Ni relevo generacional ni revoluci¨®n: los Oscar cumplen 90 a?os y todo sigue igual

Comenz¨® la gala de entrega de los Oscar con Jimmy Kimmel, el maestro de ceremonias, subrayando las cosas que hab¨ªa que celebrar. Black Panther y Wonder Woman, como ejemplo de cierta apertura de miras dentro del mundo de las grandes superproducciones. La candidatura de Rachel Morrison como mejor directora de fotograf¨ªa. Greta Gerwig, primera mujer nominada en la categor¨ªa de mejor direcci¨®n en ocho a?os. O Michelle Williams y Mark Wahlberg con su diferencia de salarios, a¨²n teniendo el mismo agente, por la misma pel¨ªcula y ¨¦l donando la diferencia a #MeeToo. Eso s¨ª, solo cuando salt¨® la noticia. Y no falt¨® el gui?o a Jordan Peel, nominado por triplicado con una ¨®pera prima como D¨¦jame salir, que acab¨® llev¨¢ndose el premio al mejor guion original (una de las sorpresas de la noche que se sali¨® de lo establecido). Pero se ech¨® en falta un tono m¨¢s combativo, m¨¢s reivindicativo.

Sin duda, era el momento de haber dado, definitivamente, m¨¢s ca?a. Kimmel opt¨® por equilibrar humor y denuncia. Y prefiri¨® ofrecer una moto acu¨¢tica al ganador que hiciera el discurso m¨¢s corto y no rompiera el ritmo de la ceremonia. O insistir haciendo chistes, sin gracia a fuerza de repetirse, con la edad del nominado Christopher Plummer. Tampoco se rompi¨® la tradici¨®n y los j¨®venes no tuvieron la oportunidad de tomar el relevo que llevan mucho tiempo reclamando. De esta manera se demuestra que los Oscar, al contrario que los premios previos (como pueden ser los Globos de Oro), siguen instalados en el inmovilismo.

El primero en subir a recoger un premio fue Sam Rockwell, que se llev¨® la estatuilla al mejor actor de reparto por Tres anuncios a las afuera. Y protagoniz¨® uno de los momentos emotivos de la noche al acordarse de su compa?ero fallecido Philip Seymour Hoffman. Todo un detalle que consigui¨® emocionar a los invitados. Algo que, por cierto, no logr¨® el v¨ªdeo que la Academia de Hollywood dedic¨® a los 90 a?os de historia de los premios, que no estuvo a la altura, por insustancial, de tan importante aniversario.

Tras el consiguiente reparto de premios t¨¦cnicos, lleg¨® otro momento de esos que salvan la noche, la entrega del premio a la mejor pel¨ªcula de habla no inglesa para Una mujer fant¨¢stica, de Sebasti¨¢n Lelio. Un film que aboga por la resistencia, la tolerancia y el amor, como record¨® su protagonista, la actriz transexual Daniela Vega, en la ¨²ltima edici¨®n de los Goya, donde tambi¨¦n fue premiada esta pel¨ªcula chilena. La int¨¦prete invit¨®, posteriormente, a la audiencia a "sentir el amor".

Fue una sorpresa, sin duda, aunque a la audiencia parece que le emocion¨® m¨¢s ver salir, casi inmediatamente despu¨¦s, a Mark Hamill y el robot BB8. Por lo menos, los Jedi, entre chistes bastante malos, abrieron el sobre en el que se premiaba al exbaloncestista Kobe Bryant, por el mejor cortometraje animado; y Oscar Isaac pudo gritar un sincero y emotivo "Viva Latioam¨¦rica", claramente anti-Trump, cuando Coco, recibi¨®, muy justamente, el premio a la mejor pel¨ªcula de animaci¨®n. La bofetada pol¨ªtica en la cara del poder que necesitaba a gritos a esta altura la ceremonia.

Para intentar animar la funci¨®n, Jimmy Kimmel reclut¨® a una serie de estrellas (con Gal Gadot al frente) para salir del teatro Dolby, cruzar la calle y entrar en una sala de cine. Justo para devolver la sopresa que un grupo de turistas dio al auditorio el a?o pasado. La broma, al menos, sirvi¨® para romper el ritmo de un ceremonia mon¨®tona, que a estas alturas ya se encaminaba hacia su recta final. No sin antes, proyectar un v¨ªdeo hablando de la diversidad y apertura de planteamientos de las pel¨ªculas nominadas.

James Ivory, a sus noventa a?os, consigui¨® el premio al mejor guion adaptado por Call My By Your Name; Frances McDormand fue la, merecida, mejor actriz y protagoniz¨® el discurso m¨¢s emotivo de la noche; Gary Oldman, el mejor actor. Algo obvio. Y los dos premios grandes, direcci¨®n y pel¨ªcula, fueron a parar a Guillermo del Toro y La forma del agua. Nada que no se esperara. Habr¨¢ que ver si el a?o de la revoluci¨®n es, por fin, el siguiente. Este ha sonado a transici¨®n. Al menos, durante el tradicional in memoriam, se pudo ver y escuchar a Eddie Vedder realizar una sentida versi¨®n de Tom Petty.