Las leyes paralizan el avance de la ciencia en Espa?a
Los investigadores denuncian que la falta de recursos y la burocracia han llevado a algunos centros al borde de la desaparici¨®n. El Instituto Espa?ol de Oceanograf¨ªa sufre el mayor impacto por la mala gesti¨®n
¡°Hay que tener mucho valor para ser cient¨ªfico en este pa¨ªs porque la burocracia te come por los pies¡±, asegura Francisco S¨¢nchez, cient¨ªfico del Instituto Espa?ol de Oceanograf¨ªa (IEO) desde hace 35 a?os. Actualmente participa en Intemares, un proyecto pionero para estudiar las ¨¢reas marinas protegidas espa?olas financiado con casi 50 millones de euros, ¡°el mayor en investigaci¨®n marina de toda la Uni¨®n Europea¡±, resalta. El IEO es el encargado de estudiar los volcanes de fango en el golfo de C¨¢diz o los corales de aguas fr¨ªas del Cant¨¢brico, entre otras ¨¢reas de la Red Natura 2000, pero el trabajo ha estado pr¨¢cticamente paralizado desde marzo de 2017. Hab¨ªa que contratar a 25 investigadores y t¨¦cnicos para echarlo a andar y el s¨ª de la administraci¨®n no lleg¨® hasta hace unos d¨ªas. Ahora comenzar¨¢ el proceso legal de oposiciones que llevar¨¢ otros cinco o seis meses. En total, a?o y medio para contratar cient¨ªficos cuando otros socios del proyecto como la Fundaci¨®n Biodiversidad, sujeta a normas administrativas m¨¢s flexibles, tardan 15 d¨ªas, lamenta S¨¢nchez. ¡°Nunca hab¨ªamos visto problemas como estos, jam¨¢s. Hemos estado a cargo de muchos ministerios diferentes pero nunca un Gobierno hab¨ªa tenido tan poco inter¨¦s por la ciencia¡±, lamenta el investigador.
El IEO es un organismo cient¨ªfico asesor del Gobierno en materia de oceanograf¨ªa cuyos datos ayudan a asignar las cuotas pesqueras y analizar el estado del litoral y su fauna. El organismo, dependiente del Ministerio de Econom¨ªa y fundado en 1914, se encuentra en una situaci¨®n de ¡°par¨¢lisis¡±, seg¨²n han denunciado recientemente 322 de sus 547 trabajadores.
Casi todos los problemas que cuentan los cient¨ªficos del IEO recuerdan al ¡°vuelva usted ma?ana¡±. O mejor el a?o que viene. El Francisco de Paula Navarro, uno de los cinco buques del IEO, est¨¢ anclado con el motor gripado desde febrero de 2017. El estudio sobre los bancos de sardinas y otras especies de inter¨¦s comercial lleva meses a la espera de contratar un investigador experto en ADN que pueda analizar los datos recogidos. Algunos cient¨ªficos trabajan en cochambrosos laboratorios improvisados en antiguos garajes. La tramitaci¨®n de compras y contratos esenciales para iniciar proyectos es un ¡°bucle kafkiano¡±, como lo define un investigador. Cualquiera que llame estos d¨ªas al IEO y pida hablar con su responsable de prensa lo comprobar¨¢ en sus propias carnes. El contrato del periodista est¨¢ pendiente de renovaci¨®n desde hace meses y hasta entonces no puede trabajar.
Una de las causas de esta situaci¨®n es una ley cuyo objetivo es combatir la corrupci¨®n. Desde 2014 los organismos p¨²blicos de investigaci¨®n (OPI), al igual que el resto de la administraci¨®n, quedaron sometidos a la intervenci¨®n fiscal previa, lo que se traduce en el despliegue de inspectores de hacienda en los centros de investigaci¨®n que revisan cada tr¨¢mite, cada gasto, antes de aprobarlo. Las universidades y el Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas quedaron exentos de esta norma. En los otros siete OPI espa?oles, las idas y venidas de expedientes entre la intervenci¨®n y los investigadores supone que los proyectos de investigaci¨®n arrancan con retrasos de m¨¢s de un a?o. La principal reivindicaci¨®n de los investigadores del IEO y otros OPI es que se levante esta normativa.
