Paleodieta: ?lo primitivo es saludable?
Las pautas propuestas por esta dieta inventada no encajan con una alimentaci¨®n sana
Que una dieta est¨¦ de moda, o que haya numerosos libros que hablen de ella, no garantiza que dicha dieta sea recomendable. Es dif¨ªcil saber hasta qu¨¦ punto la denominada ¡°paleodieta¡± est¨¢ de moda, pero s¨ª sabemos que los libros que abordan este planteamiento diet¨¦tico son best sellers. Uno de ellos se titula?La dieta paleol¨ªtica. La paleodieta. Lo escribi¨® en 2002 Loren Cordain, un autodenominado experto en nutrici¨®n (se define como ¡°autoridad mundial en diet¨¦tica y nutrici¨®n¡±). Como una de las claves para detectar si un libro es desaconsejable es localizar graves errores en su interior, es preciso saber que en el libro de Cordain los errores son m¨¢s norma que excepci¨®n. As¨ª, no tardaremos en dar con afirmaciones tan descabelladas como estas: ¡°Te garantizo que te sentir¨¢s mejor inmediatamente¡± (p¨¢gina 50), ¡°Puedes perder 10-13,5 kg en un a?o tomando la misma cantidad de alimento que comes y sin hacer ning¨²n cambio en tus h¨¢bitos de ejercicio¡± (p¨¢gina 81), ¡°La paleodieta es una forma de comer para toda la vida que normaliza el peso de cualquier persona¡± (p¨¢gina 91) o ¡°Vas a descubrir que desaparecen tus problemas digestivos¡±.
La OMS advierte de que ¡°las dietas ricas en carnes rojas podr¨ªan ser responsables de 50.000 muertes por c¨¢ncer al a?o en todo el mundo¡±
Es peligroso garantizar mejoras milagrosas de salud, porque generar¨¢ frustraci¨®n y culpabilidad en muchos pacientes. Pero ante todo es enga?oso, por lo que podr¨ªa considerarse incluso ilegal, a juzgar por lo detallado en el texto ¡°Si le parece enga?oso, entonces le parece ilegal¡±, escrito en febrero de 2017 por Francisco Jos¨¦ Ojuelos, abogado experto en Derecho Alimentario. Es particularmente flagrante la promesa de p¨¦rdida de peso ¡°sin hacer ning¨²n cambio en tus h¨¢bitos de ejercicio¡±, m¨¢xime si tenemos en cuenta que Espa?a es uno de los pa¨ªses m¨¢s sedentarios de Europa. Lo cierto es que no existe ni una sola prueba en la literatura cient¨ªfica que permita dar credibilidad a las frases reci¨¦n citada. Por ello, resulta muy sensato ubicar el libro en la estanter¨ªa de pseudociencias, cerca de los libros de astrolog¨ªa, quiromancia u homeopat¨ªa.
Pero todav¨ªa no he explicado en qu¨¦ consiste la paleodieta. El tesauro de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos (MESH) la define as¨ª: ¡°Plan nutricional basado en la presunta dieta de los ancestros humanos preagr¨ªcolas. Consiste principalmente en carne, huevos, frutos secos, ra¨ªces, hortalizas y frutas frescas, y excluye los granos, las legumbres, los productos l¨¢cteos y los az¨²cares diet¨¦ticos refinados¡±.
