Las acusaciones de Arantxa S¨¢nchez Vicario, seis a?os despu¨¦s
La familia de la tenista vaticin¨® el fracaso del matrimonio y las sospechas sobre Josep Santacana. Ella respondi¨® duramente entonces, ahora calla
Hace dos a?os que Arantxa S¨¢nchez Vicario y Josep Santacana hacen vidas separadas. De hecho, desde hace cinco meses ¨¦l convive con una nueva pareja en Miami, donde ella permanece al cuidado de sus dos hijos. Ha sido ahora cuando ha trascendido que la pareja est¨¢ totalmente rota. Y ello ha sido posible por la demanda que Santacana ha interpuesto en un juzgado de Florida. ?l, a trav¨¦s de personas cercanas, niega a este peri¨®dico que se haya llevado todo el patrimonio de la tenista, incluidos los trofeos. Quien ha sido marido de S¨¢nchez Vicario durante 10 a?os era, adem¨¢s, su apoderado en todas las sociedades. La pareja se cas¨® en r¨¦gimen de separaci¨®n de bienes, un acto interpretado como de rebeld¨ªa por la familia de la tenista que le recomend¨® que firmar¨¢ un documento prenupcial. Los S¨¢nchez Vicario se opon¨ªan a este matrimonio e incluso encargaron a una agencia de detectives que investigara el pasado de Santacana.
El matrimonio de Arantxa fue una vuelta de tuerca m¨¢s en la batalla que la tenista ten¨ªa contra sus padres a quienes acusaba de haber ejercido con ella un exceso de control, tanto en lo deportivo como en la gesti¨®n de su patrimonio atesorado tras muchos a?os y muchos triunfos en las pistas de tenis.
La ¨²ltima imagen que se tienen del matrimonio se tom¨® hace dos a?os, cuando falleci¨® el patriarca de los S¨¢nchez Vicario. Los hermanos de la tenista expulsaron ese d¨ªa del tanatorio a la pareja. Todav¨ªa pesaban -y pesan- las afirmaciones que la tenista hizo en el libro ?Vamos!, seis a?os despu¨¦s de su publicaci¨®n. Estos son algunos de los p¨¢rrafos m¨¢s interesantes de sus confesiones.
Su madre. ¡°Mar¨ªa Luisa Vicario madre. Mi sombra fiel en todos los torneos hasta que cumpl¨ª los 20 a?os, es una mujer de car¨¢cter fuerte y para ella la disciplina y la victoria pasaban por delante de cualquier otra consideraci¨®n, cuando tal vez lo que yo hubiera precisado eran unas palabras de cari?o".
Su marido. ¡°Cuando le conoc¨ª en una cena con amigos tuve la certeza de que ser¨ªa el padre de mis hijos (¡) sab¨ªa que por parte de mi familia no me lo iban a poner f¨¢cil. Desde mis primeros romances adolescentes nunca hab¨ªan estado conformes con mis relaciones. Para ellos nunca escog¨ªa a la persona adecuada y de poco me serv¨ªa indignarme y rebelarme. Al final, el elegido en cuesti¨®n se sent¨ªa rechazado y, o bien se iba de mi lado, o era yo la que no soportaba la presi¨®n y acababa con la relaci¨®n. Pero con Pepe no fue as¨ª. Con ¨¦l supe que luchar¨ªa y que llegar¨ªa hasta el final. Y as¨ª fue".
La boda."En el verano de 2008, cuando aproximadamente llev¨¢bamos un a?o conviviendo, decidimos casarnos. Evidentemente, tal como esperaba, mi familia, padres y hermanos, se opuso rotundamente a nuestra decisi¨®n. Pocas semanas despu¨¦s, no s¨¦ a trav¨¦s de qui¨¦n lleg¨® a los medios una serie de informaciones sobre Pep en las que se hablaba de antiguos romances y, sobre todo, de problemas financieros y deudas que parec¨ªan dar a entender que su inter¨¦s en m¨ª se deb¨ªa m¨¢s a la codicia que al amor. La llamada prensa del coraz¨®n emprendi¨® una persecuci¨®n en toda regla contra nosotros. Hab¨ªa c¨¢maras en la puerta de nuestra casa, se nos segu¨ªa en los escasos eventos a los que acud¨ªamos, e incluso se molestaba a las personas pr¨®ximas a ¨¦l con el objetivo de sacar una informaci¨®n¡ que no exist¨ªa. Estaba claro que el ¨²nico objeto de tal operaci¨®n de acoso y derribo era desprestigiarle y obligarme a romper con ¨¦l. Con lo que nadie contaba es con que yo estaba al corriente de toda la situaci¨®n profesional de Pep. Lo hab¨ªa sabido, adem¨¢s, de su propia boca. No me hab¨ªa ocultado detalle alguno de su situaci¨®n financiera. Como empresario no es el primero ni ser¨¢ el ¨²ltimo que haya tenido dificultades en su negocio. Yo estaba, pues, al corriente de todo lo que se dijera (...) y la situaci¨®n creada con el prop¨®sito de hacerme cambiar de idea y romper la relaci¨®n me pareci¨® una maniobra ruin propia de gentes de baja cala?a. Evidentemente, no lograron sus prop¨®sitos. Por el contrario, desde entonces, a las muchas cualidades de mi marido que me enamoraron, se une mi admiraci¨®n por la entera y la caballerosidad con que supo llevar una situaci¨®n tan inc¨®moda. Espero -es m¨¢s, estoy convencida de ello- que alg¨²n d¨ªa podr¨¦ averiguar qui¨¦n fue la mano negra que hizo filtrar tales informaciones, aunque a d¨ªa de hoy puedo adelantar que tengo alguna sospecha bien encaminada. Saber que la boda segu¨ªa en pie pese a las sospechas vertidas sobre los sentimientos de Pep sent¨® fatal a mi familia, padres y hermanos. M¨¢s de un medio de comunicaci¨®n asegur¨® que no estaban dispuestos a ir a la boda, y lo cierto es no tuve su conformidad hasta pocas horas antes de la ceremonia".
