Desaf¨ªo a Occidente

Las elecciones presidenciales que se celebran hoy en Rusia reflejan a la perfecci¨®n la forma de entender la pol¨ªtica que tiene Vlad¨ªmir Putin. El presidente no es solo el favorito sino el ¨²nico candidato con posibilidades. Las figuras que tal vez hubieran podido disputarle la presidencia del Kremlin han sido apartadas de la carrera presidencial. De hecho, la ¨²nica duda estriba en saber cu¨¢l ser¨¢ el porcentaje de abstenciones, que la oposici¨®n aspira a contabilizar como el verdadero voto de protesta contra Putin.

Sin oposici¨®n, Putin, que lleg¨® al poder el 31 de diciembre de 1999, dirigir¨¢ los destinos de Rusia hasta 2024. Ser¨¢n 24 a?os con un breve par¨¦ntesis entre 2008 y 2012 cuando por imperativo legal tuvo que dejar la presidencia. Coloc¨® entonces a Dmitri Medv¨¦dev, un hombre de su total confianza, en la Jefatura del Estado y ¨¦l asumi¨® el cargo de primer ministro con ampl¨ªsimos poderes. Cuando volvi¨® a la presidencia, Putin deposit¨® all¨ª nuevamente todo el poder real y nombr¨® a Medv¨¦dev primer ministro, donde sigue hasta hoy.

En esta campa?a electoral Putin ha seguido explotando uno de los ejes b¨¢sicos de su pol¨ªtica: el nacionalismo ruso. Formado en la mentalidad de la Guerra Fr¨ªa, este exesp¨ªa del KGB siempre ha querido tratarse de igual a igual con Occidente y hacerse respetar, sea mediante la cooperaci¨®n o la confrontaci¨®n. Su actuaci¨®n m¨¢s grave ha sido la invasi¨®n y anexi¨®n de la pen¨ªnsula ucrania de Crimea en 2014, un hecho sin precedentes en Europa desde la II Guerra Mundial que Putin ha revindicado como la correcci¨®n de un agravio hist¨®rico tras lo que considera una injusta p¨¦rdida de territorios a ra¨ªz de la desintegraci¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica.

Obviamente, la Rusia de Putin no es la Uni¨®n Sovi¨¦tica, aunque la ret¨®rica que emplea y algunas de sus formas ¡ªcomo las recurrentes muertes de esp¨ªas y opositores en Reino Unido¡ª recuerden a los tiempos de la Guerra Fr¨ªa. Al presidente le preocupa el respaldo popular y la legitimidad de las urnas. Por eso estas elecciones son importantes. Millones de j¨®venes que no han conocido otro mandatario que Putin votan hoy por primera vez. Y muchos solo reciben informaci¨®n a trav¨¦s de una maquinaria medi¨¢tica que, por ejemplo, eclipsa la existencia del opositor Alex¨¦i Navalni. Este ha ganado mucha popularidad denunciando en redes sociales los fraudes electorales y la corrupci¨®n del c¨ªrculo de Putin. Sin embargo, Navalni, que ha sido detenido en varias ocasiones, fue apartado de la carrera presidencial por decisi¨®n administrativa el pasado diciembre.

La Rusia que emerger¨¢ de las urnas continuar¨¢ en la misma direcci¨®n. Seguir¨¢ habiendo un Gobierno con un preocupante sesgo autoritario en el interior y peligrosos ramalazos propios del pasado en el exterior. Pero Putin no es un pol¨ªtico a la antigua. Ha introducido un importante factor desestabilizador en la acci¨®n diplom¨¢tica: la desinformaci¨®n. Y aunque se centre en anunciar grandes avances en tecnolog¨ªa militar y desestime como fantas¨ªas las acusaciones de ciberguerra, lo cierto es que cada vez se acumulan m¨¢s las pruebas de la injerencia rusa en procesos democr¨¢ticos en todo el mundo. Despu¨¦s de las elecciones, Putin seguir¨¢ desafiando a Occidente para as¨ª mantenerse en el poder.