La expresi¨®n ¡°presunta dieta¡± en la reci¨¦n citada definici¨®n es relevante, porque actualmente no se sabe con seguridad de qu¨¦ se alimentaba el hombre del Paleol¨ªtico. Juanjo C¨¢ceres, doctor en Historia, expuso en el texto El ¡®desconocido¡¯ consumo de vegetales en el Paleol¨ªtico que los fragmentarios conocimientos de los que disponemos sobre las dietas prehist¨®ricas ¡°est¨¢n utiliz¨¢ndose para sustentar propuestas como la llamada paleodieta, etiqueta bajo la cual se est¨¢n llenando p¨¢ginas y p¨¢ginas con recomendaciones diet¨¦ticas inadecuadas¡±. Por ello, nos invita a ¡°cuidarnos de los sesgos con que lanzamos una mirada hacia la Prehistoria, pues corremos el riesgo de que una perspectiva incompleta del pasado facilite la difusi¨®n de propuestas simplistas en el presente¡±. A?ade una consideraci¨®n important¨ªsima: ¡°Si no estamos seguros de cu¨¢l era su composici¨®n [de la alimentaci¨®n en el Paleol¨ªtico], es evidente que tampoco estamos en las condiciones id¨®neas para evaluar lo que nos conviene comer hoy en d¨ªa a partir de lo que suponemos que com¨ªan nuestros ancestros¡±.
La expresi¨®n ¡°presunta dieta¡± en la reci¨¦n citada definici¨®n es relevante, porque actualmente no se sabe con seguridad de qu¨¦ se alimentaba el hombre del Paleol¨ªtico
Retomemos ahora la definici¨®n que propone el MESH. Expone que esta dieta se basa en consumir huevos, frutos secos, ra¨ªces y hortalizas y frutas frescas, pero tambi¨¦n carne. En el libro de Loren Cordain se aconseja sin titubeos el consumo de ¡°carne roja (vacuno y cerdo)¡±, ¡°las asaduras y la carne de animales de caza¡± (p¨¢gina 122) y se llega a afirmar que ¡°el principal alimento de la paleodieta es la carne magra¡± (p¨¢gina 139). Es momento de recordar que la Organizaci¨®n Mundial de la Salud detall¨® en octubre de 2015 que ¡°las dietas ricas en carnes rojas podr¨ªan ser responsables de 50.000 muertes por c¨¢ncer al a?o en todo el mundo¡±. Dos a?os despu¨¦s, investigadores del Instituto Nacional del C¨¢ncer de Estados Unidos (National Cancer Institute) evaluaron el efecto del consumo de carnes rojas y procesadas en una cohorte de 536.969 personas. Su conclusi¨®n fue la siguiente: ¡°Los resultados muestran una asociaci¨®n entre el consumo de carnes rojas, tanto sin procesar como procesadas, y un mayor riesgo de mortalidad por todas las causas".
Fij¨¦monos tambi¨¦n en lo que excluye la dieta paleol¨ªtica: se aconseja eliminar los az¨²cares refinados, un consejo que, sin duda, generar¨¢ beneficios en la salud, pero tambi¨¦n se recomienda excluir los l¨¢cteos, las legumbres y los cereales. Empecemos por los cereales. Mientras que en el libro de Cordain leemos que ¡°es mejor dejar los cereales para los p¨¢jaros¡± (p¨¢gina 62), todas las entidades de referencia en nutrici¨®n aconsejan hoy consumir granos integrales con el objetivo de mejorar nuestra salud. Encontramos el motivo en trabajos como el metaan¨¢lisis de estudios prospectivos publicado en junio de 2016 por Geng Zong y colaboradores. La investigaci¨®n constat¨® que un mayor consumo de cereales integrales se relaciona con un menor riesgo de mortalidad y que ¡°los hallazgos fueron particularmente fuertes y s¨®lidos para la mortalidad por enfermedad cardiovascular¡±. Una investigaci¨®n similar, publicada en enero de 2018 por Zhang y colaboradores, ha llegado a la misma conclusi¨®n. Por tanto, la exclusi¨®n de los cereales propuesta por la paleodieta no solo no es beneficiosa, sino que, a escala poblacional, podemos considerarla arriesgada.
Tambien debemos considerar arriesgado excluir de la dieta de la poblaci¨®n las legumbres. En el documento titulado Legumbres y salud: las pruebas apuntan a 4 raciones a la semana (una rigurosa revisi¨®n publicada el 25 de enero de 2018 por parte de la Red de Nutrici¨®n Basada en la Evidencia #REDNuBE, @EvidNutrition) leemos que el consumo diario de legumbres puede prevenir la obesidad y se ha relacionado con un menor riesgo de padecer c¨¢ncer colorrectal y enfermedad isqu¨¦mica del coraz¨®n.
