Mamadou, Soufiane y otros ni?os que no importan
Adolescentes fallecidos bajo la tutela estatal, otros que no pueden ir al colegio por no tener papeles... Las ¨²ltimas noticias revelan deficiencias en la atenci¨®n a los m¨¢s vulnerables en Melilla
Cualquier beb¨¦ es adorable. Los negritos, los chinitos, los blanquitos espa?olitos, claro... Pero luego crecen, pasan por la edad del pavo y ya empiezan a ser un poco m¨¢s inaguantables con su actitud, sus contestaciones, su facilidad para meterse en problemas y su repentina afici¨®n por lo prohibido, lo peligroso o por las dos cosas a la vez. Toleramos a nuestros hijos, sobrinos y dem¨¢s variantes familiares por eso mismo, porque son sangre de nuestra sangre. Pero cuando nos son ajenos, ah¨ª ya no. Esos molestan. Los problemas que tra¨ªa el beb¨¦ inmigrante que lleg¨® en patera con su madre nos importaban porque el peque?o era tan bonito, tan indefenso... Pero ese p¨²ber con cara de malas pulgas y barba incipiente, que no tiene padres conocidos, que recibe prestaciones provenientes de los recursos p¨²blicos cuando ni siquiera es de aqu¨ª... Ese es el mal. De ese nos desentendemos porque molesta, porque seguro que es peligroso, a lo mejor lleva una navaja y fuma porros, porque ser¨¢ un delincuente juvenil y nos causar¨¢ problemas. Peque?os y grandes est¨¢n bajo la misma protecci¨®n de la Convenci¨®n de los derechos del ni?o, que existe desde 1989. Pero a los que hacen ruido, a los que no son perfectos e inmaculados, parece que esos derechos les lucen menos.
Estos son, por ejemplo, los ni?os migrantes. Los llaman Menores No Acompa?ados (Mena), y seguro que m¨¢s de un melillense se ha cruzado de acera al toparse con uno o varios de ellos. Resulta que el 10% de los delitos cometidos en Melilla son responsabilidad de estos chavales, seg¨²n aclar¨® el juez de menores Alvaro Salvador Prieto. De ellos dice la ONG Save the Children que hay unos 4.000 en todo el territorio nacional y cerca de la mitad est¨¢n en Melilla, un dato superior a otros que aportan organizaciones como Harraga, que en un informe de 2016 apuntaba a la existencia de 403. En mayo de 2017, el Gobierno asegur¨® en el Senado que eran 474. Por su parte, el presidente de la ciudad aut¨®noma, Juan Jos¨¦ Imbroda, dijo en febrero de 2018 que el centro La Pur¨ªsima, con capacidad para 300, acoge a 500 chicos. Y que entre 100 y 200 m¨¢s permanecen en la calle.?
Vienen solos a Espa?a, camuflados en veh¨ªculos, o de polizones en los ferries... Ingenian mil maneras para llegar a este pa¨ªs en busca de oportunidades mejores, para salir de un probable entorno de pobreza en la que han nacido. Llegan y est¨¢n solos, en una edad dif¨ªcil, sin estar sujetos a la disciplina de una madre, un padre, un entorno familiar que los gu¨ªe, los eduque y los castigue como nos castigaron a todos con esas edades: con firmeza, pero sin odio. Estos quedan a su libre albedr¨ªo en el mundo hostil. Ingresan en centros de acogida saturados ¡ªen Melilla hay unos 600¡ª, o quedan abandonados en la calle, donde no suelen importar demasiado. Otra vez, en Melilla se calcula que hay unos 100 sin hogar. A¨²n recuerdo cuando un chaval de 20 a?os, Karim se llama, me cont¨® lo desorientado que se qued¨® cuando, el d¨ªa de su 18 cumplea?os, en vez de soplar las velas de una tarta el centro de acogida donde viv¨ªa desde su llegada a Espa?a, lo que recibi¨® fue su maleta y un "hasta-luego-buena-suerte". Este chico fue acogido por un alma caritativa que cuida de estos adolescentes cuando son desechados por el sistema.
Mamadou Barry y Soufiane eran dos de estos menores solitarios dejados a la buena de dios. Ahora, ya no se enfrentan a la incertidumbre y a la soledad porque se han muerto. ?De qu¨¦ y por qu¨¦? Nadie lo sabe a¨²n con certeza. Pero estos ni?os, menores de edad, marroqu¨ª y guineano, se encontraban bajo la tutela de la Consejer¨ªa de Bienestar Social del Gobierno de Melilla cuando perdieron la vida.
