Las granjas que la reina Letizia visit¨® en Senegal

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En la finca de Aminata Ly, situada en el pueblo de Sib¨¦r¨¦ Kand¨¦, a las afueras de Kolda, florecen coles, tomates, r¨¢banos, pimientos y cebollas. Nadie pod¨ªa imaginar que esta senegalesa de 26 a?os que estudi¨® Empresariales en Marruecos tendr¨ªa tan buena mano con la tierra. ¡°No hay ning¨²n secreto adem¨¢s del trabajo duro¡±, asegura con una sonrisa. Su explotaci¨®n familiar, en la que da trabajo a sus cuatro hermanos, es una de las joyas del proyecto de Granjas Familiares Naatangu¨¦ puesto en marcha por el Gobierno senegal¨¦s y apoyado en las tres regiones de Casamance por la Cooperaci¨®n Espa?ola.

En otra parcela situada a varios cientos de metros, Oumar Sow lo tiene claro. ¡°La tierra no miente¡±, asegura, ¡°todo lo que metes en ella te lo devuelve con creces¡±. Como tantos otros, Sow se fue un buen d¨ªa. No se lo pens¨® mucho: hizo el petate y se plant¨® en Ben¨ªn con la intenci¨®n de dar el salto a Estados Unidos. Tres meses despu¨¦s, mientras ve¨ªa pasar una jornada tras otra sentado en una calle de Cotonou sin nada que hacer, decidi¨® regresar. ¡°Me crie en una granja de mi familia, pero estaba obsesionado con emigrar. Al final fue una p¨¦rdida de tiempo¡±, a?ade mientras observa con orgullo c¨®mo crecen sus primeros frutales.

En Ziguinchor, Gildas Diedhou a¨²n no ha plantado nada. ¡°Prefiero desbrozar el terreno y limpiar todo bien antes de comenzar¡±, explica. Tiene las manos cuarteadas despu¨¦s de tres meses retirando, solo y sin maquinaria, toda la maleza y ¨¢rboles de su finca. A sus 30 a?os, este inform¨¢tico que trabaj¨® como becario en la alcald¨ªa de Ziguinchor se cans¨® de la ciudad y decidi¨® volver al campo. ¡°Recib¨ª la tierra de una herencia familiar y no sab¨ªa muy bien qu¨¦ hacer, no ten¨ªa medios para poner ning¨²n proyecto en marcha¡±, dice. Hasta que ley¨® por Internet que se hab¨ªa abierto el plazo para recibir una ayuda. Se present¨®, fue admitido y lo dej¨® todo atr¨¢s. ¡°Quiero empezar con moringa y pimientos. Tengo ambiciones¡±, concluye.

El proyecto consiste en seleccionar propietarios de tierras agr¨ªcolas que no dispongan de los recursos necesarios y construirles lo necesario para que comiencen a cultivar

Lo que Gildas Diedhou descubri¨® en su ordenador fue el proyecto Granjas Familiares Naatangu¨¦ (prosperidad, en wolof, la lengua nacional). Esta iniciativa fue puesta en marcha por el Gobierno senegal¨¦s para tratar de generar desarrollo y combatir as¨ª en las zonas rurales el ¨¦xodo de sus j¨®venes, muchos de ellos deslumbrados por la idea de Europa. El proyecto consiste en seleccionar propietarios de tierras agr¨ªcolas que no dispongan de los recursos necesarios y construirles un pozo, un motor para la extracci¨®n de agua movido por energ¨ªa solar que alimenta un sistema de riego por goteo, un dep¨®sito de agua en altura, un gallinero, una peque?a casa y un estanque para el cultivo de peces. En 2014, la Cooperaci¨®n Espa?ola decidi¨® sumarse a esta idea que ya est¨¢ dando sus primeros frutos.

Senegal es un pa¨ªs donde la agricultura es clave, como revela el hecho de que casi el 20% de su PIB procede de este sector. Sin embargo, m¨¢s all¨¢ de las grandes explotaciones de cultivos dependientes de la lluvia como el cacahuete, el algod¨®n o de cereales como el arroz, mijo, sorgo o ma¨ªz, destinado sobre todo a la exportaci¨®n, muchas familias sobreviven en los meses dif¨ªciles gracias a las parcelas en donde plantan tomates, pepinos, cebollas, gombo, lechugas o pimientos y se estabulan los peque?os rumiantes, como cabras y corderos. Esas fincas reciben el nombre de t?kkoor en wolof y sobre esta idea pivota el proyecto de Granjas Naatangu¨¦, pues la superficie que recibe la subvenci¨®n debe ser solamente de una hect¨¢rea.

Cuando era muy joven, Alimatou Sylla Diop se vio obligada a dejar su Sedhiou natal para ir junto a su marido, un emigrante que se buscaba la vida en Francia. ¡°Desde que pis¨¦ Europa ten¨ªa en mi cabeza la idea de volver¡±, asegura y el terreno que le ha cedido su padre lo ha hecho posible. ¡°Los j¨®venes se marchan y se ven haciendo los peores trabajos, sin papeles, pasando fr¨ªo y necesidades, pero aqu¨ª se queda la tierra, aqu¨ª hay empleo digno¡±, a?ade. Bajo uno de los ¨¢rboles que alivia el calor del mediod¨ªa, cinco mujeres comen pan y caf¨¦. Es la hora del descanso. ¡°Doy trabajo a esta gente, no puedo hacerlo sola¡±, explica.

La Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional al Desarrollo (Aecid) aporta la mitad de la inversi¨®n total, que es de 18.000 euros por cada granja. El resto lo pagan la Agencia Nacional de Inserci¨®n y Desarrollo Agr¨ªcola (Anida) de Senegal, que se encarga del 20%, y el propietario de la tierra (30%) que tiene la opci¨®n de acudir a un cr¨¦dito a devolver en cuatro a?os a un inter¨¦s del 8% y con la garant¨ªa del Estado. El objetivo tambi¨¦n pasa por la creaci¨®n de 700 empleos, sobre todo entre j¨®venes y mujeres. ¡°Ya hemos entregado 51 granjas y est¨¢n previstas otras 54 en los pr¨®ximos meses¡±, apunta Milagros Jim¨¦nez, encargada de Proyectos de Desarrollo Econ¨®mico de la Aecid en Senegal.

Los j¨®venes se marchan y se ven haciendo los peores trabajos, sin papeles, pasando fr¨ªo y necesidades, pero aqu¨ª se queda la tierra, aqu¨ª hay empleo digno

Alimatou Sylla Diop, agricultor

Esta iniciativa tiene su antecedente en el antiguo Plan REVA (Retorno a la Agricultura) dise?ado por el expresidente Abdoulaye Wade y apoyado por Espa?a en plena crisis de los cayucos. Sin embargo, ser¨¢ el nuevo jefe de Estado Macky Sall quien de un renovado impulso a la agricultura familiar, creando Anida e incluyendo este modelo como programa faro dentro de su Plan Senegal Emergente, la columna vertebral de sus pol¨ªticas de desarrollo. Con la creaci¨®n del Fondo Fiduciario de la Uni¨®n Europea de lucha contra la inmigraci¨®n irregular, el proyecto de Granjas Naatangu¨¦ se va a multiplicar, beneficiando a un total de 275 explotaciones agr¨ªcolas familiares y 30 comunitarias.

Pese a que se han constatado algunas disfunciones en la aplicaci¨®n sobre el terreno del proyecto, como la escasa flexibilidad para adaptarse a la realidad local y de los beneficiarios o que el precio final de la inversi¨®n supera lo previsto, lo que ha obligado a recortar en algunas fincas, por ejemplo, eliminando el estanque, lo cierto es que el primer ciclo de granjas ha permitido que la voz se haya ido corriendo y que ahora la demanda sea alta. Para acceder a la ayuda, sin embargo, hay que tener la tierra y acreditar que no se dispone de medios financieros para realizar en ella una inversi¨®n en condiciones. Adem¨¢s, se priorizan mujeres y j¨®venes, sobre todo si han realizado estudios ligados a la agricultura, que las explotaciones est¨¦n ya en marcha y a los emigrantes que cuenten con un proyecto de retorno.

Gracia Diedhou, de 34 a?os, recibi¨® una sorprendente visita el pasado mes de diciembre. La Reina de Espa?a se acerc¨® a conocer su granja, situada en Oukut, cerca de Oussouye. Durante su encuentro con do?a Letizia, Diedhou le explic¨® todo lo que ha podido poner en marcha en su parcela gracias al proyecto Naatangu¨¦. Desde el a?o 2000 est¨¢ especializada en la producci¨®n de papaya y pimienta, pero con la ayuda de Anida y la Cooperaci¨®n Espa?ola ha introducido cebollas y tomates. El riego por goteo ha sido clave para esta diversificaci¨®n, que se ve reforzada con la introducci¨®n de un gallinero del que Diedhou espera empezar a sacar beneficio en breve. ¡°Aqu¨ª se pueden ver los resultados de la labor que est¨¢ haciendo Espa?a desde hace muchos a?os¡±, asegur¨® la Reina tras su visita.

Se priorizan mujeres y j¨®venes, sobre todo si han realizado estudios ligados a la agricultura, que las explotaciones est¨¦n ya en marcha y a los emigrantes con un proyecto de retorno

?tienne Manga, apicultor de 33 a?os, compr¨® un terreno en 2014 a unos dos kil¨®metros de su casa y desde entonces est¨¢ preparando la tierra. Tras eliminar la vegetaci¨®n salvaje, ahora tiene que hacer frente a tres enormes termiteros. ¡°No es problema, se llenan de agua y luego se echan unos productos qu¨ªmicos y asunto solucionado¡±, asegura. En cuanto ponga la finca en producci¨®n tiene previsto trasladarse con su mujer y su hijo. As¨ª podr¨¢ estar cerca de sus frutales, del gallinero que prev¨¦ ampliar y de los 117 panales que ya tiene instalados en los alrededores. ¡°Tienen que estar en el bosque porque nuestra especie de abejas es muy agresiva. No es seguro que est¨¦n cerca de la poblaci¨®n¡±, asegura.

¡°Una hect¨¢rea es tan solo un primer paso¡±, comenta Mame Morr, t¨¦cnico de Anida que coordina el proyecto en toda Casamance, ¡°tratamos de inculcarles un esp¨ªritu emprendedor y que tengan a su alcance una variedad de actividades complementaria gracias a la diversidad de cultivos, la cr¨ªa de ganado, la avicultura e incluso la piscicultura¡±. Amadou Sadiou Diallo, de 35 a?os, casado y con tres hijos, y el hermoso maizal que ilumina su parcela cerca de Ziguinchor son buena prueba de esa ambici¨®n. ¡°Estoy probando con esta variedad a ver si se da bien. Antes nos mat¨¢bamos sacando el agua del pozo, acababas destrozado. Ahora, con el motor movido por energ¨ªa solar, el cuerpo ya no duele¡±.

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