Un coche con maniqu¨ª rumbo a la luna

Hace una semana se lanz¨® un coche al espacio por primera vez en la historia, una haza?a tan absurda como brillante. Es un Tesla descapotable que lleva al volante un maniqu¨ª disfrazado de astronauta. En las im¨¢genes se ve el autom¨®vil dando vueltas sobre s¨ª mismo con la Tierra de fondo mientras en la pantalla del salpicadero aparece un mensaje: ¡°No te pongas nervioso¡±.

Lo m¨¢s probable es que el veh¨ªculo y su ocupante pasen millones de a?os surcando el Sistema Solar sin chocar con ning¨²n planeta. El veh¨ªculo fue puesto en ¨®rbita como parte del lanzamiento inaugural del Falcon Heavy, el cohete m¨¢s potente del mundo. Al contrario de lo que ha sucedido desde que comenz¨® la exploraci¨®n del espacio, el responsable de la haza?a no es un pa¨ªs, sino una empresa, SpaceX, dirigida por Elon Musk, tambi¨¦n due?o de Tesla. Con este logro, el hombre que se hizo rico al ayudar a crear el sistema de pago por Internet Paypal se posiciona como l¨ªder de la expansi¨®n espacial de empresas al calor de los contratos multimillonarios con Gobiernos y agencias espaciales, un pastel que promete hacerse cada vez m¨¢s grande.

Esta semana se han presentado los presupuestos de la NASA para 2019. El presidente de EE UU, Donald Trump, quiere dejar de financiar la Estaci¨®n Espacial Internacional (ISS) a partir de 2025. La propuesta de presupuestos incluye una nueva partida de 150 millones de d¨®lares para estimular proyectos privados en la ¨®rbita baja de la Tierra, donde se encuentra el ISS, en la que EE UU lleva gastados unos 100.000 millones de d¨®lares de dinero p¨²blico. La idea ahora es que sean las compa?¨ªas privadas las que mantengan activo el laboratorio orbital, mientras la NASA dedica sus esfuerzos a otros proyectos, como volver a mandar astronautas a la Luna, un plan apoyado por Trump en su obsesi¨®n de corregir todas las decisiones tomadas por su predecesor, Obama, que cancel¨® el proyecto. La propuesta debe ser a¨²n aprobada por el Congreso. Tambi¨¦n deber¨ªan tener algo que decir la UE, Jap¨®n, Canad¨¢ y Rusia, los otros pa¨ªses miembros de la ISS, ya que hay planes de mantener estas instalaciones en funcionamiento hasta 2028.

La NASA lleva a?os de retraso en la creaci¨®n del cohete m¨¢s potente del mundo, que superar¨ªa al de Musk y tambi¨¦n al Saturn V que propuls¨® las misiones lunares. El plan de EE UU es conseguir llevar astronautas a Marte a lomos de este cohete a mediados de la d¨¦cada de 2030, algo que ser¨ªa imposible con el Falcon Heavy. Por su parte, Musk ha asegurado, sin aportar muchos detalles, que podr¨¢ enviar humanos al planeta rojo en 2024, una locura para muchos expertos.

La idea ahora es que sean las compa?¨ªas privadas las que mantengan activo el laboratorio orbital, mientras la NASA dedica sus esfuerzos a otros proyectos

En un movimiento m¨¢s prosaico, el magnate se ha convertido ya en uno de los principales contratistas de la NASA para llevar material a la ISS y, pronto, tambi¨¦n astronautas. Esto es parte de un s¨®lido plan comercial con lanzamientos para empresas y pa¨ªses que suma cada vez m¨¢s clientes, incluida Espa?a. Ma?ana est¨¢ previsto que un cohete Falcon 9 de SpaceX tiene previsto despegar desde California para poner en ¨®rbita el sat¨¦lite esp¨ªa Paz del Ministerio de Defensa.