Tres modos de matar a los mosquitos asesinos
La buena noticia es que est¨¢n apareciendo innovaciones prometedoras en el control de vectores de enfermedades infecciosas como la malaria, la fiebre amarilla o el chikungunya
Si bien los mosquitos son diminutos, muerden bastante fuerte. Propagan adem¨¢s una serie de enfermedades (como chikungunya, dengue, malaria, fiebre amarilla, fiebre del Nilo Occidental y virus Zika) que en su conjunto matan a millones de personas cada a?o. La malaria es, por s¨ª sola, una de las principales asesinas infecciosas del mundo (solo detr¨¢s de la tuberculosis y el SIDA). En 2015 ocasion¨® 429.000 muertes. Dada la magnitud y alcance del problema, es un imperativo para el desarrollo actuar con m¨¢s firmeza para eliminar los mosquitos y las enfermedades de las que son portadores.
La Organizaci¨®n Mundial de la Salud considera a los mosquitos como una de las mayores amenazas para la salud p¨²blica, especialmente en los pa¨ªses en desarrollo. Como destacaba un gr¨¢fico en el blog de Bill Gates el a?o pasado, los mosquitos son los responsables de 830.000 muertes de personas al a?o: 250.000 m¨¢s que las causadas por nuestros colegas humanos.
Adem¨¢s de los enormes costes humanos, las enfermedades transmitidas por mosquitos conllevan grandes gastos econ¨®micos. Para una persona infectada, el tratamiento, las facturas hospitalarias, el transporte hacia y desde un centro m¨¦dico, el tiempo fuera del trabajo y los aerosoles insecticidas o las redes mosquiteras para protegerse de m¨¢s picaduras.
Las enfermedades transmitidas por mosquitos cuestan anualmente a los pa¨ªses millones de d¨®lares, o incluso miles de millones. Los gobiernos deben financiar programas de control y prevenci¨®n, desde el uso de insecticidas hasta la distribuci¨®n de mosquiteras, as¨ª como campa?as de educaci¨®n p¨²blica e iniciativas de vacunaci¨®n. Aunque no hay una vacuna ampliamente disponible para la malaria, tres pa¨ªses participar¨¢n en un programa piloto de inmunizaci¨®n que empieza en 2018. Otras enfermedades transmitidas por mosquitos, como la fiebre amarilla, la encefalitis japonesa y el dengue, s¨ª se pueden prevenir con vacunas.
Tambi¨¦n es posible que los gobiernos deban compensar a las comunidades afectadas por epidemias, financiar la investigaci¨®n para tratar enfermedades o prevenir futuros brotes, cubrir el aumento de los costes m¨¦dicos y mantener programas de ayuda a los pacientes. Paralelamente, la econom¨ªa se ve afectada por una menor productividad.
Por lo tanto, erradicar las enfermedades transmitidas por mosquitos debe ser una m¨¢xima prioridad, suscitando no solo una gesti¨®n gubernamental eficaz, sino tambi¨¦n la implicaci¨®n de la sociedad civil, el compromiso del sector privado y la participaci¨®n de las comunidades afectadas. Para tener ¨¦xito se requerir¨¢, adem¨¢s de una colaboraci¨®n efectiva, un mejor control y una mayor innovaci¨®n, especialmente en el diagn¨®stico, los f¨¢rmacos y las vacunas, los insecticidas y el control de vectores.
Los gobiernos deben financiar programas de control y prevenci¨®n, desde el uso de insecticidas hasta la distribuci¨®n de mosquiteras, as¨ª como campa?as de educaci¨®n p¨²blica e iniciativas de vacunaci¨®n
La buena noticia es que ya est¨¢n apareciendo innovaciones prometedoras en el control de vectores (es decir, la erradicaci¨®n de mosquitos). Una de ellas utiliza una bacteria llamada Wolbachia, ya sea para detener el crecimiento de virus mortales o para reducir las poblaciones de mosquitos.
La Wolbachia est¨¢ presente en alrededor del 60% de las especies de insectos, incluyendo algunos mosquitos. Una de las especies en que las no est¨¢ presente de forma natural es el mosquito Aedes aegypti, que es el responsable de la transmisi¨®n de virus humanos como el dengue, el chikungunya, la fiebre amarilla y el Zika. Los estudios revelan que cuando la Wolbachia se introduce en este mosquito puede prevenir el crecimiento de virus humanos dentro del insecto. Otro m¨¦todo ser¨ªa la liberaci¨®n de un gran n¨²mero de mosquitos machos con esta bacteria; las hembras con las que se apareen ser¨ªan incapaces de reproducirse.
