Este robot inteligente ir¨¢ a la estaci¨®n espacial
CIMON trabajar¨¢ con un astronauta para entender las relaciones entre humanos e inteligencia artificial
La expedici¨®n 56-57 a la Estaci¨®n Espacial Internacional (ISS) llegar¨¢ en junio con tres astronautas y un cuarto pasajero: CIMON, el primer robot con inteligencia artificial en viajar al espacio. La m¨¢quina ayudar¨¢ al jefe de la misi¨®n en una serie de experimentos. Ser¨¢ tambi¨¦n su colega y hasta compa?ero de juegos. Pero su objetivo a medio plazo es servir como modelo para estudiar las relaciones entre humanos y m¨¢quinas inteligentes en futuras misiones y viajes espaciales.
CIMON es el acr¨®nimo en ingl¨¦s de compa?ero m¨®vil interactivo de la tripulaci¨®n. Con la forma de un bal¨®n medicinal y un peso de cinco kilogramos, puede flotar y moverse de forma aut¨®noma. En su creaci¨®n han participado unos 50 ingenieros, expertos en rob¨®tica, inform¨¢ticos y cient¨ªficos del consorcio Airbus, el Centro Aeroespacial Alem¨¢n, la Universidad de M¨²nich o IBM. Esta ¨²ltima aporta buena parte del cerebro de CIMON. Basado en su sistema de inteligencia artificial (IA) Watson, que le permitir¨¢ relacionarse con los astronautas con lenguaje natural, asistirles en su trabajo o ponerles su canci¨®n preferida.
"Ser¨¢ el primer sistema de asistencia en vuelo y misi¨®n basado en IA", dice en una nota el responsable de Microgravity Payloads en Airbus, Manfred Jaumann. "Somos la primera compa?¨ªa europea que llevar¨¢ a la ISS un free flyer, una especie de cerebro volador, y que desarrollar¨¢ inteligencia artificial para la tripulaci¨®n a bordo de la estaci¨®n espacial", a?adi¨®.
El robot usa la inteligencia artificial de Watson de IBM y se mueve de forma aut¨®noma
En el cerebro de CIMON, con un vocabulario de m¨¢s de 1.000 palabras, se han cargado los planos y procedimientos del m¨®dulo Columbus, el laboratorio cient¨ªfico que la Agencia Espacial Europea (ESA), tiene en la estaci¨®n espacial. Impreso con tecnolog¨ªa 3D, el robot es un dron que aprovecha la ausencia de gravedad ah¨ª arriba para moverse por medio de unas peque?as h¨¦lices (direcci¨®n) y chorros de aire (propulsi¨®n). Para reconocer el entorno, cuenta con visi¨®n artificial basada en infrarrojos.
Su colega humano ser¨¢ el astronauta alem¨¢n Alexander Gerst. Ambos ya se han ido conociendo en estos ¨²ltimos meses. CIMON ha sido entrenado para identificar tanto la cara como la voz de Gerst y est¨¢ programado para acudir a su llamada de y seguirlo en sus tareas. El germano, que ser¨¢ comandante de la estaci¨®n durante la mitad de su estancia en la ISS, ha participado en el aprendizaje de CIMON y ha elegido el aspecto del rostro que iba a tener la bola inteligente.
En esta primera misi¨®n, CIMON no va a desplegar todo su potencial. Solo tendr¨¢ que participar en tres tareas. Por un lado, colaborar¨¢ con Gerst en unos experimentos de cristalizaci¨®n, asisti¨¦ndole en cada paso con datos sobre el procedimiento a seguir. Tambi¨¦n ser¨¢ los ojos de un experimento m¨¦dico. Su c¨¢mara servir¨¢ para que el personal en la Tierra pueda ver, incluso pudiendo controlar sus movimientos. En el futuro, podr¨ªa ser clave para alguna operaci¨®n quir¨²rgica de emergencia en la estaci¨®n.
La tercera de sus misiones no es tan inocente como pueda parecer. CIMON ayudar¨¢ a Gerst a completar el cubo de Rubik. Puede que para un robot con el respaldo de Watson sea cuesti¨®n de segundos resolverlo. Pero lo que buscan sus creadores es evaluar la capacidad del robot de ejercer como compa?ero.
"Su rostro, su voz y el uso de la inteligencia artificial hacen de CIMON un colega para los miembros de la tripulaci¨®n", escribe Matthias Biniok, uno de los responsables del sistema Watson de IBM, en un blog de la compa?¨ªa. "Esta relaci¨®n de trabajo entre compa?eros facilitar¨¢ la forma en la que los astronautas realizan las comprobaciones de rutina de sus experimentos, manteniendo un aut¨¦ntico di¨¢logo con su asistente interactivo", a?ade. Los desarrolladores de CIMON conf¨ªan en que tambi¨¦n ayude a reducir el estr¨¦s de los astronautas. Adem¨¢s, servir¨¢ como sistema de alerta temprana en caso de que detecte alg¨²n problema t¨¦cnico.
No es la primera vez que un robot viaja al espacio. La NASA ya llev¨® a su Robonaut 2, o R2, al m¨®dulo Destiny de la estaci¨®n espacial en 2011. Pero R2 es un androide no aut¨®nomo, teleoperado por los astronautas o desde Tierra. Tampoco se pod¨ªa mover, aunque en 2014 los estadounidenses enviaron un par de piernas rob¨®ticas y una gran actualizaci¨®n de software hasta la ISS. Pero desde que le implantaron las extremidades inferiores, R2 no fue el mismo. Empez¨® a tener un comportamiento extra?o y dar un n¨²mero creciente de errores, lo que llev¨® a los responsables del proyecto a desconectarlo.
El robot puede detectar el estr¨¦s en los humanos y en el futuro podr¨¢ contrarrestar conductas irracionales de los astronautas
Pero la diferencia fundamental entre R2 y CIMON es que, en este tiempo, la inteligencia artificial ha avanzado mucho. Tanto que urge despejar inc¨®gnitas. Esta primera misi¨®n de CIMON servir¨¢ para ver c¨®mo se entiende con sus compa?eros humanos. Tambi¨¦n est¨¢ preparado para identificar la aparici¨®n de estr¨¦s en sus colegas humanos y actuar para mitigarlo.
A medio plazo, para 2020, los creadores de CIMON piensan en implantarle una especie de brazo para que pueda manipular objetos. Para entonces tambi¨¦n ser¨¢ capaz de idear acciones para contrarrestar la posible aparici¨®n de problemas psicol¨®gicos en sus compa?eros humanos. Por ejemplo, deber¨ªa ser capaz de detectar la aparici¨®n de efectos como el pensamiento en grupo entre los astronautas y contrarrestar sus posibles conductas irracionales.
Para el futuro, el responsable del proyecto de Airbus, Till Eisenberg, dice: "Nuestra visi¨®n a largo plazo incluye a CIMON como un sistema de asistencia totalmente aut¨®nomo que ser¨¢ capaz de dar consejos y sugerencias incluso en situaciones inesperadas. Todo esto no solo ser¨¢ de inter¨¦s para los vuelos espaciales tripulados, sino tambi¨¦n para muchas aplicaciones en Tierra".
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