Del dicho al hecho
Diez a?os despu¨¦s de la entrada en vigor de la ley sobre comercio de armas a¨²n queda mucho por cumplir
Un importante paso adelante, pero no definitivo. As¨ª valoramos la entrada en vigor hace 10 a?os de la Ley espa?ola sobre comercio de armas. Cuando en 1994 lanzamos la campa?a ¡°Secretos que Matan¡± sobre la transparencia en el comercio de armas busc¨¢bamos saber qu¨¦ armas vend¨ªa Espa?a y a d¨®nde. Ese era un elemento clave en esa ley, de cuya entrada en vigor hoy se cumplen diez a?os, una buena ocasi¨®n para hacer balance.
La melod¨ªa de la Ley suena bien, pues supone rendir cuentas ante el Parlamento con un informe semestral y anual sobre las exportaciones de armas que cada vez es m¨¢s detallado y una comparecencia parlamentaria anual. Sin embargo, las razones de las ventas de armas Marca Espa?a siguen siendo secretas.
La prueba del algod¨®n reside en saber si el Gobierno cumple la premisa m¨¢xima de la Ley: denegar, suspender o revocar las autorizaciones cuando existan indicios racionales de que puedan utilizarse en acciones que perturben la paz, la estabilidad o la seguridad, exacerbar tensiones o conflictos, ser utilizados de manera contraria al respeto debido y la dignidad inherente al ser humano, para la represi¨®n interna o en situaciones de violaci¨®n de derechos humanos, o vayan a pa¨ªses con evidencia de desv¨ªo.
Del dicho (lo que establece la Ley) al hecho (su aplicaci¨®n), hay un trecho. Los informes sobre las exportaciones espa?olas de armas de Amnist¨ªa Internacional, FundiPau, Greenpeace y Oxfam Interm¨®n se?alan numerosas operaciones preocupantes en estos 10 a?os y recomendaciones para mejorar el an¨¢lisis de riesgo de las exportaciones, la transparencia, el control posventa y el control parlamentario que, para las autorizaciones m¨¢s sensibles, debe ser previo a la autorizaci¨®n, como ocurre por ejemplo en EE. UU., el mayor exportador de armas mundial.
En estos 10 a?os Espa?a ha multiplicado por cuatro sus exportaciones de armas, de poco m¨¢s de 1.000 a m¨¢s de 4.000 millones de euros, resultado de una pol¨ªtica decidida de aumentar las exportaciones de armas, un asunto que dar¨ªa para otro art¨ªculo.
En el ¨²ltimo lustro hemos identificado decenas de ventas de armas preocupantes, prueba de la necesidad de revisar la aplicaci¨®n de la ley. Algunas de las operaciones son destinos recurrentes como Arabia Saud¨ª, que desde hace casi tres a?os encabeza una coalici¨®n que ha llevado a cabo m¨¢s de 15.000 bombardeos en Yemen, un tercio de ellos a objetivos no militares. Yemen es un pa¨ªs al borde de la hambruna, en el que se han cometido decenas de presuntos cr¨ªmenes de guerra como bombardeos de escuelas, mercados y hospitales. Desde el inicio de la campa?a de incesantes bombardeos de la coalici¨®n saud¨ª en marzo de 2015, Espa?a ha vendido a Arabia Saud¨ª armas como munici¨®n, granadas y aviones de reabastecimiento en vuelo por valor de 728 millones de euros, muchas de ellas desde el puerto de Bilbao.
Entre otras operaciones preocupantes en estos ¨²ltimos cinco a?os destaca la venta a Colombia de aviones y munici¨®n susceptible de ser utilizados en violaciones graves de derechos humanos, o las exportaciones de armas de caza y tiro deportivo a Ghana. Tambi¨¦n se han vendido armas peque?as, municiones y veh¨ªculos a Bahr¨¦in, por el riesgo de uso en la represi¨®n de la disidencia interna y en el conflicto de Yemen; diversos tipos de armas a Israel; a Brasil, pese a las violaciones graves de derechos humanos de la Polic¨ªa Militar; armas, aviones y veh¨ªculos al ej¨¦rcito de Egipto, pese al riesgo de utilizaci¨®n en la represi¨®n de protestas o las graves violaciones del derecho internacional cometidas en la Pen¨ªnsula del Sina¨ª, Yemen y Libia. Y no hay que olvidar las granadas de mortero y los veh¨ªculos blindados vendidos entre 2014 y 2015 a Irak, pese al riesgo de uso en la comisi¨®n de cr¨ªmenes de guerra, y otras atrocidades en el conflicto armado interno y el riesgo de que caigan en manos del Daesh.
No todo son malas noticias. Espa?a ha denegado exportaciones de gas lacrim¨®geno a la polic¨ªa egipcia, cohetes a Israel y material antidisturbios a Venezuela, a donde llevan suspendidas las ventas desde abril de 2014. Son algunas muestras de una buena aplicaci¨®n de la ley, pero no es suficiente. Se necesita voluntad pol¨ªtica para aplicar la ley y evaluar su aplicaci¨®n para corregir las deficiencias detectadas. Por ello hemos propuesto a los grupos parlamentarios que aprueben la creaci¨®n de una Subcomisi¨®n que revise la aplicaci¨®n de la Ley 53/2007 y recomiende medidas para su mejora. La pelota est¨¢ en manos del Congreso, que debe garantizar que Espa?a no es c¨®mplice de la comisi¨®n de atrocidades con armas Marca Espa?a.
Alberto Est¨¦vez es coordinador de la campa?a Armas Bajo Control de Amnist¨ªa Internacional, FundiPau, Greenpeace y Oxfam Interm¨®n.
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