La sombra de la locura se cierne sobre Trump

¡°Esperar que Trump act¨²e en el inter¨¦s de Estados Unidos, es como pedir a tu gato que lave los platos¡±, ironiza Michelle Goldberg en The New York Times. La columnista, al igual que la mayor¨ªa de los editorialistas de la prensa internacional, no est¨¢ sorprendida por las revelaciones que contiene Fire and Fury: Inside the Trump White House, del periodista Michael Wolff. La obra de Wolff solo confirma lo que ya se intu¨ªa tras un a?o de presidencia Trump: el inquilino de la Casa Blanca sufre desorden mental y es inapto para gobernar.

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Trump intenta frenar un demoledor libro de su Casa Blanca y la editorial adelanta su publicaci¨®n

Donald Trump es lo que parece

El retrato que hace el periodista del magnate es el de un jefe de Estado ignorante, megal¨®mano, agresivo con sus colaboradores ¡ªque lo consideran un aut¨¦ntico ¡°idiota¡±¡ª, convencido de que alimentarse con hamburguesas de Mc Donald le evitar¨¢ ser envenenado. En otras palabras, la de una persona cuya capacidad para gobernar la primera potencia mundial es, sin duda, cuestionable. Un hombre peligroso que, lejos de ser un genio, est¨¢ socavando la funci¨®n presidencial y aislando cada vez m¨¢s a Estados Unidos en la escena internacional. Aunque los comentaristas coinciden en el diagn¨®stico, sin embargo, discrepan sobre la ¨¦tica period¨ªstica de Wolff, ¡°brillante¡± para unos, ¡°brib¨®n¡± y ¡°sensacionalista¡± para otros.

Como era de esperar, los columnistas de The New York Times son los m¨¢s cr¨ªticos con el magnate. ¡°No soy m¨¦dico¡±, escribe Charles M.Blow, pero ¡°mentir¨ªa si no reconociera que algunos comportamientos del presidente cuadran con los s¨ªntomas de una persona que sufre desorden mental¡±. Para Blow, que Trump haya conseguido construir un imperio financiero no implica que sea un genio o est¨¦ dotado de inteligencia. Pero que el presidente de EE UU no sea particularmente inteligente no es lo m¨¢s preocupante, recalca el columnista. ¡°Mientras su inestabilidad mental si lo es, y ese es nuestro mayor problema: la persona al mando del pa¨ªs es impetuosa, fr¨¢gil, hostil, irracional, intencionalmente desinformada, y semi analfabeta¡±. Pero la culpa, seg¨²n Blow, tambi¨¦n la tienen los republicanos y los miembros de la administraci¨®n Trump por no velar por los intereses de la naci¨®n al ¡°defender, excusar, proteger y absolver un hombre cuyo comportamiento est¨¢ causando un da?o irreparable¡±. Por su parte, el columnista conservador Ross Douthat estima que ¡°la gran pregunta¡± es sobre todo ¡°organizacional y psicol¨®gica: ?Ser¨¢ su entorno capaz de impedir que su falta de preparaci¨®n genere calamidades hist¨®ricas?¡±.

En la misma l¨ªnea que The New York Times, Jonathan Freeland de The Guardian, valora las escenas que se relatan en la obra como pruebas suficientes para confirmar la incapacidad de Trump para dirigir el pa¨ªs: ¡°Las ¨²ltimas revelaciones demuestran ¡ªotra vez¡ª c¨®mo de vil, narcisista y peligroso es el hombre que ocupa el despacho oval, el cual, entre otras cosas, posee una autoridad total sobre el arsenal nuclear m¨¢s poderoso del mundo¡±. Freeland se muestra tambi¨¦n preocupado por la reacci¨®n del Partido Republicano, al que acusa de ¡°connivencia¡± con la situaci¨®n ca¨®tica que se vive en la Casa Blanca. Antes de denunciar el contenido del libro, muchos republicanos, seg¨²n comenta el autor, solo se han mostrado complacidos con la ca¨ªda de Steve Bannon y su enfrentamiento con Trump, que aleja al mandatario del radicalismo y lo acerca a la facci¨®n m¨¢s moderada del partido. Para el columnista Matthew d¡¯Ancona, la Casa Blanca que retrata Wolff se asemeja a la corte de un monarca medieval enloquecido. El ¡°brillante¡± libro de Wolff, seg¨²n d?Ancona, ¡ªque trabaj¨® en el pasado con el periodista norteamericano¡ª rinde un ¡°importante servicio democr¨¢tico¡± al pa¨ªs al anular definitivamente la rid¨ªcula percepci¨®n que Trump ser¨ªa "normalizado" al alcanzar la presidencia.

Para el escritor italiano y columnista de La Repubblica, Vittorio Zucconi, no cabe duda de que el ¡°Rey Donald est¨¢ loco¡± y que estamos presenciando una tragedia shakespeariana en toda regla. Tras la publicaci¨®n del libro, ¡°Trump ha acudido inmediatamente a su terapeuta, su salvavidas personal siempre que se siente alterado: Twitter¡±, ironiza el periodista, y quiz¨¢, subraya, esa reacci¨®n es lo que realmente deber¨ªa preocuparnos, ya que solo una persona con ¡°serios problemas de salud mental¡± puede actuar de esta forma. Adem¨¢s, si Trump realmente fuera un genio, no necesitar¨ªa clamarlo en las redes sociales. No cabe olvidar que el magnate tiene a su disposici¨®n el bot¨®n rojo m¨¢s grande del mundo, advierte: ¡°Porqu¨¦ as¨ª se lo dijo a Kim Jong-un: mi bot¨®n es m¨¢s grande que el tuyo¡±.

