Las cinco normas de un bar de Salamanca para padres con hijos

¡°Est¨¢ prohibido entrar con juguetes en el local¡± o ¡°No se puede cambiar a los ni?os en el aseo¡±, son parte de una serie de normas que hizo p¨²blicas y colg¨® en la pared el bar Livingstone, de Salamanca, con el fin de regular la entrada de menores en su local. Ante la publicaci¨®n, muchos padres y ciudadanos criticaron abiertamente ¡°unas reglas que discriminan claramente a los peque?os y a sus progenitores¡±. Ante la pol¨¦mica, finalmente, el bar ha decidido retirarlas, alegando en su muro de Facebook, mediante un comunicado: ¡°Estimados amigos, clientes y seguidores, en nuestro ¨²nico af¨¢n de ordenar la convivencia entre familias con ni?os y adultos de fiesta sin ellos, hemos redactado unas normas de convivencia", explican. "Gracias a vosotros y vuestros comentarios, nos hemos dado cuenta de que nos hemos EQUIVOCADO, retiraremos inmediatamente el cartel de nuestro establecimiento, y pedimos disculpas a todos los que se pueden haber sentido ofendidos¡±, a?aden.

M¨¢s informaci¨®n

Autoestima, la mejor herencia que podemos legar a nuestros hijos

Educar sin castigos, de ninguna clase

Entre las normas requeridas tambi¨¦n se citaba: ¡°Los ni?os permanecer¨¢n con sus padres en todo momento, sin separarse de ellos¡±; ¡°Si el menor llorase, gritase o hiciera ruidos molestos para el resto, los padres deber¨¢n sacar al menor hasta que deje de hacerlo¡± y ¡°Est¨¢ prohibido que los menores realicen juegos dentro del local y se desplazar¨¢n dentro del mismo andando y sin correr¡±. Resumiendo, el ni?o no pod¨ªa hablar, jugar, llorar: el peque?o no pod¨ªa ser un ni?o, si los padres decid¨ªan llevarlo al local.

Entre las cr¨ªticas, cabe destacar el sentimiento mayoritario de rechazo: ¡°Hombre, imb¨¦ciles son un rato, en ning¨²n bar te piden que saques a tu hijo si llora y nadie me ha dicho jam¨¢s que no puedo meter juguetes, lo que me faltaba¡±. Otros aseguraron que "el se?or hostelero se dedique a otra cosa o que coja el hogar del jubilado¡± o que ¡°se nota que no ten¨¦is ni?os. Los ni?os son eso, ni?os, y no son maleducados por moverse, jugar o hacer lo normal de un ni?o peque?o".

La medida tambi¨¦n tuvo sus defensores. ¡°Yo voy a ir solo por esas normas, por fin un bar sin padres que no saben educar a sus hijos y tenemos que sufrirlo todos. Deber¨ªan hacerlo en todos, no proh¨ªben ni?os, solo proh¨ªben ni?os maleducados¡±, sosten¨ªa un internauta. ¡°Yo personalmente entiendo al propietario de este local¡±, prosegu¨ªa otra usuaria, ¡°quiz¨¢ no sea la mejor manera de hacerlo, pero yo trabajo en comercio de un centro comercial y puedo asegurar que es vergonzosa la poca responsabilidad de los padres con el comportamiento de sus hijos¡±.

A pesar de que muchos opinaron que era positivo crear este tipo de lista con normas espec¨ªficas para los m¨¢s peque?os, el bar de copas de Salamanca decidi¨® quitarlas, alegando que ¡°los ni?os son siempre bienvenidos al Livingstone, de hecho, el gerente de nuestro local, tiene tres hijos peque?os y muchas veces ha tenido que salir con ellos. Nuestra ¨²nica intenci¨®n, al ser un bar de copas, ha sido poner orden a esta, a veces, dif¨ªcil convivencia de ni?os y ocio nocturno¡±. ¡°Seguiremos trabajando para hacer lo que realmente se nos da bien, (mejor que poner normas) que es ofrecer un ocio nocturno de calidad¡±, concluyen.

La pol¨¦mica de si ni?os s¨ª ni?os no es recurrente en nuestra sociedad, cada vez m¨¢s individualizada, y en la que se tienen menos hijos y m¨¢s tarde. El ocio solo para adultos est¨¢ cada vez m¨¢s presente y son muchos los que se apuntan a ello. El debate enfrenta a aquellos que apuestan por no prohibir la entrada a los ni?os por miedo a que molesten y fomentar una educaci¨®n con valores como la empat¨ªa y la solidaridad en la que el ni?o aprenda a no gritar, por ejemplo, frente aquellos que defienden que los que no quieren estar con ni?os en momentos espec¨ªficos son personas que conviven con menores en todas partes y pueden, incluso, ser cari?osos y respetuosos con ellos, pero quieren desconectar unas horas, charlar tranquilamente sin gritos ni jaleo alrededor, dormir sin llantos o tomar una copa sin gritos.

Cuando la cr¨ªtica a los ni?os se hace con humor

Hace unos d¨ªas, unos clientes de un bar de Granada se sorprendieron al ver la cuenta de su comida. En el tique, aparec¨ªa un cobro de 19,95 euros por "servicio de guarder¨ªa", seg¨²n informa el peri¨®dico Ideal. Los protagonistas de la historia reconocieron que se trataba de una 'broma malafoll¨¢' ¨Cen granadino quiere decir con mala leche¨C que, pese al susto inicial, qued¨® en una divertida an¨¦cdota, fruto de los numerosos ni?os que fueron con sus padres ese d¨ªa al bar. Aunque todo qued¨® en una broma, el local, sin duda, hizo patente su descontento con este gesto. ?Se pasaron?