Otra innovaci¨®n es una vacuna llamada AGS-v, desarrollada por la farmac¨¦utica con sede en Londres SEEK, para proporcionar una amplia protecci¨®n contra varias enfermedades transmitidas por mosquitos. La vacuna est¨¢ dise?ada para provocar una respuesta inmunitaria ante la saliva del mosquito, previniendo as¨ª la infecci¨®n de cualquier virus que contenga.
Los investigadores creen que, al igual que la Wolbachia, la AGS-v tambi¨¦n podr¨ªa frenar las poblaciones de mosquitos. Despu¨¦s de que un mosquito beba la sangre de una persona vacunada, los anticuerpos pueden atacar sus prote¨ªnas salivales, afectando su capacidad de alimentarse y de poner huevos, conduciendo de esta manera a su muerte prematura. Los ensayos cl¨ªnicos de fase I de la vacuna, patrocinados y financiados por el Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas, comenzaron en febrero.
Una tercera innovaci¨®n es b¨¢sicamente una trampa de mosquitos inteligente que es capaz de capturar solo las especies susceptibles de propagar el virus Zika y otras enfermedades. El prototipo de trampa forma parte de la iniciativa de investigaci¨®n Project Premonition de Microsoft y utiliza un haz de luz infrarroja para identificar determinadas especies de mosquitos con una precisi¨®n superior al 80%. Cuando la trampa capta un mosquito de inter¨¦s, guarda datos tales como la hora, la temperatura, la humedad y los niveles de luz, con el fin de mejorar la comprensi¨®n de los investigadores sobre el comportamiento de los mosquitos y, por lo tanto, su capacidad para abordar potenciales brotes.
El mes pasado se cumpli¨® el 120 aniversario del descubrimiento de que las hembras de mosquito transmiten la malaria entre los humanos. En los pa¨ªses en desarrollo, la lucha contra la enfermedad est¨¢ lejos de finalizar
Estas innovaciones auguran un avance considerable en los esfuerzos para detener las enfermedades mortales causadas por mosquitos. La interrogante radica en la extensi¨®n con que se aplicar¨¢n. Despu¨¦s de todo, ni siquiera se est¨¢n implementando en grado suficiente medidas mucho m¨¢s b¨¢sicas para la protecci¨®n de las personas y sus familias.
Por ejemplo, dado que los mosquitos necesitan agua para reproducirse, se deber¨ªan eliminar los charcos u otras formas de agua estancada cerca de las casas, perforar los neum¨¢ticos que no se usen, limpiar peri¨®dicamente las pilas para p¨¢jaros y vaciar las piscinas. Los larvicidas l¨ªquidos se pueden aplicar directamente al agua usando pulverizadores de mochila; tambi¨¦n puede ayudar a eliminar las larvas la introducci¨®n de peces en estanques, particularmente en ¨¢reas residenciales.
En cuanto a los mosquitos adultos, para controlar las poblaciones puede resultar ¨²til mantener el c¨¦sped y los arbustos cortos para limitar su descanso. Se deben instalar y mantener mosquiteras en ventanas y puertas, y hay que evitar el exterior por la ma?ana y por la noche, momentos en que los mosquitos tienden a ser m¨¢s activos. Cuando estar en interiores no sea posible, el uso de camisas de manga larga, pantalones largos y repelentes de insectos puede ayudar a reducir las picaduras.
Todas estas t¨¦cnicas no son infalibles, pero pueden ayudar mucho a proteger a las personas. Sin embargo, la gente debe utilizarlas, y para ello es necesario compartir ampliamente la informaci¨®n y poner a disposici¨®n del p¨²blico las herramientas apropiadas.
El mes pasado se cumpli¨® el 120 aniversario del descubrimiento de que las hembras de mosquito transmiten la malaria entre los humanos. Desde entonces, en el mundo desarrollado se han controlado e incluso eliminado esta y otras enfermedades transmitidas por estos insectos. Sin embargo, en los pa¨ªses en desarrollo, la lucha est¨¢ lejos de finalizar.
Melvin Sanicas es experto m¨¦dico en Sanofi Pasteur.
Copyright: Project Syndicate, 2017.
Traducido del ingl¨¦s por David Mel¨¦ndez Tormen
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