?La nueva arquitectura debe ser r¨¢pida, flexible y ampliable?
Un edificio en la Universidad San Jorge de Zaragoza plantea c¨®mo lidiar con los principios que quieren definir la arquitectura del siglo XXI
M¨¢s all¨¢ de la eficacia a corto plazo ¡ªresultar econ¨®mico por ahorrar tiempo de construcci¨®n y dinero¡ª y de la capacidad para lidiar con la incertidumbre ¡ªla posibilidad de cambiar de uso o de crecer¡ª, la nueva arquitectura se enfrenta a las consecuencias de estas prioridades. Idom, una empresa en la que ingenieros, paisajistas y arquitectos trabajan de la mano, apuesta por combinar la producci¨®n en serie de la industrializaci¨®n de la arquitectura con la b¨²squeda de respuestas individuales que multipliquen esa eficacia. Veamos en qu¨¦ consiste ese esfuerzo en uno de sus proyectos m¨¢s recientes: el edificio de servicios generales de la Universidad San Jorge de Zaragoza.
En primer lugar, su propuesta remite a los cl¨¢sicos: la observaci¨®n del terreno y el estudio de la ubicaci¨®n. Ser¨¢n m¨®dulos iguales los que se sumen para dar como resultado un edificio flexible y con capacidad de crecer, pero ser¨¢ el lugar, y su relaci¨®n con el viento y el sol, lo que defina la posici¨®n y con ello, en gran medida, el consumo energ¨¦tico.
As¨ª, el m¨®dulo inicial de este edificio est¨¢ orientado en un eje norte-sur. Eso permite aprovechar toda la energ¨ªa lum¨ªnica y calor¨ªfica del sur a la vez que obliga a protegerse de la perdida de carga t¨¦rmica que se da en el norte a lo largo del d¨ªa.
En el interior, un pasillo, que funciona como calle cubierta y acristalada, marca ese eje y es, a la vez, la columna vertebral prevista para el crecimiento que se dar¨¢ con la suma de m¨®dulos. Esa calle une los m¨®dulos al tiempo que protege los patios de luz del viento, generando espacios acogedores con vistas al paisaje del valle del G¨¢llego.
En segundo lugar, la planta libre, de 12 metros de luz y 500 metros cuadrados di¨¢fanos, vela por la flexibilidad diaria y, a su vez, plantea un problema: ?c¨®mo singularizar lo flexible? ?C¨®mo dotar de identidad lo que debe servir para todo? Aunque las tres plantas de este inmueble son iguales, la m¨¢s alejada del ruido aloja la biblioteca. Los arquitectos la consideran un espacio de silencio, en contraposici¨®n al espacio de intercambio que han previsto en el foro de la planta inferior. Por eso, en la primera planta, la biblioteca mira hacia el paisaje.
La planta baja de acceso contiene las aulas y por esa raz¨®n es el espacio de actividad. Es all¨ª, donde la calle-columna vertebral cose los m¨®dulos y permitir¨¢ crecer al edificio. El corredor sirve tambi¨¦n de plaza p¨²blica y de galer¨ªa de exposiciones abierta a la naturaleza, pero protegida del viento y del agua.
Frente al silencio y el recogimiento de la planta superior, este es un espacio de encuentro, ¡°un lugar vivo que une experiencia y aprendizaje¡±, se?alan los arquitectos.
M¨¢s all¨¢ de observar el terreno y velar por la versatilidad, esa observaci¨®n informa de que con un ligero movimiento de tierras se puede utilizar el talud. As¨ª, lo que podr¨ªa ser un forjado sanitario se ha convertido aqu¨ª en una planta ¨²til que incorpora la naturaleza al inmueble. En esta planta inferior, una mediateca es el tercer espacio ¡ªni de recogimiento ni de actividad sino de intercambio¡ª un foro en contacto con la naturaleza donde los alumnos tienen una asociaci¨®n.
M¨¢s all¨¢ de esos usos, la accesibilidad universal est¨¢ garantizada en todo el edificio. Y el coste del inmueble, 770 euros el metro cuadrado, seg¨²n los arquitectos, hace pensar que la econom¨ªa constructiva resulta en econom¨ªa presupuestaria. As¨ª, adem¨¢s de flexible, eficaz y sostenible, el inmueble es responsable con el medio, con el cliente y con los alumnos: se asegura de que estos est¨¦n c¨®modos, de que no pierdan el tiempo y de que entiendan el valor de la responsabilidad por lo hecho. Por eso este edificio es eficiente en la organizaci¨®n simplificada de las circulaciones, en la distribuci¨®n de espacios, y en su planteamiento energ¨¦tico: aprovecha la geotermia del terreno cuyas vistas cuida y homenajea a la vez. Con esos cuidados, la prefabricaci¨®n y la industrializaci¨®n de la arquitectura tienen un futuro arraigado en el conocimiento del pasado.
FOTOS: I?aki Bergera
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