Cinco frases desafortunadas que un pediatra nunca deber¨ªa decir
A veces, los expertos somos incapaces de determinar lo que le ocurre a un ni?o y lo solventamos de la forma m¨¢s r¨¢pida: abusando de los antibi¨®ticos
Como aficionado al bricolaje casero, siempre he defendido que cualquier reparaci¨®n o mejora menor de la casa la puede y la debe hacer uno mismo. No solo por lo que mi padre me ense?¨®, y le vi hacer, sino porque hoy en d¨ªa con los v¨ªdeos de YouTube de Hazlo t¨² mismo es posible construir y reparar casi cualquier cosa. Salvando las distancias, esto es lo que me ha llevado a esta afici¨®n de divulgar y pretender ense?ar de lo ¨²nico que creo saber, que es que cualquier padre o madre pueda resolver los peque?os problemas de salud de sus hijos de forma aut¨®noma. Digo esto porque hace no mucho repar¨¦ el desag¨¹e del fregadero, a?adiendo unas piezas de PVC y subsanando el molesto goteo de aguas sucias. Esta reparaci¨®n no dur¨® demasiado aunque, finalmente, a los pocos meses y vi¨¦ndome incapaz de solventar el problema, llam¨¦ a un fontanero que acudi¨® a dar una soluci¨®n profesional. Y su primera frase fue: ¡°?Qui¨¦n ha hecho esta chapuza?¡±. Debo reconocer que me sent¨ª muy molesto por tal desautorizaci¨®n y, como San Pedro, negu¨¦ tres veces ser el autor y acus¨¦ a otro manitas an¨®nimo.
Todo esto me llev¨® a pensar en c¨®mo se deb¨ªa sentir una madre cuando un pediatra, en urgencias o en la consulta, recibe a su hijo tras una evoluci¨®n inadecuada y que, adem¨¢s, despu¨¦s de repasar tambi¨¦n la medicaci¨®n, resulta ineficaz, y le preguntan: ¡°?Qui¨¦n ha sido el ignorante que ha prescrito este tratamiento?¡±. Esta pregunta es una losa tremenda que se posa sobre los padres porque actuaron con sus conocimientos, con su saber, con su aprendizaje bienintencionado,?como hice yo con mi fregadero, o cae sobre el m¨¦dico, en el caso de que fuera un compa?ero, al desautorizarle.
De esta misma guisa, otra frase terrible y muy frecuente que los padres comentan con dolor haber escuchado es: ?Por qu¨¦ no le trajo usted antes? Esto suele ocurrir cuando el ni?o que estaba evolucionando bien con los cuidados y mimos habituales, de repente, su mejora se tuerce y empieza a no marchar bien la cosa. Y los padres deciden llevarlo al m¨¦dico y nada m¨¢s entrar a la consulta, el que los recibe les espeta esta pregunta, instaurando, como un ca?¨®n, una inmensa duda en los padres porque, sin querer, les est¨¢ diciendo: "Hab¨¦is actuado mal, la pr¨®xima vez, a la m¨ªnima, os quiero ver aqu¨ª, sois unos in¨²tiles". Una dur¨ªsima respuesta, que parece querer decir: ¡°Yo soy el ¨²nico que sabe hacer esto.¡±
Muchas veces, cuando el m¨¦dico no tiene muy claro lo que le ocurre al peque o no tiene tiempo de explicarlo correctamente, surgen otras frases err¨®neas, sin tener en cuenta que el objetivo es que los padres sean cada vez m¨¢s competentes en los cuidados de su hijo y que, sobre todo, y en todo momento, debemos ser docentes y dar respuestas respetuosas.
El gran problema de los pediatras son los virus. Me explico. Los virus no tienen tratamiento y seg¨²n vienen, se van. A veces duran unos molestos d¨ªas que se pueden hacer largos y generar varias visitas al m¨¦dico, pero sabemos que tras, por ejemplo, una gripe de seis o siete d¨ªas, el ni?o mejora y se cura sin tener que usar antibi¨®ticos. Igual ocurrir¨ªa en los casos de una mononucleosis de 10 o 12 d¨ªas con fiebre o tras una bronquiolitis, que provoca gran dificultad para respirar; en estos, el ni?o tambi¨¦n mejorar¨ªa solo con los cuidados de mantenimiento. Y aunque a los m¨¦dicos nos gustar¨ªa contar con el remedio m¨¢gico que cure virus y mocos, este no existe.
El ni?o tose, tiene fiebre, lleva ya varios d¨ªas de evoluci¨®n y como m¨¦dicos sabemos que se curar¨¢, pero hay que dar una explicaci¨®n a los padres. Y, muchas veces, sentimos la responsabilidad de meter la pata, as¨ª que para algunos la soluci¨®n es tirar de receta y prescribir un antibi¨®tico innecesario ¡°por si acaso¡± o poner un jarabe que sabemos que no tiene utilidad o un placebo o cualquier otro remedio ineficaz en s¨ª mismo.
Lo que m¨¢s me preocupa es lo del ¡°principio de neumon¨ªa¡±. Eso no existe, la tienes o no la tienes, el problema es que diciendo principio de¡, te permite tratarla como si lo fuera, nuevamente, por si acaso. A esto se le llama medicina defensiva. Tener una neumon¨ªa te permite justificar recetar antibi¨®ticos que, seguramente, te demandan los padres y que parece ser el remedio para todo aquello que pueda dar fiebre y as¨ª de paso evitar posibles reclamaciones.
Por ¨²ltimo, quiero recalcar c¨®mo actuamos ante un ni?o con fiebre sin foco en la que toda la exploraci¨®n es normal y que todo apunta hacia un proceso viral. En este caso, se crea un vac¨ªo existencial en el que los padres l¨®gicamente preguntaran ?y entonces de qu¨¦ es? ?qu¨¦ le damos para que se le quite? Esta pregunta conlleva un buen rato de respuesta. Es que se tarda en explicar porque insistir¨¢n en que a su ni?o siempre terminan d¨¢ndole antibi¨®tico porque al final tiene placas o alguna cosa peor. Entonces, de repente, de la nada, ¡°aparece¡± un t¨ªmpano algo enrojecido (para que haya otitis deben estar muy rojos y abombados) y el m¨¦dico concluye que ¡°tiene los t¨ªmpanos mal, esto es una otitis¡±. Los padres asombrados dicen: pobrecito, ni se hab¨ªa quejado. Es entonces, cuando el aguerrido m¨¦dico expende su receta y todos contentos. Al cabo de uno o dos d¨ªas, seg¨²n se les recomend¨® en urgencias, los padres vuelven a su pediatra que comprueba que aquel principio ya no es tal y esa otitis ya no existe. Y entonces nos surge de nuevo un problema ?completamos el tratamiento antibi¨®tico o se le retira por innecesario? Debo decir que en mi caso, yo retiro, retiramos muchos tratamientos explicando el uso y abuso de los antibi¨®ticos que hoy en d¨ªa se sigue haciendo en servicios de urgencias. No s¨¦ muy bien cu¨¢l es el criterio para iniciar este tipo de tratamientos cuando seg¨²n las gu¨ªas y protocolos cualquier proceso de garganta u o¨ªdos puede esperar hasta el d¨ªa siguiente, o el lunes, a que lo vea su pediatra de cabecera y observe si ese principio de otitis lleg¨® o no a materializarse.
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