El abrazo del calamar gigante
El kraken de las leyendas n¨®rdicas puede superar los 18 metros
La piel de los cachalotes a menudo aparece cubierta de grandes marcas de ventosas y con cicatrices producidas por el pico y los tent¨¢culos de los calamares gigantes en sus luchas con los cet¨¢ceos a los que sirven de alimento. Los calamares gigantes fueron tomados durante mucho tiempo por criaturas mitol¨®gicas o de ficci¨®n, pero lo cierto es que existen: los cient¨ªficos los han encontrado varados en las playas o dentro de los cuerpos de sus principales depredadores, los cachalotes.
El calamar gigante (Architeuthis), el kraken de las leyendas n¨®rdicas que hac¨ªa naufragar grandes nav¨ªos en el abrazo mortal de sus tent¨¢culos, puede superar los 18 metros y m¨¢s de una tonelada de peso, lo que le convierte en el molusco m¨¢s grande del planeta; tiene tres corazones, la sangre azul y el mayor ojo del reino animal, de hasta 25 cent¨ªmetros de di¨¢metro.
Es tambi¨¦n uno de los animales marinos m¨¢s escurridizos: vive a grandes profundidades, y hasta julio de 2012 no se pudo filmar un esp¨¦cimen vivo en libertad. En Veinte mil leguas de viaje submarino, Julio Verne cita el encuentro del barco franc¨¦s Alecton con un calamar gigante en aguas de Canarias: ¡°En 1861, al nordeste de Tenerife, poco m¨¢s o menos a la latitud en la que ahora nos hallamos, la tripulaci¨®n del Alecton vio un monstruoso calamar. El comandante Bouguer se acerc¨® al animal y lo atac¨® a golpes de arp¨®n y a tiros de fusil, sin gran eficacia, pues balas y arpones atravesaban sus carnes blandas como si fuera una gelatina sin consistencia. Tras varias infructuosas tentativas, la tripulaci¨®n logr¨® pasar un nudo corredizo alrededor del cuerpo del molusco. El nudo resbal¨® hasta las aletas caudales y se par¨® all¨ª. Se trat¨® entonces de izar al monstruo a bordo, pero su peso era tan considerable que se separ¨® de la cola bajo la tracci¨®n de la cuerda y, privado de este ornamento, desapareci¨® bajo el agua¡±.
?Son tan peligrosos como sugiere su leyenda y las novelas de aventuras? De momento, el ¨²nico caso documentado de ataque es el de un marinero del Britannia (un barco para el transporte de tropas hundido por un torpedo el 25 de marzo de 1941 en el Atl¨¢ntico) al que uno de estos monstruos intent¨® arrastrar al fondo cuando se aferraba a una lancha de salvamento.
De noche, las profundas aguas del golfo de California (M¨¦xico) parecen una discoteca. Las luces estrobosc¨®picas las pone el calamar gigante de Humboldt (Dosidicus gigas), otro enorme chopito famoso por su ferocidad ¡ªlos pescadores mexicanos los llaman ¡°diablos rojos¡± y los temen m¨¢s que a los tiburones¡ª, que acude hasta all¨ª en grupos de centenares de individuos, alimentando una pr¨®spera industria pesquera y conservera. En ocasiones atacan a los submarinistas, arranc¨¢ndoles las gafas de bucear con sus ventosas o intentando arrastrarles hasta el fondo, como demuestra un documental de National Geographic. Son can¨ªbales: devoran todo lo que se les pone por delante, incluso a sus cong¨¦neres, y son capaces de seguir atacando incluso despu¨¦s de haber perdido la cabeza.
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