¡®The best day of my life¡¯: el orgullo de ser uno mismo
Fernando Gonz¨¢lez Molina cuenta en un documental c¨®mo comparti¨® el World Pride en Madrid con seis personas que descubr¨ªan por fin la libertad
?Qu¨¦ debe tener un d¨ªa para convertirse en el mejor de una vida? Los seis protagonistas de The best day of my life, primer documental de Fernando Gonz¨¢lez Molina (Pamplona, 1975), se alejan de respuestas tipo recordando que algo tan sencillo como poder ejercer el derecho a ser libre es clave para hacer de un d¨ªa el m¨¢s memorable de todos. En julio de 2017 se celebr¨® en Madrid el World Pride, la gran fiesta mundial del Orgullo Gay. Y esa fue la oportunidad para Abril, Geena, Ruth, Timo, Max y Nick de descubrirse al mundo tal y como son, olvid¨¢ndose del miedo.
En Rusia, Max y Nick no pueden ir de la mano por la calle ni mostrar abiertamente que son pareja desde hace cuatro a?os. Si Ruth, que vive en Uganda, verbaliza que es lesbiana puede acabar en la c¨¢rcel. Juntos emprenden un viaje a Madrid al que se suman Geena, una transexual almeriense que busca sentirse libre en la capital; Timo, un saltador de trampol¨ªn sordo, y Abril, una actriz transexual en fase de transici¨®n. Juntos comprobar¨¢n que, efectivamente, vivir de otra manera es posible.
Cuando se inici¨® el rodaje, Abril acababa de empezar el proceso que le permitir¨¢ mostrarse como la mujer que siempre ha sido. Con 36 a?os, asegura que hoy es una persona completamente diferente. ¡°No me reconozco en las im¨¢genes m¨ªas de hace seis meses. He cambiado much¨ªsimo desde entonces¡±, explica.
The best day of my life, que se estrena el 16 de marzo, es un canto a Madrid, a la tolerancia de esta ciudad y, sobre todo, a los seis protagonistas de esta aventura. ¡°Conocer historias como las de Ruth o Max y Nick, que arriesgan su vida simplemente por ser ellos mismos, me recuerda que debemos quejarnos menos y disfrutar m¨¢s lo que tenemos. Somos muy afortunados¡±, asegura Gonz¨¢lez Molina.
Tras la celebraci¨®n del Orgullo Gay todos se enfrentaron al regreso a la triste realidad de sus hogares. ¡°Este sentimiento de libertad del que disfrutamos aqu¨ª es un privilegio que s¨¦ que no voy a tener en casa¡±, confiesa Ruth ante la c¨¢mara.
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