Ni?os que duermen con sus padres: 12 pautas para que prefieran su cama

?Tiene peque?os polizones nocturnos en su cama? No se preocupe, porque sus hijos acabar¨¢n por elegir de manera espont¨¢nea su propio espacio para dormir. ?Cu¨¢ndo? Lo habitual es que a partir de los 10 a?os de edad busquen su propia intimidad nocturna.

La permisividad a la hora de compartir espacio de sue?o con los m¨¢s peque?os var¨ªa seg¨²n las culturas. ¡°En algunos pa¨ªses orientales, como Jap¨®n, los peque?os comparten espacio por la noche con sus padres hasta los 5 o 6 a?os y en Espa?a les mandamos a otra habitaci¨®n cuando son lactantes. Hay una tendencia innata a dormir en compa?¨ªa. Si a los adultos nos consuela el abrigo social, con m¨¢s raz¨®n en el caso de un ni?o que es m¨¢s vulnerable. Al fin y al cabo, es l¨®gico que ellos nos busquen, sobre todo de noche¡±, comenta Iv¨¢n Caraba?o, jefe del servicio de Pediatr¨ªa del Hospital Universitario Rey Juan Carlos-Hospital general de Villalba.

El miedo a la oscuridad y la ausencia de los adultos, que suponen su fuente de protecci¨®n, son causas habituales por las que un ni?o hasta los siete a?os de edad no quiera dormir solo. ¡°Todav¨ªa est¨¢ presente el pensamiento m¨¢gico y la existencia de monstruos y personajes fant¨¢sticos. Tambi¨¦n son frecuentes las pesadillas y el deseo de cercan¨ªa respecto de sus progenitores. Por ello, en esta etapa, es m¨¢s habitual que los ni?os acudan a la cama de los padres. Ayudar a que afronten esos miedos es tarea de los adultos¡±, explica Carla Valverde, psic¨®loga cl¨ªnica infanto-juvenil del Centro de Salud Mental de Majadahonda (Madrid).

¡°Los padres pueden abordar esta situaci¨®n de una manera dialogada, y llegar a un consenso. Si la pareja estima que la migraci¨®n de su hijo a su cama supone una interferencia importante para su felicidad, pueden intentar no ceder al requerimiento infantil o bien hacerlo de manera moderada. Una buena estrategia con los ni?os que necesiten m¨¢s a sus padres por la noche es llegar a un acuerdo de m¨ªnimos para dejar que duerman junto a ellos, por ejemplo, un d¨ªa a la semana¡±, aconseja el pediatra Iv¨¢n Caraba?o.

No obstante, ciertas pautas, recomendadas por la psic¨®loga Carla Valverde, pueden ayudar a que el ni?o duerma en su cama, si es lo que los padres quieren:

1- Preparar el terreno para que el ni?o vaya a dormir. Se pueden prevenir interrupciones del sue?o durante la noche si se llega a la cama con la digesti¨®n hecha, se evitan comidas copiosas y actividades f¨ªsicas estimulantes, se modera la ingesta de l¨ªquidos y se crea un entorno agradable (temperatura templada, cama c¨®moda).

2- Generar el h¨¢bito de dormir en su habitaci¨®n a temprana edad facilita el proceso de adaptaci¨®n. Se trata de que el ni?o/a tenga claro cu¨¢l es su lugar para dormir. Cuanta mayor coherencia exista en este sentido, m¨¢s f¨¢cil ser¨¢ crear este h¨¢bito.

3-Fomentar cierta rutina a la hora de ir a dormir ayuda a que el ni?o/a pueda anticipar lo que ocurrir¨¢ antes de que se produzca la separaci¨®n para irse a la cama. Ponerse el pijama, lavarse los dientes, contar un cuento, cantar una misma canci¨®n, caricias, besos y mimos. De esta manera, se ayuda a que el ni?o/a aprenda a diferenciar cuando es el momento de estar con los adultos y cu¨¢l es la hora de irse a la cama.

4-Objetos quitamiedos que tranquilizan. Un osito muy querido, una foto de pap¨¢ y mam¨¢, una mantita muy suave, un atrapasue?os, o dejar la luz encendida, pueden ayudar a los ni?os a lidiar con sus miedos cuando se queden a solas en la habitaci¨®n.

5 -Evitar ceder la cama. Si ante temores, pesadillas, despertares por diferentes motivos (malas digestiones, sed, necesidad de ir al ba?o) el ni?o/a acude a la cama de los padres y se lo permiten, se transmite el mensaje de que es posible dormir con ellos en determinadas circunstancias. De este modo, existe el riesgo de que el ni?o/a adopte el h¨¢bito de dormir con los padres.

6-Fomentar la autonom¨ªa del ni?o/a a lo largo del d¨ªa. Resulta positivo ayudar a los ni?os a hacer actividades propias de su edad por s¨ª mismos (vestirse, comer, ordenar su habitaci¨®n) para que adquieran autonom¨ªa y confianza en sus propias capacidades. Aprender a convivir con momentos de soledad a lo largo del d¨ªa, sin la supervisi¨®n y presencia de adultos, previene el exceso de dependencia en los peque?os, lo que aumenta su tolerancia a la hora de dormir solos.

7-Retirar los apoyos a la hora de dormir solos de manera progresiva. Es recomendable avanzar paso a paso hacia la meta de que los peque?os duerman toda la noche en su habitaci¨®n. Existen varias opciones en este sentido, como en el caso de la transici¨®n de tumbarnos con el ni?o/a a sentarnos a su lado, acordar un tiempo para despedirnos o quedarnos un rato en la puerta, en lugar de todo el tiempo a su lado.

8-Ayudar a afrontar los miedos a la hora de irse a la cama. Inventar un cuento con un final en el que se salga vencedor ante una pesadilla, que el ni?o corra a la habitaci¨®n oscura, a pesar del temor que le puede generar, con las consiguientes felicitaciones de los adultos, hacer un dibujo donde el ni?o/a vence a los monstruos que le atemorizan.

9-Analizar y detectar si existen en la vida del ni?o/a factores de estr¨¦s de car¨¢cter significativo que dificulten su tranquilidad e incidan en que no pueda conciliar el sue?o al quedarse solo.

10-Crear momentos de uni¨®n en familia fuera del dormitorio. Si la separaci¨®n del grupo familiar es la dificultad para renunciar a ese momento para irse a la cama, puede resultar ¨²til para superarlo crear estos ratos en otro lugar de la casa antes de ir a dormir, como en el sof¨¢. De ese modo, el hecho de dormir separados no supone una renuncia a los momentos de uni¨®n y afecto familiares.

11-Confiar en que el ni?o/a lo conseguir¨¢ y darse cuenta de la importancia de que nuestro hijo/a crezca. La actitud de confianza de los padres con sus hijos es clave para transmitirles que son capaces de dormir solos.

12-Favorecer un v¨ªnculo positivo con los ni?os. El exceso de inseguridad y temores puede deberse a que la relaci¨®n de apego con los progenitores est¨¦ establecida de forma inadecuada. Por ello, los padres pueden plantear formas de favorecer una vinculaci¨®n s¨®lida y segura con sus hijos, que les permita explorar el mundo y estar tranquilos en su cama para abandonarse al pl¨¢cido sue?o.