Cosas insospechadas que le hacen caer rendido ante alguien
Hay quien dice que el f¨ªsico es lo m¨¢s importante, y otros que lo m¨¢s importante est¨¢ en el interior, pero, ?cu¨¢l de las dos frases es cierta?
Nuestra cultura est¨¢ llena de frases hechas y de afirmaciones que hacemos como si fueran ley. Algunas incluso son contradictorias entre s¨ª, por ejemplo, en lo que a la atracci¨®n sexual se refiere. As¨ª, todos hemos escuchado expresiones como, ¡°al final el f¨ªsico es lo que m¨¢s atrae¡± o ¡°lo importante est¨¢ en el interior¡±. Pero realmente, ?cu¨¢l de las dos lleva la raz¨®n? La ciencia ha analizado diferentes factores para averiguar qu¨¦ nos influye de verdad a la hora se sentirnos atra¨ªdos por otra persona.
?Qu¨¦ factores influyen en la atracci¨®n sexual?
Parece que fijarnos en alguien no es un hecho del todo aleatorio, ni tiene que ver con las flechas de Cupido. Seg¨²n la psic¨®loga Zoraida Granados, habr¨ªa que distinguir entre la atracci¨®n que surge por ¡°caracter¨ªsticas personales y f¨ªsicas del individuo¡± y aquellas cuestiones m¨¢s de ¨ªndole social. Y es que existen muchos factores que nos llevan a desear al vecino de enfrente y no al del tercero. El primero de todos es precisamente ese: el de la proximidad a esa persona.
¡°La proximidad puede incrementar la familiaridad y, esta a su vez, puede aumentar la atracci¨®n¡±, apunta Granados, que recuerda el hecho de que las personas que nos son m¨¢s cercanas, igualmente nos son m¨¢s accesibles, y que por norma general vemos m¨¢s inadecuado, o incluso peligroso, tratar con desconocidos.
Vemos m¨¢s inadecuado, o incluso peligroso, tratar con desconocidos
La psic¨®loga destaca otro factor fundamental, como es la semejanza. De esta forma, ¡°conforme aumenta la semejanza con las personas, aumenta la atracci¨®n. Por ejemplo, personas semejantes en procedencia ¨¦tnica, geogr¨¢fica, religi¨®n, nivel cultural, clase social y edad, tienden a sentirse atra¨ªdos entre s¨ª¡±.
En cuanto a las caracter¨ªsticas m¨¢s propias a la persona, Zoraida Granados revela que la mayor¨ªa de estudios se?ala que los rasgos m¨¢s atrayentes son aquellos relacionados con el afecto, como ser feliz, cari?oso o considerado. Tambi¨¦n la impresi¨®n que da esa persona, no solo f¨ªsica, sino emocional, a trav¨¦s de se?ales no verbales como sonre¨ªr, mirar con atenci¨®n o expresar emociones. Sin embargo, tambi¨¦n destacan como punto clave de la atracci¨®n las habilidades sociales y la inteligencia.
Sapiosexuales, pero no mucho
Otra de las posibles teor¨ªas es que la atracci¨®n no solo depende del objeto de deseo, sino del deseante. Es decir, que hay personas que se fijan m¨¢s en unas personas u otras, seg¨²n su propio criterio. En este grupo entrar¨ªan lo que se denominan ¡°sapiosexuales¡±.
Aclara este concepto la soci¨®loga Lara Herrero, que aclara que si bien los demisexuales, son aquellos que necesitan un v¨ªnculo emocional para sentirse conectados sexualmente con otra persona, ¡°para los sapiosexuales lo que realmente resulta atractivo es conocer a una persona y sentirse atra¨ªda por su intelecto, su manera de comunicar, sus valores, su pensamiento o su ingenio¡±.
Un CI mayor de 130 puede incluso repeler a posibles parejas sentimentales
Sin embargo, parece que no cualquier inteligencia vale. Seg¨²n un estudio realizado por investigadores de la University of Western (Australia), en el que se compar¨® el atractivo de ciertas personas y su coeficiente intelectual, las personas inteligentes atraen, pero no cuando lo son demasiado. En concreto, los resultados del estudio arrojaron que para la mayor¨ªa de las personas, un coeficiente de inteligencia muy alto en un compa?ero, es decir un CI mayor de 130, puede incluso repeler a posibles parejas sentimentales. Por otra parte, un CI de 120 parece ser el calificado como el m¨¢s sexualmente atractivo y el m¨¢s deseable en una pareja a largo plazo.
Es decir, que hay personas que se sienten atra¨ªdas por la inteligencia del otro, pero sienten rechazo cuando esta persona es mucho m¨¢s inteligentes que ellos. Quiz¨¢s por aquello de la atracci¨®n por semejanza. Igualmente, la soci¨®loga a?ade que no hay que olvidar que ¡°la atracci¨®n sexual puede ser variable. Lo que con 20 a?os nos resultaba atractivo, puede no parec¨¦rnoslo con 40¡±.
