L¡¯Or¨¦al cultiva piel humana asi¨¢tica para sustituir la experimentaci¨®n con animales en China
Las autoridades chinas todav¨ªa prueban en conejos, cobayas y ratas los cosm¨¦ticos importados
Las grandes empresas de cosm¨¦ticos, como la francesa L'Or¨¦al, la japonesa Shiseido y las estadounidenses Est¨¦e Lauder y Procter & Gamble, tienen un problema de relaciones p¨²blicas encima de la mesa. Las organizaciones animalistas denuncian que, en algunos laboratorios de China, hay miles de animales con la piel e incluso los ojos embadurnados con sus cosm¨¦ticos, en experimentos obsoletos para descartar alergias y efectos irritantes. La UE prohibi¨® estas pruebas en 2013, y apenas se hacen en EE UU, pero las autoridades chinas siguen exigiendo ensayos con animales para los productos extranjeros importados. Y, pese a la mancha en la imagen, casi ninguna multinacional quiere renunciar al mercado de cosm¨¦ticos chino, que con un volumen de 32.000 millones de euros desbancar¨¢ al estadounidense de manera inminente.
Unos 375.000 conejos, cobayas, ratas y otros animales son empleados cada a?o en China para comprobar la seguridad de los cosm¨¦ticos, seg¨²n la organizaci¨®n animalista Humane Society International. ¡°El Gobierno chino financia las pruebas en animales y las lleva a cabo. Nosotros no participamos en absoluto¡±, asegura la bi¨®loga Pascale Mora, directora de comunicaci¨®n cient¨ªfica de L¡¯Or¨¦al, la mayor empresa de cosm¨¦ticos del mundo, con 26.000 millones de euros en ventas en 2017.
¡°El Gobierno chino financia las pruebas en animales y las lleva a cabo. Nosotros no participamos en absoluto¡±, asegura una portavoz de L'Or¨¦al
L¡¯Or¨¦al ¡ªpropietaria de marcas internacionales como Lanc?me, Giorgio Armani, Yves Saint Laurent, Ralph Lauren, Cacharel y Garnier¡ª dej¨® de probar sus ingredientes en animales en 2013, tras la prohibici¨®n de la UE. Mucho antes, en 1989, dej¨® de testar sus productos acabados. Pero PETA, la mayor organizaci¨®n animalista del mundo, sigue incluyendo a L¡¯Or¨¦al, y al resto de las principales firmas de cosm¨¦tica, en su lista de empresas vinculadas a la experimentaci¨®n con animales. La raz¨®n: las pruebas obligatorias ejecutadas por el Gobierno chino.
Pascale Mora explica la situaci¨®n mientras pasea por una de las joyas de la corona de la multinacional francesa: el laboratorio de Episkin, una aut¨¦ntica f¨¢brica de piel humana inaugurada en 2011 en Lyon, a la que EL PA?S acude invitado por la compa?¨ªa. ¡°En 2010 desarrollamos piel asi¨¢tica. Para el mercado chino es muy importante testar los productos en piel asi¨¢tica, no en piel cauc¨¢sica. Desarrollamos este m¨¦todo como alternativa a la experimentaci¨®n con animales¡±, expone Mora.
La bi¨®loga Carine Tornier muestra una placa t¨ªpica con 12 pocillos. En cada uno de ellos hay un fragmento de unos dos cent¨ªmetros cuadrados de epidermis humana, cultivada a partir de "donaciones a la ciencia¡± de pacientes de hospitales cercanos: prepucios procedentes de operaciones de fimosis y restos de piel de abdominoplastias y cirug¨ªas de reducci¨®n de pechos. Tornier impregna los trocitos de epidermis con una crema Revitalift de la marca L'Or¨¦al Paris, una sencilla maniobra que evita la experimentaci¨®n con animales. Las evaluaciones se completan con pruebas en personas voluntarias, una vez descartados efectos irritantes y corrosivos.
L'Or¨¦al cultiva c¨¦lulas de prepucios procedentes de operaciones de fimosis y restos de piel de abdominoplastias y cirug¨ªas de reducci¨®n de pechos
L¡¯Or¨¦al fabrica entre 100.000 y 130.000 unidades de piel humana cada a?o, seg¨²n sus cifras. Cada dos cent¨ªmetros cuadrados de epidermis se venden a otras empresas del gremio por unos 50 euros, seg¨²n detalla la farmac¨®loga Nathalie Seyler, directora general de Episkin. Su principal competencia en el mercado mundial de la piel humana es la estadounidense MatTek, fundada en 1985 por dos ingenieros del Instituto Tecnol¨®gico de Massachusetts.
En 2014, L¡¯Or¨¦al abri¨® otra f¨¢brica de piel humana en Shangh¨¢i, especializada en piel asi¨¢tica. ¡°El establecimiento de Episkin en Shangh¨¢i fue un gran paso y la legislaci¨®n china comenz¨® a evolucionar¡±, opina Seyler. Su equipo, que lleva una d¨¦cada trabajando con las autoridades del pa¨ªs asi¨¢tico, ha impartido cursos de formaci¨®n a 250 cient¨ªficos chinos, seg¨²n sus cifras. En noviembre de 2016, la Administraci¨®n de Alimentos y Medicamentos de China aprob¨® por primera vez un m¨¦todo sin animales para probar cosm¨¦ticos. Era un cultivo celular para medir la capacidad de un producto para inducir respuestas exageradas a la luz solar. ¡°Pasar de experimentar con animales para cualquier cosa a aceptar un m¨¦todo alternativo fue un paso gigantesco¡±, aplaude Seyler.
El Instituto para las Ciencias In Vitro, una organizaci¨®n estadounidense sin ¨¢nimo de lucro dedicada a investigar alternativas a la experimentaci¨®n animal, es optimista. Hace justo tres meses, la agencia reguladora de los cosm¨¦ticos en Zhejiang ¡ªuna provincia china de 55 millones de habitantes al sur de Shangh¨¢i¡ª inaugur¨® un laboratorio de pruebas sin animales, con el asesoramiento cient¨ªfico de la entidad norteamericana. El presidente del instituto, Erin Hill, barrunt¨® en un comunicado el fin de la experimentaci¨®n animal con cosm¨¦ticos. "China est¨¢ trabajando de manera diligente para desarrollar infraestructuras y conocimiento en m¨¦todos alternativos, para apoyar futuros cambios en la regulaci¨®n", adelant¨®.
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