¡°El libro de Wolff tendr¨ªa que haberse titulado: Farsa y fantas¨ªa: las artima?as de la Casa Blanca¡±, escribe el columnista de Al Jazeera, Marwan Bishara. La obra, que seg¨²n el autor se lee como una novela trash, podr¨ªa incluso ser hilarante si no fuera aterradora. Trump, ¡°con sus continuos arrebatos p¨²blicos, sus vulgares y enga?osos tuits, y, lo m¨¢s importante, su incompetencia¡± est¨¢ socavando la funci¨®n presidencial. Seg¨²n el periodista, su respuesta, en la que ataca tanto al autor como a las fuentes con t¨¦rminos de los m¨¢s infames y despreciables, desacredita a¨²n m¨¢s al presidente cuya ¡°locura e incompetencia¡±, sobre todo en el plano diplom¨¢tico, tiene consecuencias m¨¢s all¨¢ de las fronteras norteamericanas. ¡°El desastre es global¡±, se?ala Bishara, tras citar el ejemplo de la ola de violencia desatada por la decisi¨®n de Trump de reconocer a Jerusal¨¦n como capital de Israel. Un presidente no puede tomar decisiones tan importantes bas¨¢ndose en los consejos de los miembros de su familia, denuncia el autor, centrando en el foco de su cr¨ªtica la influencia de la pareja formada por su hija Ivanka Trump y su marido Jared Kushner, ambos de confesi¨®n jud¨ªa y sionistas asumidos.

Una lectura imprescindible, a pesar de Wolff

¡°Nada mejor que un brib¨®n para capturar a otro brib¨®n, y Michael Wolff con su ¨²ltimo libro, es seguramente el tramposo m¨¢s indicado para pillar al presidente Trump¡±, escribe Virginia Heffernan en The Los Angeles Times, haci¨¦ndose eco de las numerosas cr¨ªticas suscitadas por ¡°el m¨¦todo Wolff¡±. Heffernan recuerda que el periodista ha sido acusado en repetidas ocasiones de inventarse los hechos y que en el caso de Fire and Fury, tanto el uso de artima?as heredadas del periodismo sensacionalista del siglo XX como la dramatizaci¨®n de los di¨¢logos ¡°que parecen haber sido escritos para Netflix¡±, son m¨¢s que claros. Pero, ?a qui¨¦n le importa?¡±, se pregunta Heffernan. ¡°Wolff es desagradable, s¨ª. Juega seg¨²n sus propias reglas. Qu¨¦ sorpresa. Nadie que sea amable o que cumpla con las reglas hubiera podido aguantar ese repugnante equipo ¡ªMurdoch, Bannon, Roger Ailes, o por caridad, al propio Trump¡ª lo suficiente para poder sacar a la luz esta historia¡±. Pese a las cr¨ªticas, y debido a que el mundo se encuentra a la merced de Trump, ¡°har¨ªamos bien en escuchar su discurso f¨¦tido de vestuario, recogido por un escritor capaz de soportarlo¡±, matiza Heffernan.

Un punto de vista que comparte Financial Times, que, a pesar de calificar, en su editorial, el libro de ¡°sensacionalista¡± y poner en duda la veracidad de algunas de las an¨¦cdotas que contiene, considera ¡°el poder de Fire and Fury real¡±. ¡°El relato es cautivador precisamente ¡°porque es coherente con todo lo que se ha visto de la administraci¨®n Trump hasta ahora¡±, explica FT que percibe las amenazas de Trump de demandar la editorial como una prueba m¨¢s de que Wolff ha dado en el clavo. El simple hecho que un periodista haya sido autorizado a entrar en la Casa Blanca, sin la m¨ªnima supervisi¨®n, demuestra la ineptitud del magnate.

Un linchamiento medi¨¢tico injusto

Opini¨®n minoritaria dentro de las reacciones suscitadas por el libro de Wolff, y probablemente compartida por el propio Trump y sus seguidores, para Maxime Tandonnet, historiador y ensayista, Fire and Fury no es m¨¢s que la ¡°apoteosis del linchamiento medi¨¢tico, especialmente en boga en los tiempos que corren¡±. Su tribuna, publicada en el diario Le Figaro, es una cr¨ªtica abierta de una obra que seg¨²n ¨¦l se centra en la vida privada, la intimidad del mandatario y no en lo que realmente deber¨ªa importar a los observadores del mundo pol¨ªtico: su acci¨®n. ¡°Este libro convierte al presidente en chivo expiatorio. No habla del jefe de Estado sino de su maldito reflejo, el hombre a vencer¡±, estima el que fue consejero del expresidente conservador Nicolas Sarkozy.

Los opinadores ser¨ªan, a su parecer, incapaces de reconocer el impacto positivo de las pol¨ªticas conducidas por el inquilino de la Casa Blanca: ¡°?A qui¨¦n se le ocurrir¨ªa rendir homenaje a Trump y Putin por sus victorias sobre la barbarie del ISIS?¡±, se pregunta Tandonnet recordando que bajo las presidencias de George Bush hijo y de Barack Obama, Oriente Pr¨®ximo ¡°se vio sumido en el caos¡±. Es mucho m¨¢s f¨¢cil, recalca el polit¨®logo, tachar al magnate de demente que de criticar, por bien o por mal, el fondo de su pol¨ªtica. M¨¢s all¨¢ del linchamiento medi¨¢tico que sufrir¨ªa injustamente Trump, lo que indigna al autor es la personalizaci¨®n extrema del ejercicio del poder, ¡°ese culto narcisista de la imagen, de las peque?as frases pol¨¦micas¡± que limitan la pol¨ªtica a una exaltaci¨®n de la idolatr¨ªa o del desprecio odioso.