Soufiane y Mamadou murieron con 18 d¨ªas de diferencia. El 22 de diciembre, Mamadou se rindi¨® en el hospital despu¨¦s de 20 d¨ªas en coma. Jos¨¦ Palaz¨®n es un activista que fund¨® una ONG para defender los derechos de la infancia que se llama Prodein y cada dos por tres es amenazado con denuncias, cuando no se las ponen directamente, por contar abiertamente los abusos contra los ni?os melillenses. En el caso de Mamadou, Palaz¨®n ¡ªque, por cierto ha recibido tambi¨¦n diversos premios de derechos humanos por su trabajo¡ª, asegur¨® que la muerte le sobrevino tras una pelea en la que se enzarz¨® dentro del centro donde estaba acogido. Lejos de aceptar esa versi¨®n, la Consejer¨ªa de Bienestar Social dijo que no, que eso era falso y que iban a denunciar a este activista por realizar esas acusaciones. El 9 de febrero, el consejero Daniel Ventura dijo en rueda de prensa que la autopsia hab¨ªa revelado una miocardiopat¨ªa hipertr¨®fica obstructiva, una dolencia que produce arritmias, pero no se entreg¨® documentaci¨®n alguna en ese acto.
Es el mismo sitio de la escollera de Melilla. En la foto de arriba con las concertinas ya puestas para que no suban los...
Gepostet von Jos¨¦ Palaz¨®n am Montag, 26. M?rz 2018
En cuanto a Soufiane, fue hallado muerto en su cama del centro de menores Gota de Leche de la ciudad aut¨®noma el pasado 4 de enero por la ma?ana. El chico, de 17 a?os, estaba internado all¨ª desde que en diciembre le amputaran un pie tras caerse de los bajos de un cami¨®n cuando intentaba llegar a la Pen¨ªnsula de poliz¨®n.
En ambos casos, los familiares de los fallecidos han denunciado que no se les inform¨® de las muertes ni han tenido posibilidad de revisar las autopsias, tal y como han publicado varios medios de comunicaci¨®n como La Marea, El faro de Melilla, Eldiario.es o P¨²blico. Los padres de Soufiane aseguraron haber conocido la muerte de su hijo a trav¨¦s de una llamada de Jos¨¦ Palaz¨®n. La reacci¨®n del consejero Ventura se lee en un mensaje que colg¨® en Twitter enlazando a la noticia: "O sea q este menor tiene padres y han aparecido ahora o Palaz¨®n sab¨ªa q exist¨ªan y ten¨ªa contacto con ellos? Para la administraci¨®n familia no ten¨ªa y por ello estaba acogido" (sic). En declaraciones recogidas por Cadena Ser, Ventura esgrim¨ªa?"que los padres hubieran venido antes y no a por su cad¨¢ver". Este peri¨®dico ha intentado contactar en varias ocasiones por tel¨¦fono con la Consejer¨ªa y en otras dos por correo electr¨®nico solicitando m¨¢s informaci¨®n, pero en ning¨²n caso ha habido respuesta. Ojal¨¢ un d¨ªa nos d¨¦ una entrevista para hablar largo y tendido de los ni?os en Melilla, va por aqu¨ª la invitaci¨®n a realizarla cuando ¨¦l quiera.
Este par de muertes desencaden¨® en su momento una tormenta pol¨ªtica en la ciudad aut¨®noma repleta de acusaciones, exenci¨®n de responsabilidades y falta de tacto que, de momento, solo ha servido para constatar de nuevo lo poco que parecen importar estos ni?os. Pero ya se ha calmado y no parecen importar ni las razones por las que dos adolescentes se mueren de semejante manera, ni el hacinamiento de los chiquillos en los centros de acogida, ni las condiciones de quienes est¨¢n en la calle. Por ahora, el defensor del Pueblo ha abierto una investigaci¨®n para esclarecer las circunstancias de los fallecimientos, sin resultados hasta hoy.?
Y mientras, llegan m¨¢s noticias de las que no caben en un telediario. Por ejemplo, que un grupo de padres melillenses est¨¢ recogiendo firmas en Internet para escolarizar a m¨¢s de 200 ni?os de la ciudad que no pueden asistir porque no tienen papeles, seg¨²n se explica en la petici¨®n online. "Les est¨¢n exigiendo que demuestren que est¨¢n empadronados, algo que en Melilla resulta casi imposible sin documentaci¨®n. Sin papeles no te empadronan, y sin padr¨®n no te dan papeles. ?C¨®mo van a escolarizarse entonces?", reza la misma. O que en el puerto han colocado concertinas, como las que ya est¨¢n en lo alto de las vallas fronterizas, para que no crucen tampoco por all¨ª.
Si hubieran sido beb¨¦s gorditos y sonrientes...
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