Por qu¨¦ los mosquitos pican m¨¢s a los m¨¢s pobres
Aunque la gen¨¦tica influye en sus preferencias, el factor socioecon¨®mico pesa mucho m¨¢s
Para llegar de una vivienda de Matamoros, en el norte de M¨¦xico, a otra de Brownsville, al sur de Estados Unidos, pueden bastar menos de cinco minutos caminando. Son dos ciudades tan pegadas que casi podr¨ªan ser una sola. Por supuesto, comparten el mismo clima y entre ellas tan solo est¨¢ el r¨ªo Bravo. En un estudio sobre dengue que se hizo en ambas, el municipio texano ten¨ªa una incidencia del 4%; en el mexicano era siete veces superior.
Los mosquitos no son racistas, pero parece que entendieran de clases sociales. Las bajas tambi¨¦n se llevan la peor parte con sus picaduras y las enfermedades que transmiten. La forma de almacenar agua, de tratar (o no) los residuos y el uso de aire acondicionado son determinantes para que se cr¨ªen, vivan, se reproduzcan y alimenten en uno u otro lugar.
¡°El comportamiento y los factores socioecon¨®micos influyen m¨¢s que ning¨²n otro en la propagaci¨®n de enfermedades causadas por vectores¡±, aseguraba Jaime Torres, director del departamento de Medicina Tropical de la Universidad Central de Venezuela, en la XVIII Conferencia Internacional de Enfermedades Infecciosas, que se ha celebrado durante los primeros d¨ªas de marzo en Buenos Aires.
En su pa¨ªs, por ejemplo, estudi¨® que las personas que viven en chabolas, o ranchos, como all¨ª llaman a este tipo de asentamientos informales, tienen 13 veces m¨¢s probabilidades de ser infectados por dengue que alguien que viva en un apartamento o casa. Varias investigaciones de Torres muestran c¨®mo la incidencia de esta enfermedad est¨¢ directamente correlacionada con los niveles de renta.
El Aedes aegypti, la especie de mosquito que adem¨¢s de dengue transmite tambi¨¦n el Zika, la fiebre amarilla y el chikungunya vive c¨®modamente cuando las temperaturas rondan los 25 grados. Y deja sus larvas en agua, as¨ª que los lugares donde se estanca tras las lluvias, ya sea en cubos que muchas comunidades de bajos recursos usan para almacenarla, o en neum¨¢ticos, pl¨¢sticos y dem¨¢s residuos, son ideales para ellos.
La forma de almacenar agua, de tratar (o no) los residuos y el uso de aire acondicionado son determinantes para que los zancudos cr¨ªen, vivan, se reproduzcan y alimenten en uno u otro lugar.
A iguales condiciones, por supuesto, no diferencia entre clases sociales. Pero s¨ª que lo hace en funci¨®n de otros patrones. Existen investigaciones en las que se expon¨ªa a gemelos id¨¦nticos al insecto y recib¨ªan en promedio el mismo n¨²mero de picaduras. Sin embargo, si esto se hac¨ªa con mellizos, la cosa variaba. Las diferencias gen¨¦ticas entre las personas pueden propiciar que unas reciban m¨¢s mordeduras que otras. ¡°Por alguna raz¨®n que desconocemos, prefieren a quienes tienen m¨¢s colesterol o esteroides en la piel. Tambi¨¦n se decantan aquellas que emiten m¨¢s di¨®xido de carbono, lo que incluye a embarazadas; a quienes hacen ejercicio, las que transpiran m¨¢s; a las que producen m¨¢s calor corporal; las de grupo 0 de sangre y las que beben alcohol, especialmente cerveza¡±, relataba Torres. Tambi¨¦n hay que tener en cuenta que hay individuos cuya reacci¨®n a la saliva del insecto es mayor, as¨ª que son m¨¢s conscientes de las picaduras aunque no necesariamente les piquen m¨¢s que a otras.
En su charla explic¨® que esta especie de mosquito no suele desplazarse m¨¢s de 50 o 100 metros, as¨ª que utiliza los veh¨ªculos del ser humano para moverse. La fiebre amarilla, por ejemplo, lleg¨® a Am¨¦rica desde ?frica con la trata de esclavos. Y ah¨ª se fue extendiendo por la regi¨®n al mismo ritmo que se desplazaban las personas. Porque estos zancudos son ¡°muy leales al ser humano¡±, en palabras de Torres: ¡°Van siempre con nosotros¡±.
La globalizaci¨®n y los desplazamientos masivos de personas por todo el mundo est¨¢n produciendo que esta especie, y tambi¨¦n las enfermedades que transmiten, se est¨¦n expandiendo. Esto puede incrementarse a¨²n m¨¢s con el cambio clim¨¢tico, ya que las variaciones de temperaturas probablemente producir¨¢n que se adapten mejor a lugares que ahora son demasiado fr¨ªos para ellos. Tambi¨¦n que huyan de aquellos que se conviertan en extremadamente c¨¢lidos, ya que no soporta mucho m¨¢s de 30 grados.
Todos estos fen¨®menos han estado presentes en los recientes brotes de Zika, chikungunya, dengue y fiebre amarilla que han sufrido varios pa¨ªses de Latinoam¨¦rica en los ¨²ltimos a?os. La propagaci¨®n de esta ¨²ltima enfermedad en Brasil en los ¨²ltimos meses, sin embargo, se podr¨ªa haber evitado. Es la ¨²nica de las cuatro que cuenta con una vacuna que la previene.
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