¡°Mi hijo tuvo que tomar las armas para mantenernos¡±: la pobreza empuja a menores en Siria a alistarse
Miles de ni?os y adolescentes han sido reclutados durante los 13 a?os que dura ya la guerra en Siria. Las consecuencias van desde las f¨ªsicas y psicol¨®gicas a la dificultad de reintegrarse despu¨¦s en la vida civil
Ali al Saloum, de 16 a?os, viv¨ªa en un campamento de desplazados a las afueras de Sarmada, en la provincia siria de Idlib. Pero un d¨ªa dej¨® la escuela y se uni¨® a la organizaci¨®n yihadista Hayat Tahrir al Sham, que controla esa provincia, en el noroeste del pa¨ªs. Su madre, Salwa al Saloum, lo explica: ¡°Despu¨¦s de que mi marido muriera por una herida de metralla causada por un proyectil del Gobierno sirio, mi hijo tuvo que buscar trabajo para mantenernos a m¨ª y a sus cuatro hermanos. Pero no lo encontr¨®, as¨ª que tuvo que tomar las armas y unirse a un grupo armado¡±.
Ali es uno de los miles de menores que han sido reclutados por alguno de los actores de la guerra en Siria, un conflicto entre las fuerzas del r¨¦gimen y las facciones de la oposici¨®n que ya dura m¨¢s de 13 a?os. Durante este tiempo, los ni?os y adolescentes no solo han sido v¨ªctimas directas ¡ªm¨¢s de 30.000 han muerto, seg¨²n ha documentado la Red Siria de Derechos Humanos (SNHR, por sus siglas en ingl¨¦s)¡ª, sino que han soportado una explotaci¨®n que se manifiesta de diversas formas, entre las que destacan el reclutamiento y despliegue continuados de menores en las l¨ªneas del frente, sin tener en cuenta su mayor fragilidad tanto f¨ªsica como mental. El ¨²ltimo informe de la ONU sobre ni?os y conflictos armados, publicado en junio, afirma que Naciones Unidas verific¨® que un total de 1.073 ni?os (1.059 varones y 14 ni?as) hab¨ªan sido reclutados y utilizados por las distintas facciones armadas sirias en 2023. El a?o anterior, hab¨ªa documentado el reclutamiento de 1.696 menores (1.593 ni?os y 103 ni?as).
La madre de Ali cuenta que ha notado un cambio en la forma de pensar y en las creencias de su hijo despu¨¦s de que se uniera a Hayat Tahrir al Sham, hasta el punto de volverse violento, hablando a menudo de su deseo de vengarse de su padre, pegando a sus hermanos peque?os y mostrando rebeld¨ªa. Pero escapar al reclutamiento es dif¨ªcil porque, seg¨²n la mujer, estos grupos armados de oposici¨®n hacen constantes llamamientos para incitar a j¨®venes y ni?os a luchar, ofreci¨¦ndoles dinero, promesas de entrar en el para¨ªso y otros incentivos como cestas de alimentos, que muchos menores aceptan por la grave situaci¨®n econ¨®mica que viven.
Seg¨²n un informe publicado por Unicef en marzo, unos 7,5 millones de ni?os en Siria necesitaban ayuda humanitaria, m¨¢s que en cualquier otro momento del conflicto. Los repetidos ciclos de violencia, desplazamientos, una crisis econ¨®mica devastadora, graves privaciones, brotes de enfermedades y los devastadores terremotos del a?o pasado han dejado a cientos de miles de ni?os vulnerables a consecuencias f¨ªsicas, psicol¨®gicas y sociales a largo plazo.
¡°El Gobierno sirio, los grupos de la oposici¨®n y las Fuerzas Democr¨¢ticas Sirias han empujado a los ni?os a las l¨ªneas de batalla, asign¨¢ndoles diversas tareas, como labores de vigilancia, participaci¨®n en operaciones militares y misiones de seguridad, exponi¨¦ndolos a un futuro incierto y aboc¨¢ndolos a la ignorancia y el analfabetismo¡±, explica la activista de derechos humanos Lina al Khatib (33 a?os), de la ciudad de Idlib. Al Khatib explica que ¡°el reclutamiento de menores es una grave violaci¨®n de los derechos del ni?o, ya que abre la puerta a una serie de otras graves violaciones como el asesinato, la agresi¨®n sexual, la violencia a la que se somete al ni?o durante el reclutamiento y la utilizaci¨®n en las guerras¡±.
