John Harrison, el relojero autodidacta que midi¨® con precisi¨®n la longitud
El hallazgo del cron¨®metro marino, al que el brit¨¢nico dedic¨® gran parte de su vida, impuls¨® las rutas transatl¨¢nticas al permitir a los barcos no desviarse del rumbo exacto
En una ¨¦poca en la que el poder del mundo a¨²n ten¨ªa que ver con los oc¨¦anos conocidos y las rutas comerciales mar¨ªtimas, el brit¨¢nico John Harrison se hizo famoso, aunque no rico, al evitar la sangr¨ªa de muertes que los naufragios y los barcos perdidos ocasionaban. Su descubrimiento del funcionamiento de un cron¨®metro para hallar la longitud marina y, por tanto, la localizaci¨®n en un punto del planeta junto con la latitud, le ha permitido pasar a la historia como inventor.
El oficio de carpintero lo vio desde peque?o John Harrison en casa, pero quiso dar un paso m¨¢s en el rudimentario trabajo que desempe?aba su padre y se convirti¨® en autodidacta. A base de montar y desmontar la maquinaria de los relojes logr¨® ser un especialista a la vez que se interes¨® por la m¨²sica.
Pero su mayor reto no fue montar las maquinarias que previamente desmontaba, sino inventar el cron¨®metro marino que permit¨ªa a un barco conocer con precisi¨®n su longitud en el mar. El Parlamento brit¨¢nico hab¨ªa convertido a principios del siglo XVIII en un problema nacional la p¨¦rdida y el naufragio de tantos barcos y, por este motivo, ofreci¨® 20.000 libras a la primera persona que encontrara una soluci¨®n.
John Harrison?naci¨® en Foulby, cerca de Wakefield, West Yorkshire (Reino Unido), un 3 de abril, de 1693. El carpintero y relojero pas¨® a ser mundialmente famoso por inventar el cron¨®metro marino que permit¨ªa a un barco conocer con precisi¨®n su longitud en el mar (posici¨®n en el acceso este-oeste) y su descubrimiento fue fundamental en el desarrollo de la navegaci¨®n a larga distancia, que tom¨® un nuevo impuso en el siglo XVIII.
Pocos detalles se conocen, sin embargo, de sus primeros a?os de vida. Era el mayor de cinco hermanos y, al parecer, durante un ataque de viruela a los seis a?os de edad que le oblig¨® a permanecer en la cama una temporada fue cuando comenz¨® a indagar y dise?ar mecanismos de relojer¨ªa. Aunque no se destacan hechos significativos en su vida como carpintero en sus primeros 30 a?os, s¨ª se sabe que acab¨® su primer reloj de p¨¦ndulo en 1713, antes de cumplir 20 a?os. Este primer reloj, es una inc¨®gnita al intentar comprender c¨®mo pudo afrontar semejante proyecto con sus conocimientos, as¨ª que solo su capacidad autodidacta de aprendizaje lo explicar¨ªa. El reloj puede verse hoy en una vitrina del museo del Excelent¨ªsimo Gremio de Relojeros en Guildhall (Londres), que tiene de singular que fue construido ¨ªntegramente en madera de roble y boj, algo que Harrison repiti¨® despu¨¦s con otros dos relojes de madera en los a?os 1715 y 1717.
Cuando ten¨ªa 25 a?os se cas¨® con una joven 10 a?os menor, con quien tuvo su primer hijo, aunque al cumplir el ni?o siete a?os su mujer enferm¨® y falleci¨® poco despu¨¦s. Apenas medio a?o despu¨¦s volvi¨® a contraer matrimonio y tuvo dos hijos m¨¢s. Pero la desgracia de su primer matrimonio continu¨® con el fallecimiento de su primer hijo cuando cumpli¨® 18 a?os.
Aunque empez¨® a destacar por sus dotes creativas, Harrison nunca tuvo habilidades sociales y el trato con otras personas se convirti¨® en una gran barrera, as¨ª que fue ayudado por George Graham y Edmond Halley para conseguir financiaci¨®n y apoyo para sus proyectos.
