De Vitoria a Singapur, ¨¢rboles para las ciudades
Casi 15 urbes sirven de ejemplo para demostrar que los bosques y el arbolado urbano aportan toda una serie de ventajas a la vida urbana que van mucho m¨¢s all¨¢ de lo ambiental
Mejoran la calidad del aire, rebajan el ruido, invitan a hacer ejercicio y, por qu¨¦ no, tambi¨¦n embellecen las ciudades. Los ¨¢rboles y arbustos y las zonas verdes en general a¨²n brillan por su ausencia en gran parte de las urbes mundiales, donde ya vive m¨¢s de la mitad de la humanidad. "Hasta hace poco, hemos pensado que proteger los bosques consist¨ªa en preservarlos all¨¢ donde est¨¢n, protegi¨¦ndolos del hombre y su contaminaci¨®n. As¨ª, hemos separado espacios verdes de espacios urbanos. Pero no ha funcionado en muchos sitios. Y ahora buscamos la forma de integrar ambos".
As¨ª hablaba Mattia Palazzi, alcalde de la ciudad italiana de Mantua, en un evento celebrado en la sede de la FAO (agencia de la ONU para la alimentaci¨®n y la agricultura) en Roma (Italia). La organizaci¨®n ha aprovechado el D¨ªa Internacional de los Bosques para resaltar la importancia de contar con bosques y ¨¢reas de arbolado en las ciudades y sus alrededores. "Tambi¨¦n ayudan a filtrar el agua y regular los flujos h¨ªdricos", ha a?adido Jos¨¦ Graziano da Silva, director general de la agencia.
La FAO ha presentado Bosques y ciudades sostenibles, un libro en el que se analizan las historias de c¨®mo 15 ciudades de todo el mundo ¡ªde Vitoria-Gasteiz a Singapur, pasando por Filadelfia y Nairobi¡ª han logrado reverdecerse y sacar provecho de las ventajas que ofrecen los ¨¢rboles en un contexto urbano.
Evans Sifuentes Oca?a, regidor de Independencia (un distrito de Lima, la capital peruana) ha contado c¨®mo plantar ¨¢rboles en la ladera del municipio ha ayudado a proteger a sus habitantes de la erosi¨®n del terreno. "Ante la falta de vivienda la gente se instala donde puede, tambi¨¦n en zonas vulnerables". La poblaci¨®n del distrito, de bajos ingresos, constru¨ªa sus asentamientos en una zona con riesgo de derrumbe con sismos o llegada de lluvias torrenciales. "Al plantar bosque, evitamos que m¨¢s gente se instale ah¨ª, al tiempo que reforzamos el terreno y creamos un ¨¢rea de esparcimiento que puede dar lugar a emprender negocios", dec¨ªa Sifuentes.
En el libro se habla del caso de Vitoria-Gasteiz, que fue capital verde europea en 2012, de su cintur¨®n verde y de c¨®mo las 1.412 hect¨¢reas de espacios p¨²blicos verdes de que dispone son fruto de una planificaci¨®n y una visi¨®n que se lanz¨® hace m¨¢s de un cuarto de siglo. Lo mismo ocurre en el caso de Singapur. La mayor¨ªa de los miles de ¨¢rboles de la ciudad-Estado ¡ªque cuenta con los mismos metros cuadrados de zona verde por habitante que la capital alavesa¡ª tienen su origen en un programa que se puso en marcha hace m¨¢s de 50 a?os.
Pero, aunque la planificaci¨®n es clave, siempre hay tiempo para subirse al tren de los bosques urbanos. La peque?a Mantua (50.000 habitantes) ha invertido 2,5 millones de euros en los ¨²ltimos dos a?os para aumentar un 55% el n¨²mero de plantas en su t¨¦rmino municipal, seg¨²n su alcalde. Tambi¨¦n se han creado dos bosquecillos en zonas dedicadas a pol¨ªgonos industriales y log¨ªsticos. "Debemos ser conscientes de que con esto podemos hacer ciudades m¨¢s bellas y sanas", dec¨ªa Palazzi.
En Filadelfia, que cuenta con el mayor sistema de parques urbanos de los Estados Unidos, siguen ampliando su cobertura forestal, centr¨¢ndose sobre todo en las zonas m¨¢s desfavorecidas. "No hay que limitarse a apoyar a los vecinos que quieren plantar ¨¢rboles, sino convencer a los que no est¨¢n interesados", explicaba Michael Di Berardinis, el director de gesti¨®n de su Ayuntamiento. "Antes lo hac¨ªamos solo por el medio ambiente, para secuestrar carbono. Pero hemos entendido que aportan muchas otras cosas. Entre otras, los barrios m¨¢s verdes son m¨¢s seguros".
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