Defender a quien defiende
Tras o¨ªr la declaraci¨®n de Helena, el juez se debe estar preguntando: ?c¨®mo puede haber llegado esto aqu¨ª?, ?por qu¨¦ hay gente que quiere perjudicar a esta se?ora?
Estoy comiendo con Helena Maleno en T¨¢nger. Su m¨®vil no para de sonar. Franc¨¦s, espa?ol, ¨¢rabe. Salvamento mar¨ªtimo, Estado marroqu¨ª, familiares. Cara tranquila y manos firmes que escriben datos en los manteles. Hace pocas preguntas: ?cu¨¢ntos?, ?color?, ?lugar de salida?, ?direcci¨®n?, ?potencia del motor? Las que con el tiempo sabe imprescindibles para encontrar a la gente. Las que le pedir¨¢ salvamento mar¨ªtimo.
54 personas. 3 ni?os. Pero, ?hay una o dos? M¨¢s llamadas. Hasta que consigue la informaci¨®n precisa. No hay ni una, ni dos. Hay tres. Han encontrado una. 11 muertos. 8 desaparecidos. Y mientras seguimos comiendo. Y hablando de su situaci¨®n.
Llama salvamento mar¨ªtimo que necesita m¨¢s precisi¨®n para rescatar las otras dos. Ella alaba la labor hiperprofesional de salvamento mar¨ªtimo de Almer¨ªa que tiene unos valores ¨¦ticos a prueba de bombas. Y seguimos comiendo. Y siguen llamando. Como si fuera lo m¨¢s normal del mundo. De hecho, normal no es, pero desgraciadamente es habitual.
Por la noche, nos hemos encontrado con unos 200 o 300 j¨®venes en la catedral. Ven¨ªan del bosque. A pie. En medio de la lluvia y un fr¨ªo terrible. Y cuando hemos terminado casi a las nueve de la noche han regresado al bosque, tambi¨¦n a pie. Mojados y sin la ropa adecuada.
Han venido solo para apoyar a Helena. Y lo han hecho dentro la catedral porque es el ¨²nico lugar donde se sienten seguros. Afuera tienen miedo, mucho miedo. En sus ojos se ve. Son j¨®venes. Mucho. Casi cr¨ªos algunos de ellos. Parece un grupo de instituto.
Ma?ana ser¨¢n ellos los que intentar¨¢n saltar la valla o se meter¨¢n en un bote de juguete para cruzar el estrecho. Y con una llamada sabremos si los han rescatado, si han muerto o si han desaparecido. As¨ª de duro. Por el delito de querer vivir. Mejor dicho sobrevivir.
Y mientras tanto, la Polic¨ªa espa?ola hace informes contra Maleno y, por ende, contra la esperanza de esta gente. Convirtiendo el salvador en verdugo. Convirtiendo su compromiso en culpabilidad. Su acci¨®n desinteresada de socorrer, la acusan de lucro. Salva vidas y la acusan de provocar las muertes. Y como la Audiencia Nacional espa?ola no ve delito, como no pod¨ªa ser de otro modo, traspasan el expediente a Marruecos para que, aparte de hacer el trabajo sucio de contener a las personas que quieren llegar a Espa?a, hagan tambi¨¦n el de cargarse a quienes nuestro Estado de derecho no puede.
Es muy grave. Y por eso hemos apoyado a Maleno. Por eso, la Coordinadora de ONGD de Espa?a, y mucha m¨¢s gente, hemos presionado a todas las personas que hemos podido. Por eso, visitamos el lunes al c¨®nsul. Y, por eso, la Embajada ha respondido y est¨¢ trabajando para deshacer lo que la polic¨ªa ha hecho.
A estas alturas, despu¨¦s de o¨ªr la declaraci¨®n de Helena, el juez se debe estar preguntando: ?c¨®mo puede haber llegado esto aqu¨ª?, ?por qu¨¦ hay gente que quiere perjudicar a esta se?ora?, ?qu¨¦ mundo hemos creado para que haya gente que quiere tanto mal a quien hace tanto bien?
Esperaremos la declaraci¨®n del d¨ªa 31. Esperaremos que el Estado espa?ol deje claro que no persigue a Maleno y, mientras tanto, le seguiremos enviando toda la energ¨ªa y le daremos todo nuestro apoyo.
Francesc Mateu es vicepresidente de la Coordinadora de ONG para el Desarrollo (CONGDE).
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