Su invento m¨¢s importante fue encontrar una soluci¨®n al problema de la longitud. Desde muchos a?os antes se buscaba una soluci¨®n a poder conocer la posici¨®n de longitud de un barco. Se hicieron numerosos intentos, pero ninguno tuvo ¨¦xito. La capacidad de saber la longitud era esencial para la navegaci¨®n segura de los nav¨ªos, y el problema se consider¨® tan importante que el Parlamento ofreci¨® una recompensa de 20.000 libras esterlinas a la primera persona que proporcionara una soluci¨®n al grave problema. El propio sir Isaac Newton hab¨ªa mostrado sus dudas de que se pudiera crear ese dispositivo.
El descubrimiento de Harrison consisti¨® en desarrollar un reloj capaz de combinar las fluctuaciones en la temperatura y la presi¨®n del aire, pudiendo mantener un tiempo muy exacto durante mucho tiempo, valga la redundancia. A John Harrison le cost¨® cinco a?os desarrollar su primer reloj marino, conocido como H1. Para logarlo incorpor¨® rodillos, ruedas de madera y dos balanzas con mancuernas unidas. Despu¨¦s de recibir la aprobaci¨®n de la Royal Society, su primera prueba en mar abierto se realiz¨® en una ruta a Lisboa y fue un ¨¦xito, con el reloj de Harrison -de 34 kilos- prediciendo con exactitud la longitud en comparaci¨®n con los m¨¦todos antiguos que lo hac¨ªan a 60 millas de distancia.
Su hallazgo, sin embargo, no fue suficiente para lograr el premio que ofrec¨ªa el Parlamento brit¨¢nico, ya que requer¨ªa un uso en rutas transatl¨¢nticas. Por este motivo, en los a?os siguientes construy¨® diferentes versiones que lograron mejorar el dise?o. Algunas modificaciones ten¨ªan que ver con los balances circulares, que no se ve¨ªan afectados por la acci¨®n de balanceo del mar, y as¨ª fue como sus siguientes modelos, H2 y H3, vieron la luz, aunque nunca alcanzaron el ¨¦xito del primero, por lo que alrededor de 1750 Harrison abandon¨® su ambicioso proyecto y comenz¨® a trabajar en un reloj marino m¨¢s peque?o.
Incorporando elementos de otros relojes construidos por Thomas Judge, John Harrison desarroll¨® un nuevo modelo avanzado y m¨¢s compacto de reloj marino, el H4. Aunque tard¨® otros seis a?os en construirse, Harrison pudo probar con ¨¦xito que al usar este reloj la longitud pod¨ªa medirse con mayor precisi¨®n a¨²n. En la primera prueba en una ruta a Jamaica realizada por su hijo, su reloj marino result¨® ser muy preciso, con solo 5,1 segundos de retraso, aunque el jurado del Parlamento brit¨¢nico sigui¨® sin concederle el perseguido premio econ¨®mico argumentando que el resultado podr¨ªa deberse a la buena suerte.
Harrison tuvo que hacer otras pruebas, y mientras tanto, surgi¨® un nuevo reloj, el H5. Una vez m¨¢s, result¨® ser preciso y m¨¢s manejable que los modelos anteriores, pero nuevamente el Parlamento se mostr¨® reacio a concederle el premio. Al final, con la ayuda del rey Jorge III y cuando ya hab¨ªa cumplido 80 a?os le otorgaron 8.750 libras en concepto de premio, pero el galard¨®n ¨ªntegro nunca fue otorgado a nadie.
El trabajo al que dedic¨® toda su vida John Harrison se vio completado despu¨¦s de a?os de arduo trabajo para mejorar el dise?o y sus buenos resultados permitieron que pronto se extendiera su uso. De hecho, el famoso capit¨¢n James Cook, por ejemplo, utiliz¨® una copia del H4, ya que a pesar de su alto coste, los relojes marinos demostraron ser muy ¨²tiles para una navegaci¨®n m¨¢s segura.
John Harrison muri¨® el 24 de marzo de 1776 a los 82 a?os y fue enterrado en Hampstead. Dedic¨® 31 a?os de su vida a la experimentaci¨®n para dar con el reloj adecuado que midiera con exactitud la longitud en el mar y revolucion¨® la navegaci¨®n naval gracias a su descubrimiento, permitiendo acelerar la considerada como Edad de los Descubrimientos y el Colonialismo.
El dispositivo de Harrison fue m¨¢s tarde mejorado por John Arnold, quien permiti¨® la producci¨®n de relojes m¨¢s econ¨®micos y generaliz¨® su uso en los barcos. En la actualidad, los H1, H2, H3 y H4 restaurados se exhiben en el Museo Mar¨ªtimo Nacional de Greenwich.
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