo boom alg¨²n d¨ªa. Las condiciones actuales no son propicias, dada la desbandada editorial provocada por el secesionismo, su hostilidad hacia lo espa?ol y, por extensi¨®n, hacia lo hispanoamericano (en palabras de Roncagliolo: ¡°Todo lo que un nacionalista catal¨¢n desprecia de Espa?a es lo que nosotros representamos¡±). Pero s¨ª se puede concluir que negar la hispanidad de Barcelona es privar a Catalu?a de uno de sus atributos esenciales.
Luis Castellv¨ª Laukamp es MHRA Postdoctoral Scholar in Hispanic Studies. University of Cambridge, Centre of Latin American Studies.
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