Ciudades con ¨¢rboles, ciudades saludables (y felices)
Los paisajes urbanos m¨¢s exitosos son los que contemplan los espacios verdes desde el principio, en lugar de a?adirlos a ¨²ltima hora
Mientras pasea por una avenida arbolada entre el ajetreo de una ciudad, es probable que usted no se pare a pensar en los beneficios de los ¨¢rboles que tiene a ambos lados. O en c¨®mo ser¨ªa la vida urbana sin ellos. Sin embargo, el marco que ofrecen los olmos, palmeras o mandarinos hace mucho m¨¢s que proporcionar sombra y suavizar las fr¨¢giles l¨ªneas del paisaje urbano.
Hay muchas pruebas de que los ¨¢rboles pueden mejorar la salud mental y reducir el estr¨¦s y la ansiedad de la vida urbana. Un estudio de la ciudad de Toronto (Canad¨¢) revel¨® que el mero hecho de tener 10 ¨¢rboles m¨¢s en una manzana de la ciudad mejoraba la percepci¨®n de la salud de sus habitantes. Y lo hac¨ªa de un modo comparable a un aumento de 10.000 d¨®lares en los ingresos personales, o a sentirse siete a?os m¨¢s joven. Hoy, hay m¨¢s personas que nunca viviendo en las ciudades. Pero esta r¨¢pida urbanizaci¨®n no tiene por qu¨¦ significar una expansi¨®n fea y gris.
En las calles atestadas de tr¨¢fico de muchas urbes, los ¨¢rboles desempe?an un inestimable papel al filtrar los contaminantes nocivos y mitigar los efectos del cambio clim¨¢tico. Tambi¨¦n sirven como filtros de aire altamente eficientes, que absorben el carbono da?ino producido por los veh¨ªculos y la industria. Un ¨¢rbol grande puede absorber 150 kilos de di¨®xido de carbono al a?o y filtrar a la vez las part¨ªculas contaminantes del aire. Solo en Londres (Reino Unido), los ¨¢rboles eliminan la incre¨ªble cantidad de 2,4 millones de toneladas de contaminaci¨®n atmosf¨¦rica cada a?o.
P¨¢rese tambi¨¦n un segundo a pensar en cu¨¢n ensordecedor ser¨ªa el ruido en las ciudades sin ¨¢rboles que absorbiesen la contaminaci¨®n ac¨²stica al proteger las casas de las carreteras y de las ¨¢reas industriales cercanas. Como si de amortiguadores se tratase, reducen significativamente los niveles de ruido de la ciudad y en el caso de los humanos ese recorte puede ser de hasta el 50%.
Del mismo modo, puede resultar sorprendente descubrir que, al proteger las casas de los vientos fr¨ªos, los ¨¢rboles reducen aproximadamente la mitad de la energ¨ªa que se necesita para calentarlas. E igualmente sirven como aires acondicionados naturales, ya que pueden reducir las temperaturas hasta en 8¡ãC.
Tambi¨¦n los bosques de entornos rurales, situados m¨¢s all¨¢ de los l¨ªmites urbanos (que a menudo llegan a cientos de kil¨®metros de distancia) brindan una enorme gama de servicios a las ciudades, como la protecci¨®n de las cuencas hidrogr¨¢ficas y el suministro de energ¨ªa, de materiales de construcci¨®n y de oportunidades recreativas para sus habitantes.
Que una ciudad tenga 10 ¨¢rboles por manzana puede hacer que sus habitantes se sientan siete a?os m¨¢s j¨®venes
Adem¨¢s de mejorar la calidad de vida de millones de urbanitas, este asunto tambi¨¦n tiene sentido desde un punto de vista econ¨®mico. Un estudio realizado por el departamento de parques de la ciudad de Nueva York (EE UU) descubri¨® que el beneficio que proporcionan los ¨¢rboles alcanza los 120 millones de d¨®lares al a?o, e incluye la protecci¨®n del suministro de agua de la ciudad y la prevenci¨®n de inundaciones. Los bosques bien gestionados en las ciudades y sus alrededores proporcionan h¨¢bitats, alimentos y protecci¨®n para las plantas y los animales, lo que ayuda a mantener y aumentar la biodiversidad. En muchas urbes, los ¨¢rboles urbanos y periurbanos sirven como fuente de le?a, alimentos y medicinas. Por ejemplo, los ciruelos Jamun que hay junto a las carreteras en Nueva Delhi (India) producen 500 toneladas de fruta cada a?o, que se destinan tanto a la venta como al consumo.
A pesar de todo, lamentablemente en algunos cascos urbanos se talan ¨¢rboles para dar paso a m¨¢s carreteras y edificios. Sin embargo, cuando el espacio es escaso, los ¨¢rboles no tienen que crecer necesariamente a nivel del suelo. A medida que las localidades crecen y se multiplican, se desarrollan formas ingeniosas de integrar ¨¢rboles en los paisajes urbanos, como la creaci¨®n de jardines verticales, como se ha hecho en Mil¨¢n, o la plantaci¨®n de ¨¢rboles en edificios, como en Singapur, aunque esto siempre debe ser un ¨²ltimo recurso.
El tema del D¨ªa Internacional de los Bosques 2018 es Bosques y ciudades sostenibles, y en la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO), nos aseguramos de apoyar a los pa¨ªses miembros en temas de silvicultura urbana. Es gratificante saber que muchas ciudades de todo el mundo (y no solo del norte rico) se esfuerzan por cuidar los bosques urbanos. En China, 170 ciudades se han adherido a un programa de reverdecimiento que ha aumentado dram¨¢ticamente la cobertura de ¨¢rboles. En Manila se est¨¢n creando parques en miniatura en espacios como p¨¢ramos, cruces de caminos y l¨ªneas ferroviarias. En Se¨²l (Corea del Sur) los planificadores urbanos eliminaron toda una autopista del centro de la ciudad y la reemplazaron con ¨¢rboles y plantas.
La clave est¨¢ en anticiparse en la planificaci¨®n. Los paisajes urbanos m¨¢s exitosos son aquellos que tienen en cuenta los ¨¢rboles y los espacios verdes desde el principio, en lugar de a?adirlos a ¨²ltima hora. Al fin y al cabo, un ¨¢rbol tarda entre 10 y 20 a?os en desarrollarse y madurar. Gestionar las ¨¢reas urbanas se ha convertido en uno de los desaf¨ªos m¨¢s importantes del siglo XXI, pero los ¨¢rboles y los bosques urbanos pueden hacer que nuestras ciudades sean espacios m¨¢s verdes, m¨¢s saludables y m¨¢s felices en los que vivir. Debemos asegurarnos de que los incluimos en nuestros planes.
Hiroto Mitsugi es el subdirector general de la FAO (Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la alimentaci¨®n y la agricultura) responsable de Bosques.
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