A mal tiempo, buenos ¡®meteos¡¯

Asociamos la Ant¨¢rtida con el fr¨ªo; el intenso fr¨ªo, combinado con terribles ventiscas y con unas condiciones meteorol¨®gicas que dificultan sobre manera la vida all¨ª. Las cr¨®nicas que nos dejaron los primeros exploradores ant¨¢rticos transmiten con dramatismo el tiempo inclemente que sufrieron en sus m¨ªticas expediciones. A medida que fueron estableci¨¦ndose bases y que se despert¨® el inter¨¦s cient¨ªfico por el continente blanco, comenzaron a instalarse estaciones meteorol¨®gicas y a tener registros de las temperaturas y de otras variables como el viento o la precipitaci¨®n. Ello ha permitido tener un conocimiento preciso de la climatolog¨ªa y de la din¨¢mica atmosf¨¦rica en el principal congelador del planeta, y est¨¢ permitiendo estudiar lo que ocurre en la Ant¨¢rtida en el contexto del cambio clim¨¢tico actual.

Desde la fundaci¨®n de la Base Ant¨¢rtica Espa?ola (BAE) Juan Carlos I, en febrero de 1988, no ha faltado en ninguna campa?a personal de la Agencia Estatal de Meteorolog¨ªa (AEMET), una instituci¨®n que con anterioridad a 2008 era el antiguo Instituto Nacional de Meteorolog¨ªa (INM). Entre esos profesionales figuran tanto meteor¨®logos como observadores, si bien para el resto de personal ant¨¢rtico de las bases todos ellos son ¡°los meteos¡± (el personal de Meteorolog¨ªa). De su labor ¡ªapoyada en todo momento por la instituci¨®n a la que pertenecen¡ª se benefician, en mayor o menor medida, todos los participantes de las campa?as, gracias a las predicciones que elaboran y difunden, como a los datos que registran con los distintos instrumentos instalados en las bases y en otros enclaves de inter¨¦s, como en alguno de los glaciares de la isla Livingston que se monitorizan. El correcto funcionamiento de toda esa instrumentaci¨®n es uno de los principales cometidos del personal de AEMET que se desplaza a la Ant¨¢rtida.

Gracias al empe?o y buen hacer de los primeros meteor¨®logos espa?oles que participaron en campa?as ant¨¢rticas, hoy en d¨ªa se mantiene una actividad continua all¨ª en materia meteorol¨®gica y contamos con series climatol¨®gicas de datos de 30 a?os. Entre aquellos pioneros destaca la figura de Juan Cisneros, que luch¨® contra viento y marea para que hubiera meteos en las bases ant¨¢rticas y la meteorolog¨ªa formara parte de la investigaci¨®n polar. Cisneros llev¨® a cabo sondeos del ozono ant¨¢rtico durante varias campa?as, mediante la suelta de globos. Otro de los meteor¨®logos que ha llevado una importante labor en la Ant¨¢rtida ha sido Alberto Castej¨®n, quien durante siete campa?as ejerci¨® como jefe de la BAE Juan Carlos I, y tampoco puedo olvidarme de Manuel Ba?¨®n, con 11 campa?as a sus espaldas y tambi¨¦n jefe de la base durante dos de ellas.

Desde hace a?os, qued¨® constituido el Grupo Ant¨¢rtico de AEMET, cuyo coordinador actual es el meteor¨®logo Jes¨²s Riesco, y que cuenta con el respaldo de la Direcci¨®n de Producci¨®n e Infraestructuras de la Agencia. Pertenecen a este grupo una serie de profesionales de AEMET, altamente especializados, que son los encargados de participar en las campa?as, altern¨¢ndose entre ellos, pues solo cuatro tienen cabida en cada campa?a: dos observadores y dos predictores. Los primeros tienen como principal misi¨®n el mantenimiento de los equipos, la calibraci¨®n de las estaciones autom¨¢ticas y la gesti¨®n correcta de los datos meteorol¨®gicos registrados, mientras que los predictores se encargan del pron¨®stico meteorol¨®gico. No solo se le facilitan al personal de las bases, sino tambi¨¦n al buque Hesp¨¦rides, que durante toda la campa?a est¨¢ navegando por el entorno de las Shetland del Sur, haciendo varias traves¨ªas por el mar de Hoces y tambi¨¦n este a?o llegando hasta la isla Elefante y las Orcadas del Sur, algo m¨¢s al este del extremo norte de la Pen¨ªnsula Ant¨¢rtica.

Actualmente, en la primera fase de la presente campa?a ¡ªla XXXI¡ª est¨¢n trabajando en la Ant¨¢rtica Juan Ignacio P¨¦rez Soladana (Nacho), que es el encargado de las labores de observaci¨®n, y Sergi Gonz¨¢lez, como predictor. En la segunda fase les dar¨¢n el relevo Jos¨¦ Vicente Albero (observador) y Fausto Polvorinos (predictor), con los que coincidir¨¦ durante mi periplo ant¨¢rtico de los meses de febrero y marzo. Jos¨¦ Vicente es uno de los veteranos ant¨¢rticos, pues con la actual ha participado en diez campa?as ant¨¢rticas. A este magn¨ªfico profesional y apasionado de la literatura polar, le debo muchas de las cosas que he aprendido en los ¨²ltimos meses, dentro de la preparaci¨®n de mi viaje. Nacho tambi¨¦n conoce bien la Ant¨¢rtida, pues con esta son ya cinco las campa?as en las que participa. Respecto a los dos predictores, Sergi aporta la juventud y una desbordante energ¨ªa y Fausto la experiencia, con un largo y brillante curr¨ªculum como meteor¨®logo.

M¨¢s informaci¨®n

El gran jefe polar

La apertura de las bases

Con estos profesionales y el resto de integrantes del Grupo Ant¨¢rtico de AEMET, los registros meteorol¨®gicos en nuestras estaciones ant¨¢rticas y la labor meteorol¨®gica que se desarrolla all¨ª no pueden estar en mejores manos. Gracias a todos sus compa?eros meteos que participaron en anteriores campa?as, sabemos muchas cosas de la meteorolog¨ªa ant¨¢rtica y datos precisos del ¡°mal tiempo¡± tan com¨²n en aquellos parajes. Para hacernos una idea de los rigores ant¨¢rticos, sepa que en los ¨²ltimos 30 a?os, en la BAE Juan Carlos I se han llegado a medir -22,6 ?C (el 15 de julio de 2007, en uno de los inviernos australes). Afortunadamente, las campa?as se llevan a cabo durante el verano austral y cuando incide un temporal la sensaci¨®n t¨¦rmica se acerca ¡°solo¡± a los -20 ?C. Siempre nos quedar¨¢n los ¡°meteos¡± para avisarnos con antelaci¨®n de las inclemencias venideras.