A esto se suma que, hasta que no se aprueben los presupuestos de 2018, los OPI solo pueden gastar la mitad de sus presupuestos, la raz¨®n que explica, entre otros problemas, que el Francisco de Paula est¨¦ parado en Mah¨®n y sin fecha prevista de reparaci¨®n. El motor se le rompi¨® en mar abierto y el barco y su tripulaci¨®n tuvieron que ser remolcados al puerto menorqu¨ªn por Salvamento Mar¨ªtimo. ¡°Esta es una tormenta m¨¢s que perfecta, cada vez tenemos menos personal y m¨¢s burocracia¡±, reconoce Jos¨¦ Ignacio D¨ªaz, jefe de flota del IEO, un alto cargo que decidi¨® no firmar el manifiesto de protesta. ¡°Quejarse est¨¢ bien, pero no se puede ser ignorante y pensar que la situaci¨®n va a cambiar porque s¨ª. Yo s¨¦ que la secretar¨ªa de Estado de I+D+i y la direcci¨®n del IEO est¨¢n intentando resolverlo, pero no pueden con la cerraz¨®n del Ministerio de Hacienda y sus leyes. Y las leyes hay que cumplirlas s¨ª, o s¨ª¡±, se?ala.
La plantilla del IEO ha ca¨ªdo un 20% desde 2011
La plantilla del IEO ha ca¨ªdo un 20% desde 2011, lo que ha exacerbado los problemas internos. Casi cualquier tr¨¢mite administrativo de sus nueve centros oceanogr¨¢ficos en el litoral tiene que pasar por la sede de Madrid, donde apenas hay dos trabajadores en la unidad de proyectos, tres en la de personal y otros tres en la de contrataci¨®n,?explica a Materia Eduardo Balguer¨ªas, director del IEO, para un organismo que maneja decenas de proyectos y un presupuesto anual de unos 60 millones de euros. ¡°El IEO tiene una debilidad estructural de sus servicios centrales de gesti¨®n administrativa y cient¨ªfica heredada del pasado que lo hace m¨¢s vulnerable a la burocracia y menos ¨¢gil para responder a las exigencias de la Intervenci¨®n¡±, reconoce Balguer¨ªas. En su manifiesto, los trabajadores le acusaban de ¡°conformismo¡± por no haber denunciado la situaci¨®n p¨²blicamente. El mensaje de Balguer¨ªas para ellos es: ¡°El IEO est¨¢ en una situaci¨®n coyunturalmente dif¨ªcil que estoy seguro que resolveremos", y a?ade que est¨¢ dando explicaciones detalladas en reuniones con cada centro.
Recientes movimientos del Ministerio de Hacienda demuestran que las leyes no son tan inamovibles como las pintan. Este mes, el secretario de Estado de Presupuestos, Alberto Nadal, aprob¨® una excepci¨®n a la norma presupuestaria que permite el gasto de 6,7 millones de euros adicionales en 2018 al Centro de Investigaciones Energ¨¦ticas, Medioambientales y Tecnol¨®gicas, otro OPI afectado en el que cientos de cient¨ªficos firmaron un manifiesto de denuncia por su situaci¨®n de "colapso" publicado por este diario. Un portavoz de la secretar¨ªa de Estado de I+D+i del Ministerio de Econom¨ªa explica que este departamento va a apoyar un plan para descentralizar el IEO y a?ade que se ha pedido a Hacienda ¡°que no se aplique la intervenci¨®n previa a los OPI o al menos se restrinja a determinados expedientes¡±.
El martes, el ministro de Hacienda, Crist¨®bal Montoro, explic¨® que la propuesta de presupuestos para 2018 incluye una subida del 8,3% para investigaci¨®n civil y militar. Pero muchos investigadores piensan que lo importante no es el dinero, sino cambiar las leyes que est¨¢n paralizando la investigaci¨®n. ¡°Aunque estas normativas nos afectan a todos, a quien m¨¢s castigan es a las clases medias de la investigaci¨®n, hasta el punto de que algunos centros est¨¢n en riesgo de desaparecer¡±, explica Luis Serrano, presidente de Somma, la uni¨®n de 41 centros y unidades Severo Ochoa y Mar¨ªa de Maeztu que reciben una financiaci¨®n adicional del Gobierno por su alta calidad. Hace unos d¨ªas, Serrano se reuni¨® con los grupos parlamentarios para plantearles reformas legales urgentes en las normas de contrataci¨®n p¨²blica y la devoluci¨®n del IVA, entre otras cuestiones que amenazan con frenar en seco la actividad investigadora. ¡°Todos est¨¢n de acuerdo en que las leyes se aprueban sin tener en cuenta la ciencia y se han presentado iniciativas no de ley para intentar resolverlo, pero de ah¨ª tienen que ir escalando hacia arriba y al final se topan con Hacienda¡±, se?ala. Una vez se aprueban las leyes, es m¨¢s complicado cambiarlas, especialmente en una situaci¨®n pol¨ªtica como la actual, por eso Serrano aboga por la creaci¨®n de una oficina asesora en ciencia tanto en el Parlamento como en la presidencia del Gobierno, como sucede en otros pa¨ªses. ¡°La ciencia deber¨ªa ser una cuesti¨®n de pa¨ªs¡±, opina.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.