Mi hijo de 15 a?os se uni¨® a los grupos armados de la oposici¨®n para ayudarnos con su salario mensual a comprar pan y lo b¨¢sico para vivirMahmoud al Razouq, desplazado sirio de 52 a?os
Mahmoud al Razouq, de 52 a?os, desplazado desde Saraqeb a la ciudad de Atarib, en el campo occidental de Alepo, comparte una historia similar. Su hijo de 15 a?os se uni¨® a la oposici¨®n armada sin su consentimiento, y no le permitieron entrar en el campo de entrenamiento para recuperarlo. ¡°Mi hijo fue a visitar a un amigo, pero no volvi¨®¡±, explica. ¡°Entonces me enter¨¦ de que se hab¨ªa unido a los grupos armados de la oposici¨®n para ayudarnos con su salario mensual a comprar pan y lo b¨¢sico para vivir¡±. Al Razouq reconoce que necesita este sueldo debido al alto coste de la vida y a las escasas oportunidades de trabajo, aunque no desea arriesgar la vida de su hijo por dinero.
¡°La mayor¨ªa de las familias cuyos hijos se han unido a los campos de entrenamiento viven como yo, en circunstancias dif¨ªciles, ya que no podemos recuperar a nuestros hijos de los campos, pues los responsables de seguridad impiden que nadie se acerque a ellos antes de que termine el curso de formaci¨®n¡±, a?ade Al Razouq. Despu¨¦s tampoco pudo convencerlo de que dejara de llevar armas, ya que fue trasladado con sus compa?eros a campos desconocidos donde fueron aislados y se les impidi¨® la comunicaci¨®n con el exterior, seg¨²n el testimonio de este padre.
Al margen de la vida
Los ni?os soldados no se libran de las consecuencias de los combates. Muchos han muerto, mientras que los que han sobrevivido han regresado con discapacidades o impedimentos f¨ªsicos y traumas psicol¨®gicos. Es el caso de Amar al Darbas, un joven de 15 a?os de Azaz, en la campi?a septentrional de Alepo, que luchaba junto al Ej¨¦rcito Nacional de Siria ¡ªuna alianza de facciones rebeldes e islamistas¡ª, apoyado por Turqu¨ªa. Perdi¨® las dos piernas en uno de los frentes de batalla.
¡°Estaba de guardia con mis compa?eros en uno de los frentes de batalla en la campi?a de Alepo¡±, recuerda. ¡°Un proyectil disparado por las fuerzas gubernamentales sirias cay¨® cerca de nosotros, matando a un compa?ero y amput¨¢ndome las piernas. Desde ese d¨ªa, dependo de una silla de ruedas para moverme¡±. Seg¨²n el chico, ahora vive al margen de la vida y necesita ayuda en todos los aspectos, ya que la discapacidad le ha privado de llevar una existencia normal.
Un proyectil disparado por las fuerzas gubernamentales cay¨® cerca de nosotros, matando a un compa?ero y amput¨¢ndome las piernas. Desde ese d¨ªa, dependo de una silla de ruedas para movermeAmar al Darbas, 15 a?os
La psicol¨®ga Nour al Barakat, de 32 a?os y originaria de Idlib, insiste en los peligros del reclutamiento de menores: ¡°Los ni?os en Siria, debido a sus circunstancias y a su corta edad, son m¨¢s vulnerables a la explotaci¨®n, definida como cualquier forma de beneficio a costa de sus derechos b¨¢sicos. Una de las principales formas de explotaci¨®n es su reclutamiento en conflictos armados¡±. La experta confirma que el deterioro de las condiciones econ¨®micas en medio de la guerra es una de las principales razones del reclutamiento de ni?os y destaca los cambios que sufren los menores en su comportamiento, que afectan a sus perspectivas de futuro y a sus interacciones con la familia y la comunidad local. La facci¨®n que recluta inculca su ideolog¨ªa y anima a los ni?os a adoptar papeles inapropiados para su edad. ¡°La reintegraci¨®n en la vida civil normal les resulta dif¨ªcil despu¨¦s¡±, se?ala Al Barakat, porque estos menores pueden tener dificultades para reintegrarse socialmente y encontrar oportunidades de trabajo.
¡°Todas las partes en conflicto, incluidos gobiernos, facciones y milicias, est¨¢n obligadas a proteger a los ni?os del conflicto, crear un entorno seguro y protector para ellos y poner fin a las violaciones que se cometen contra ellos¡±, reclama Al Khatib, que insta a la comunidad internacional a poner fin a este fen¨®meno que explota de forma ¡°inhumana¡± a los ni?os.
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