¡®Playboy¡¯ lleva a portada un condenado por violencia de g¨¦nero

La edici¨®n francesa de la revista Playboy publica este s¨¢bado su pr¨®ximo n¨²mero con una novedad: por primera vez en su historia, un hombre ocupa su portada, algo que ya ha sucedido en una decena de ocasiones en la revista matriz estadounidense pero que sigue siendo excepcional en las ediciones for¨¢neas. Salvo la portada dedicada a su fundador, Hugh Hefner, con motivo de su muerte, es la primera vez adem¨¢s que la publicaci¨®n masculina por excelencia da este paso en plena oleada del movimiento internacional feminista #MeToo surgido tras el esc¨¢ndalo de abusos sexuales del productor estadounidense Harvey Weinstein. Pero lo que podr¨ªa haber sido un gui?o acertado a los tiempos que corren, podr¨ªa acabar como un tiro errado. Porque el protagonista de esta portada hist¨®rica, el rapero Joey Starr del grupo NTM, tiene antecedentes penales por violencia de g¨¦nero, incluidos tres meses de c¨¢rcel por pegar a su exmujer. El cantante tambi¨¦n ha cuestionado el mismo #MeToo. Adem¨¢s, la revista sale en pleno debate, muy acalorado en Francia, sobre el derecho o no de otro m¨²sico, el exl¨ªder de la banda de rock Noir D¨¦sir, Bertrand Cantat, a retornar a los escenarios tras la pena que cumpli¨® por matar a golpes a su novia, la actriz Marie Trintignant.

La exministra francesa de salud y deportes durante el mandato de Sarkozy, hoy reconvertida en comentarista televisiva, Roselyne Bachelot lo resum¨ªa ir¨®nicamente de esta forma: ¡°Para todos aquellos que piensan que uno no puede cambiar su modo de vida: el hombre condenado varias veces por violencia conyugal, violencia en estado de embriaguez, injurias y rebeli¨®n ante las fuerzas del orden; el hombre que consideraba a las mujeres carne de ca?¨®n, posa ahora para la revista Playboy, poni¨¦ndose al nivel de las mujeres que visiblemente ¨¦l consideraba como objetos¡±.

Su comentario es hasta el momento una excepci¨®n en un panorama medi¨¢tico que no se ha interrogado sobre la elecci¨®n del singular modelo. La prensa ha resaltado lo novedoso de la decisi¨®n de Playboy de colocar a un hombre (acompa?ado, eso s¨ª, de una mujer) en su portada. Pero no ha cuestionado en su mayor¨ªa la elecci¨®n de un personaje seleccionado, seg¨²n la propia revista, porque es un ¡°icono¡± de Francia que ¡°representa la libertad y el talento¡±.

¡°La ¨²nica reacci¨®n negativa que hemos tenido hasta ahora es de algunos hombres que no entienden que hayamos elegido a otro hombre para nuestra portada, de los que dicen que es un pandillero y alg¨²n comentario racista tambi¨¦n¡±, confirma en conversaci¨®n telef¨®nica Guillaume F¨¦dou, redactor jefe de Playboy Francia. La revista, que dej¨® de publicarse en 2011, volvi¨® a los quioscos franceses en formato trimestral a finales de 2016. ¡°Por el momento no hay pol¨¦mica alguna. (Joey Starr) tiene un pasado, pero tambi¨¦n un presente y espero por ¨¦l que tenga un futuro. No es alguien discriminador ante las mujeres¡±, agrega y a?ade un detalle: fueron varias mujeres de la revista las que propusieron al rapero como modelo. Y ha sido una fot¨®grafa, Sidney Carron, quien lo ha retratado.

Joey Starr, nombre art¨ªstico de Didier Morville, es la mitad del grupo de rap por excelencia de los a?os 90, NTM (Nique Ta M¨¨re, que traducido literalmente significa Jode a tu madre). Letras cr¨ªticas contra las fuerzas del orden les llevaron ante los tribunales, pero en el caso de Joey Starr sus canciones no fueron la ¨²nica raz¨®n. El cantante suma 14 condenas por violencia de diverso tipo, entre ellas varias de g¨¦nero.

¡°No digo que est¨¦ bien. Todo el mundo sabe que ha hecho cosas poco recomendables y ¨¦l no las defiende, las asume. Pero no hay pol¨¦mica sobre eso, nadie dice que Joey Starr no debe subirse a un escenario por esos hechos. Ni siquiera las feministas¡±, insiste F¨¦dou, que rechaza categ¨®ricamente cualquier comparaci¨®n con Cantat.

Un argumento que no tiene validez para Pauline Spinazze, del movimiento feminista Osez le f¨¦minisme, uno de los m¨¢s activos contra la vuelta a los escenarios de Cantat. El problema, analiza, es que se hace una ¡°disociaci¨®n del hombre y del artista¡± que permite una ¡°ambivalencia total¡±. Los medios denuncian de forma contundente la violencia de g¨¦nero pero, a la vez, en casos como los de Cantat o, incluso, Joey Starr, ¡°porque son artistas, no dicen nada y los celebran¡±, a?ade Spinazze.