El f¨ªsico que m¨¢s nos atrae
Otras posturas defienden que lo que m¨¢s nos atrae es el f¨ªsico. Sin embargo, m¨¢s all¨¢ del canon de belleza del momento, parece que lo que m¨¢s nos importa es la gen¨¦tica de la otra persona. Es decir, que no es solo cuesti¨®n de ser ¡°guapos¡± sino de que nuestro f¨ªsico d¨¦ la impresi¨®n de tener buenos genes. Por ejemplo, un hombre con cabello abundante y fuerte, en vez de uno con calvicie, dar¨¢ a pensar que es m¨¢s probable que los ni?os nazcan con el pelo de su padre. Aunque sea de manera inconsciente.
As¨ª, la sex¨®loga Sonia Garc¨ªa aporta que por norma general, nos atraen ¡°las personas aparentemente f¨¦rtiles, con buenos genes y cuyo sistema inmune se presupone sano y fuerte, por tanto, el atractivo f¨ªsico se determina por criterios de reproducci¨®n o descendencia y ausencia de enfermedad¡±.
"Que la escler¨®tida del ojo sea completamente blanca (la capa m¨¢s externa del globo ocular) y un olor corporal agradable son factores que nos hacen sentirnos atra¨ªdos por otras personas", Sonia Garc¨ªa (sex¨®loga)
En cuanto a si realmente hay ciertos rasgos que nos atraen m¨¢s que otros, los investigadores y divulgadores Randy Thornhill y Steven Gangestad, constataron que las personas con un rostro m¨¢s sim¨¦trico son sexualmente m¨¢s activas, por lo que cabr¨ªa pensar que es un rasgo que resulta especialmente atractivo a ambos sexos.
Igualmente, Sonia Garc¨ªa se?ala otros factores curiosos como que ¡°la escler¨®tida del ojo sea completamente blanca (la capa m¨¢s externa del globo ocular) y un olor corporal agradable¡±. Sobre este ¨²ltimo, parece que el olfato es un factor clave en las relaciones sociales, y en el fen¨®meno de la atracci¨®n. As¨ª, un estudio de publicado en el bolet¨ªn de la Society for Personality and Social Psychology, ya en los a?os 80, establec¨ªa que un olor agradable aumentaba la atracci¨®n entre los sujetos de estudio.
M¨¢s recientemente, una publicaci¨®n de la Universidad de Brown (EE.UU) avalada por Rachel Herz, profesora asistente adjunta de psiquiatr¨ªa y conducta humana, afirmaba que existe una conexi¨®n entre la atracci¨®n sexual y el olfato, explicando que las mujeres buscan un olor que sea diferente al de ellas mismas y su familia, es decir, gen¨¦ticamente diferente, y por tanto, con una posible mejor progenie.
Diferencias entre hombres y mujeres
La ciencia tambi¨¦n ha querido saber si hay un perfil de persona que se sienta m¨¢s atra¨ªda por unas caracter¨ªsticas y otro perfil por otras. M¨¢s concretamente, si la atracci¨®n sexual se diferencia, por ejemplo, seg¨²n el g¨¦nero.
Precisamente, un estudio de la Universidad Aut¨®noma de Madrid publicado en Plos One en 2015? analizaban lo que los hombres y las mujeres consideran atractivo, partiendo de la base de que la simetr¨ªa facial es atractiva para ambos sexos, pero que esta no es percibida de igual forma en hombres y en mujeres.
Los hombres se sienten atra¨ªdos por rostros m¨¢s comunes, seg¨²n un estudio de la Universidad Aut¨®noma de Madrid
As¨ª, se realiz¨® una investigaci¨®n en la que se utiliz¨® a 266 estudiantes universitarias con edades comprendidas entre los 18 y los 30 a?os y por otro lado, 44 hombres heterosexuales, para comparar el atractivo percibido por ellas mismas, y el atractivo que percib¨ªan los hombres sobre ellas. De esta forma se detect¨® que los hombres prestaban m¨¢s atenci¨®n a factores como la edad de la mujer o el llamado promedio facial, es decir, que fuera un rostro digamos m¨¢s en la media y no algo especialmente llamativo. De nuevo, relacionado con la atracci¨®n por semejanza.
Por su parte, la sex¨®loga Sonia Garc¨ªa se?ala, en cuanto qu¨¦ rasgos suelen llamar m¨¢s la atenci¨®n seg¨²n el g¨¦nero, que estos suelen ser en las mujeres ¡°labios grandes, barbilla estrecha, mand¨ªbula peque?a, pechos voluminosos, cintura estrecha y buen trasero¡±. Los rasgos m¨¢s atractivos en un hombre suelen ser ¡°p¨®mulos marcados, mand¨ªbulas pronunciadas, un peso correcto, piel bronceada y brillante y una espalda proporcionada con la altura¡±.
Sin embargo, la psic¨®loga Zoraida Granados concluye que en este, como en otros aspectos, quiz¨¢s es mejor no caer en las generalidades, puesto que de hecho, ¡°en consulta, cada vez encuentro con mayor frecuencia la transposici¨®n de roles (masculino-femenino) a la hora de afrontar ciertas situaciones que se esperan socialmente que se resuelvan como hombre y mujer y que chocan con el modo en que la persona lo ejecuta¡±. Y es que pese a lo que dicen los estudios, las personas siguen teniendo ese punto de impredecibilidad.
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