Queda inaugurada otra Operaci¨®n Salida (o Retorno)
El conductor es culpable; la administraci¨®n queda exonerada de toda responsabilidad
Pocos refugios p¨²blicos quedan hoy tan autocomplacientes y descansados como la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico (DGT), gobernada con mano despistada en Sevilla, pero firme, por el popular Gregorio Serrano. Su gran competidor en virtudes balnearias, la Inspecci¨®n de Paradores, despareci¨® d¨¦cadas atr¨¢s, tocada por el gr¨¢cil esfuerzo de la hermana del caudillo, Pilar Franco. Durante el Gobierno de Rajoy, la DGT ha incorporado como propias dos funciones b¨¢sicas de gran valor simb¨®lico y, si se permite el atrevimiento, ideol¨®gico. La primera funci¨®n, equivalente a la man¨ªa de inaugurar los colegios y hospitales aunque solo tengan acabada una dependencia, consiste en dar el banderazo a las prosopop¨¦yicas operaciones salida y retorno propias de festejos varios (como la Semana Santa) o de las vacaciones. Son como el famoso ung¨¹ento amarillo: para todo valen y para nada sirven. La DGT anuncia enf¨¢ticamente que en tal o cual fecha se esperan tres o cuatro millones de desplazamientos por carretera y despu¨¦s se lava las manos ante los automovilistas en las palanganas ministeriales destinadas al efecto.
Una segunda funci¨®n, relevante para la psicolog¨ªa social, es culpar del todo y en todo a los conductores de cuanto suceda en las carreteras, sean accidentes, muertes, atascos o autopistas bloqueadas por la nieve. Es el caso de la AP-6 en enero de este a?o; la culpa era de los automovilistas por salir al asfalto en un d¨ªa de perros. ?Acaso el Estado, junto con la concesi¨®n a la autopista, hab¨ªa subrogado tambi¨¦n en ella la funci¨®n de velar por el bienestar de los ciudadanos en condiciones de la m¨¢s llana cotidianeidad? El reverso de esta imputaci¨®n es que la Administraci¨®n (estatal, auton¨®mica o local) queda exonerada de cualquier responsabilidad. Si acaso, cuando se oyen d¨¦biles protestas de los conductores por la estrechez y mal estado de las v¨ªas, los ide¨®logos de la DGT recurren al doctor Pangloss: los atascos en las autov¨ªas son tan naturales como la lluvia, las retenciones obedecen a leyes inmutables inaccesibles para el hombre y el mal estado de las carreteras tiene un origen divino. Yahv¨¦ las cre¨® as¨ª cuando separ¨® la tierra de las aguas y no somos quienes para contrariar a Yahv¨¦.
Conocidos los devastadores efectos de la velocidad, quedamos a la espera de un informe oficial que relacione el mugriento estado de los firmes con los accidentes de tr¨¢fico. La DGT nunca es responsable de nada. Coloca los mensajes en los paneles (el de este a?o es llamativo: ¡°22 muertos en la Semana Santa de 2017. Conduce con responsabilidad¡±), y misi¨®n cumplida.
?Que quiz¨¢ ser¨ªa racional imponer la distribuci¨®n de salidas en funci¨®n del n¨²mero de matr¨ªculas? Demasiado caro en t¨¦rmino de votos. ?Que el firme de las autov¨ªas est¨¢ en peores condiciones hoy que una calzada romana? El asfaltado cuesta dinero y ya se sabe que ¡°el dinero no crece en los ¨¢rboles¡± (Cospedal dixit, como si no se hubiera practicado una pol¨ªtica consciente de recortar impuestos). ?Que hay que regular el tr¨¢fico que afluye a las autov¨ªas desde las carreteras secundarias? Quede la tarea para otra Administraci¨®n. ?Que el modelo de control de velocidad y prevenci¨®n de accidentes del PSOE, de eficacia probada, est¨¢ ya agotado? Bueno, es que estamos en minor¨ªa parlamentaria y mejor no mover nada. Y as¨ª sucesivamente. Era m¨¢s vistosa la Inspecci¨®n de Paradores.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.