Aunque no parece arriesgado, tampoco tiene justificaci¨®n sanitaria excluir totalmente los l¨¢cteos de la alimentaci¨®n. La revisi¨®n sistem¨¢tica con metaan¨¢lisis publicada en 2015 por Larsson y colaboradores constat¨® que el consumo de leche no eleva el riesgo de mortalidad. El doctor Dariush Mozaffarian revis¨® a fondo el papel de los l¨¢cteos en la salud en 2016 y concluy¨® que ¡°ning¨²n estudio a largo plazo apoya posibles riesgos [atribuibles al consumo de l¨¢cteos]¡±.
La exclusi¨®n de los cereales propuesta por la paleodieta no solo no es beneficiosa, sino que, a escala poblacional, podemos considerarla arriesgada
?Hay estudios sobre la paleodieta? Los hay, pero de ninguna manera sustentan lo que proponen los libros centrados en esta propuesta o lo que prometen los falsos gur¨²s que la defienden. La pr¨¢ctica totalidad de tales estudios han consistido en seguimientos a corto plazo de grupos peque?os de individuos, lo que impide extrapolar sus resultados a la poblaci¨®n general. Uno de ellos, llevado a cabo en setenta mujeres con obesidad (media de edad, 60 a?os) constat¨® ciertos beneficios, pero la mayor¨ªa de ellos desaparecieron a los 24 meses de seguimiento. Adem¨¢s, la adherencia a la dieta, un factor determinante en el control de peso corporal, fue baja en el grupo de mujeres que sigui¨® la paleodieta. Un a?o despu¨¦s, la revista American Journal of Clinical Nutrition public¨® una revisi¨®n que parec¨ªa dar credibilidad a los defensores de la paleodieta. Sin embargo, en septiembre de 2016, los doctores Tanis y Carol J. Fenton evaluaron dicha revisi¨®n y justificaron que sus conclusiones no son m¨¢s que ¡°tergiversaciones¡± de la ciencia de la nutrici¨®n.
Ante la actual avalancha de estudios sobre nutrici¨®n y de propuestas diet¨¦ticas de todo tipo (como la macrobi¨®tica), vale la pena recordar estas palabras de la doctora Marion Nestle: ¡°Lo que realmente necesitamos son estudios bien dise?ados de patrones diet¨¦ticos. Los realizados hasta la fecha sugieren que las dietas basadas principalmente en alimentos de origen vegetal se relacionan con una excelente salud y longevidad¡±. Algo incompatible con darle un papel protagonista a la carne o con excluir granos integrales o legumbres, que es lo que defienden los?paleodietistas.
Un consejo final: huya de las dietas?con apellido.
Julio Basulto (@JulioBasulto_DN) es un Dietista-Nutricionista que intenta convencer al mundo de que comer mal no se compensa con una zanahoria. Tambi¨¦n imparte conferencias, ejerce como docente en varias instituciones acad¨¦micas, colabora con diferentes medios de comunicaci¨®n y es autor de numerosas publicaciones cient¨ªficas y divulgativas (www.juliobasulto.com).
NUTRIR CON CIENCIA es una secci¨®n sobre alimentaci¨®n basada en evidencias cient¨ªficas y en el conocimiento contrastado por especialistas. Comer es mucho m¨¢s que un placer y una necesidad: la dieta y los h¨¢bitos alimenticios son ahora mismo el factor de salud p¨²blica que m¨¢s puede ayudarnos a prevenir numerosas enfermedades, desde muchos tipos de c¨¢ncer hasta la diabetes. Un equipo de dietistas-nutricionistas nos ayudar¨¢ a conocer mejor la importancia de la alimentaci¨®n y a derribar, gracias a la ciencia, los mitos que nos llevan a comer mal.
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