Sin manipular. "Que quede bien claro que a la hora de decidir mi futuro de pareja o de escribir este libro nadie me ha manipulado, nadie me ha dicho lo que tengo que hacer, ni mucho menos me ha presionado, Todo lo contrario: por primera vez en mi vida me he sentido libre de decidir lo que quer¨ªa hacer o decir."
El amor. "Solo quisiera dejar constancia de lo duro que fue para m¨ª comprobar que mi familia, padres y hermanos, consideraba que yo no era digna de poder enamorar a un hombre. Pensar que Pep -o cualquier otro- solo pod¨ªa acercarse a m¨ª por inter¨¦s y no por mis valores como ser humano resulta verdaderamente descorazonador. ?En qu¨¦ concepto ten¨ªan a su hija para pensar que cualquier hombre que se acercara a ella solo por pod¨ªa hacerlo movido por el inter¨¦s? ?Acaso piensan que no tengo valores ni atractivo como cualquier otra mujer de mi edad? Ha sido algo muy duro de soportar; sin embargo, he tratado de no corresponder de la misma forma".
El control de sus padres. "Desde el primer momento en que se vislumbr¨® la posibilidad de que llegara a ser jugadora profesional, mis padres estuvieron obsesionados con controlarlo todo (...) mi confianza de anta?o se ha convertido en desconfianza total. Veo a mi familia tan de acuerdo en su decisi¨®n colegiada de que se ha perdido todo lo que he generado a lo largo de 17 a?os que me resulta muy dif¨ªcil poder aceptar excusas simples, sin justificaci¨®n alguna de lo que se ha hecho con mis ganancias. Parte de esas ganancias son p¨²blicas ya que son premios".
Enga?o. "Yo no he propiciado la situaci¨®n actual. Simplemente soy la v¨ªctima y la enga?ada: al menos hasta el d¨ªa de hoy no he recibido informaci¨®n que me pueda hacer pensar lo contrario. De las conversaciones que hemos mantenido (con los abogados), sobre todo a ra¨ªz de la ruptura con mi familia, hay demasiadas cosas que ahora no puedo explicar, unas debido a que mis abogados no me lo permiten otras por no tener todav¨ªa la informaci¨®n completa. Ya hemos iniciado tr¨¢mites y gestiones encaminados a clarificar determinadas actuaciones, pero ya sabemos que hay procedimientos que son m¨¢s lentos de lo deseable. Junto con el abogado de la familia, Buenaventura Castellanos, crearon las sociedades que consideraron necesarias y tramitaron todos los aspectos jur¨ªdicos. A m¨ª me han dado siempre muy pocas explicaciones".
Hacienda. "Lo pas¨¦ fatal con el problema de Hacienda a causa de haber ubicado mi residencia fiscal en Andorra. Fue muy duro para m¨ª, pero una vez m¨¢s eran decisiones derivadas de las personas que administraban mi carrera y en las que poco a nada se contaba conmigo".
Sin contacto con la familia. "Actualmente no guardo ning¨²n tipo de relaci¨®n con nadie de mi familia y me encuentro en una situaci¨®n en la que tengo que realizar el trabajo que otros deber¨ªan haber hecho ya antes, ya que esa era su responsabilidad".
?D¨®nde est¨¢ el dinero?. "Una estimaci¨®n sencilla en base a todo lo que est¨¢ justificado que he ganado, aun no habiendo realizado grandes inversiones, es decir, con total prudencia, alcanzar¨ªa unos 45 millones de euros aproximadamente. Lo que ha sucedido no tiene explicaci¨®n alguna".
Hasta ahora Arantxa guarda silencio sobre su separaci¨®n. Los S¨¢nchez Vicario, tambi¨¦n. La tenista no se habla con ellos. Solo coincide en Miami con Emilio y se saludan a los lejos.
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