L¨ªmites del Estado de derecho

Para un pa¨ªs democr¨¢tico, acatar los marcos jur¨ªdicos internacionales que ha suscrito no puede ser jam¨¢s mala noticia ni motivo de cuestionamiento, sino una oportunidad para constatar la naturaleza garantista de los derechos y libertades de sus ciudadanos.

La condena del Tribunal de Estrasburgo a Espa?a por el ¡°trato inhumano y degradante¡± a Portu y Sarasola, etarras encarcelados por el atentado contra la T-4, subraya los l¨ªmites de un Estado de derecho a la hora de perseguir el crimen por m¨¢s aberrante que sea. Y recuerda sus obligaciones a las fuerzas de seguridad y a los tribunales de justicia, que son los que han logrado, con su eficacia, y no sin grandes sacrificios, derrotar al terrorismo.

Espa?a viol¨® el art¨ªculo 3 del Convenio Europeo de Derechos Humanos del Consejo de Europa, que proh¨ªbe tratos o penas inhumanos o degradantes, cuando Portu y Sarasola fueron detenidos por la Guardia Civil. Hab¨ªa transcurrido poco m¨¢s de un a?o del atentado contra la terminal 4 del aeropuerto de Barajas de Madrid, que mat¨® a dos ecuatorianos y puso fin por sorpresa a la tregua de ETA durante la cual el Gobierno de Zapatero negoci¨® con la banda terrorista. Fue un cap¨ªtulo traum¨¢tico de la guerra por el fin de ETA, pero su dimensi¨®n no justifica el comportamiento policial. Igor Portu sufr¨ªa colapso pulmonar, neumot¨®rax, hematomas por todo el cuerpo y dos costillas rotas horas despu¨¦s de ser detenido y requiri¨® cuidados en la UCI y casi un mes de curaci¨®n. Mattin Sarasola tambi¨¦n recibi¨® m¨²ltiples golpes.

El Tribunal ha considerado que no fueron torturas, pero s¨ª un trato inhumano, por lo que condena a Espa?a a indemnizarles con 50.000 euros. El dinero nunca ser¨¢ abonado, pues ser¨¢ descontado de la deuda que tienen con el Estado. Ambos cumplen 1.040 a?os de condena por aquel atentado, una situaci¨®n judicial que la sentencia no modifica.