Renuncia a comer tomates en invierno y salva el planeta

M¨¢s informaci¨®n

Compre comida ecol¨®gica si quiere salvar el planeta

Somos lo que tiramos

?Qui¨¦n ha hecho tu ropa?- Fashion Revolution es una campa?a bastante conocida de moda ¨¦tica que pone de manifiesto que nuestro consumo exagerado de productos textiles se sustenta sobre la vulneraci¨®n de derechos humanos, laborales y medioambientales en lejanas tierras, lejanas a nuestra vista y a nuestro coraz¨®n.

?Y si nos inspir¨¢ramos de esta campa?a para crear otra gemela, algo as¨ª como ¡°?De d¨®nde viene tu comida?¡±. Esta segunda campa?a aplicar¨ªa la misma l¨®gica de la ropa a lo que nos llevamos a la boca. Llegar¨ªamos seguramente a la triste conclusi¨®n de que para elaborar nuestro plato a lo peor algunos y algunas han sido mal pagados, cuando no maltratados, y que el planeta se lleva la peor parte de esta historia. La conclusi¨®n ser¨ªa parecida que para la ropa: nuestra voracidad alimentaria, ese querer consumir todo tipo de producto todo el a?o, incluso fuera de temporada, un fruto que est¨¦ reci¨¦n cogidito y bien expuesto en el super de la esquina tiene un precio muy caro, precio que nosotros no pagamos. El coste real est¨¢ tambi¨¦n externalizado en este caso.

Cuatro j¨®venes franceses, agrupados bajo el nombre colectivo Le Tatou se han formulado la pregunta y la respuesta es un mini documental de 8 minutos. Se han preguntado en concreto de d¨®nde vienen los tomates que inundan el mercado europeo y en qu¨¦ condiciones son producidos. Se han desplazado hasta Almer¨ªa, la huerta de Europa, para comprobar in situ que la demanda siempre creciente del continente por consumir tomates todo el a?o y no s¨®lo de junio a octubre, como tocar¨ªa, ha llevado a la provincia andaluza a extender la cultura intensiva bajo pl¨¢stico (44.000 m2), una buena idea en principio para explotar al m¨¢ximo los recursos. El problema es que el mar de pl¨¢stico que recubre la huerta (una superficie de unos 200 km.) es renovado a menudo pero no reciclado. La mayor parte del pl¨¢stico se quema y el resto puede acabar entre la arena de la playa vecina, o bien directamente en el mar o en el espacio ?protegido? del Parque Natural de Cabo de Gata, que tampoco pilla tan lejos.

El documental de Le Tatou, que cuenta con m¨¢s de 600.000 visionados, explica adem¨¢s que para producir tanto tomate los productores se han visto obligados a crear plantas de desalinizaci¨®n del agua de mar. La desalinizaci¨®n tiene un enorme impacto medioambiental porque requiere el uso de mucha energ¨ªa y porque la sal extra¨ªda es arrojada de nuevo al mar, lo que perjudica a la fauna y la flora mar¨ªtima. Los productores se han visto obligados a buscar el agua dulce tambi¨¦n en pozos que excavan de hasta 1.500 metros de profundidad. Es decir, extraen agua proveniente de capas fre¨¢ticas ya de por s¨ª bastante empobrecidas. No hay que olvidar que Almer¨ªa fue en su d¨ªa escenario de legendarios westerns. El agua por esos parajes no cae del cielo, por as¨ª decirlo. No est¨¢ de m¨¢s a?adir que el 50% de los pozos son ilegales.

?Est¨¢n los j¨®venes modernillos franceses m¨¢s preocupados por el equilibrio ecol¨®gico del Sur de Espa?a que los habitantes de la regi¨®n?

?Est¨¢ la regi¨®n apostando por el ¡°pan para hoy y hambre para ma?ana¡±? ?Est¨¢n los j¨®venes modernillos franceses m¨¢s inquietos y preocupados por el equilibrio ecol¨®gico del Sur de Espa?a que los propios habitantes de la regi¨®n? Seg¨²n el documental, que ha sido elaborado con la colaboraci¨®n de la ADEME, Agence de l¡¯Environnement et de la Ma?trise de l¡¯?nergie (Agencia del Medio Ambiente y del Control de la Energ¨ªa), los pol¨ªticos locales son conscientes de estos y otros desmanes, como la explotaci¨®n laboral de miles de trabajadores inmigrantes, la mitad de ellos ilegales, que tampoco es un detalle al margen, pero las autoridades prefieren mirar para otro lado. Pan para hoy y hambre para ma?ana.

Y por si el ecosistema andaluz no te afecta y la situaci¨®n laboral de los inmigrantes te trae al pairo, el v¨ªdeo te aporta a¨²n otro argumento de peso para que abandones definitivamente el consumo de tomate almeriense: 80% de esos tomates contienen residuos de pesticidas, y el 7% de entre ellos en un porcentaje superior a lo tolerado.

Lo curioso del v¨ªdeo es que no echa la culpa ni a los productores, ni a los pol¨ªticos, ni a los transportistas ni a los distribuidores ni a los comerciantes. La responsabilidad, vienen a decir, es nuestra, de los consumidores, que aceptamos cualquier cosa por el placer ese tonto de llevarse un tomate a la boca en pleno mes de febrero, tomate por otro lado que casi no sabe a nada. Como colof¨®n, los youtuberos invitan al espectador a ce?irse a los productos de temporada. ?Y si empezamos todos a leer las etiquetitas y a preguntamos seriamente de d¨®nde viene la comida?