Balenciaga est¨¢ nominado a los Oscar
'El hilo invisible', de Paul Thomas Anderson, est¨¢ inspirada en el modista vasco
Daniel Day-Lewis recibi¨® ayer su sexta nominaci¨®n como mejor actor al Oscar por su papel como dise?ador obsesivo en El hilo invisible, de Paul Thomas Anderson. Ser¨¢ la sexta y, probablemente, la ¨²ltima si no echa marcha atr¨¢s en su decisi¨®n, anunciada el pasado junio por escrito, de abandonar la interpretaci¨®n.
Aunque era una idea a la que llevaba a?os dando vueltas, un rumor a voces en la industria que ha llevado a alguno de sus directores a creer que Day-Lewis odiaba la interpretaci¨®n, esta vez parece definitiva. La culpa, en parte, es el rodaje de esta pel¨ªcula por la que ahora ha sido nominado y podr¨ªa conseguir su cuarto Oscar, manteniendo el honor del actor m¨¢s premiado.
Famoso es el m¨¦todo perfeccionista de Daniel Day-Lewis. En Mi pie izquierdo, su primer Oscar, lleg¨® a poner un vinilo con el pie. Para La insoportable levedad del ser aprendi¨® checo, el idioma original de la novela y de su autor Milan Kundera, aunque en la pel¨ªcula solo tuviera que hablar ingl¨¦s. Para El ¨²ltimo mohicano vivi¨® en la naturaleza, aprendi¨® a construir canoas y despellejar animales. Detr¨¢s de todas sus interpretaciones naturales, hay un gran trabajo. Como a ¨¦l le gusta decir ¡°no hay nada m¨¢s bello en el arte que algo que parece sencillo¡±. Y sencillo le pareci¨® a priori meterse en la piel de un dise?ador de moda, Reynolds Woodcock, que el director Paul Thomas Anderson inspir¨® ligeramente en la vida del espa?ol Crist¨®bal Balenciaga.
A Anderson le vino la idea para esta pel¨ªcula durante una enfermedad en la que dependi¨® de su mujer, la actriz Maya Rudolph. Quiso escribir sobre el artista y su proceso creativo, su inspiraci¨®n y sus musas. La moda ni siquiera formaba parte de la historia cuando se lo cont¨® a Daniel Day-Lewis. Pero entonces ley¨® la biograf¨ªa del modisto vasco, El maestro de todos nosotros: Balenciaga, sus talleres, su mundo, y decidi¨® moldear a su protagonista a semejanza de Balenciaga, un sastre respetado entre las altas clases europeas que trabajaba muy bien los encajes y las telas m¨¢s nobles. La diferencia es que este Reynolds Woodcock tiene su taller y sal¨®n de moda en el Londres de despu¨¦s la Segunda Guerra Mundial.
Para prepararse el papel, Daniel Day-Lewis vio material de los desfiles de los a?os 40 y 50, trabaj¨® con el comisario de moda del Museo Victoria & Albert, aprendi¨® a dibujar y a coser, y estuvo casi un a?o como aprendiz del dise?ador de vestuario del NYC Ballet, Marc Happel. Y, por ¨²ltimo, para demostrarse que ya estaba metido en el personaje, decidi¨® rehacer un vestido de Balenciaga, usando a su mujer, la cineasta Rebecca Miller, como modelo.
¡°Era un vestido de Balenciaga sencillo, o eso parec¨ªa hasta que me di cuenta de c¨®mo se hac¨ªa y vi lo incre¨ªblemente complicado que era¡±, confes¨® en una entrevista. "No hay nada m¨¢s bello que lo que parece sencillo", se dijo. ¡°Y si intentas hacer cualquier cosa en tu vida, sabes lo imposible que es conseguir esa sencillez sin esfuerzo¡±, a?adi¨®. Precisamente, los halagos que se le hacen a ¨¦l, el llamado mejor actor de su generaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.