A clase sin sujetador
La adolescente Lizzy Mart¨ªnez, obligada a ponerse tiritas en los pezones por no llevar la prenda interior, cuestiona el c¨®digo de vestimenta de su instituto
?Puede considerarse un acto de indisciplina que una estudiante no lleve sujetador debajo de una camiseta? El instituto Braden River, en Florida (Estados Unidos), considera que s¨ª. Su alumna Lizzy Mart¨ªnez, de 17 a?os, defiende que no. El lunes de la semana pasada la adolescente fue a clase con una camiseta de manga larga y sin sujetador.
La direcci¨®n le llam¨® la atenci¨®n e hizo que se pusiera tiritas sobre los pezones; la alumna dice que fue una ¡°humillaci¨®n¡± y que no hay raz¨®n para exigir a las chicas que usen esa prenda de ropa interior. Como protesta, Mart¨ªnez ha decidido no llevar sujetador hasta que los responsables del instituto se disculpen y dejen de imponer su uso a las alumnas.
La madre de la estudiante, Kari Knop, explicaba este 9 de abril a EL PA?S por tel¨¦fono desde Bradenton, la ciudad de 55.000 habitantes donde est¨¢ el instituto, que su hija est¨¢ ¡°en contra de la sexualizaci¨®n de la mujer¡± y no acepta que ¡°se le pida a las chicas llevar tapados los pezones y no a los chicos¡±. La madre apoya su postura e inform¨® de que, por ahora, su hija sigue yendo sin sujetador a clase.
En declaraciones al Bradenton Herald, Lizzy Mart¨ªnez dijo que el d¨ªa del conflicto se puso la camiseta sin sujetador por comodidad. En su casa, le ense?¨® al diario su camiseta gris, una prenda holgada, sobria. La jefa de estudios, sin embargo, la llam¨® a su oficina, le dijo que estaba distrayendo a otros estudiantes y le pidi¨® que ¡°ci?ese y contrajese sus pechos¡±, en palabras de Mart¨ªnez. La escena parece id¨®nea para ilustrar la conclusi¨®n del estudio del a?o pasado sobre g¨¦nero y roles Global Early Adolescent Study, elaborado por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud y la Universidad John Hopkins: ¡°Durante la adolescencia, el mundo se expande para los ni?os y se contrae para las ni?as¡±.
A Mart¨ªnez, la jefa de estudios primero le hizo ponerse otra camiseta por debajo de la de manga larga y le indic¨® que diese vueltas para ver si sus pechos ya estaban m¨¢s sujetos. La alumna dice que la superior no qued¨® satisfecha y la envi¨® a la enfermer¨ªa, donde le pusieron dos tiritas sobre cada pez¨®n. En ese momento, la estudiante se ech¨® a llorar y opt¨® por irse del instituto. Al d¨ªa siguiente le cont¨® a su madre lo de las tiritas.
I decided not to wear a bra today and got pulled out of class bc one of my teachers complained that it was a ¡°distraction to boys in my class.¡± My school basically told me that boys¡¯ education is far more important than mine and I should be ashamed of my body. @Manateeschools :)
— liz (@lizzymartineez) April 2, 2018
¡ª?Est¨¢s de broma!, respondi¨® Kari Knop a su hija.
La madre se reuni¨® con los responsables del instituto y con la enfermera. Dice que le sirvi¨® para expresar su ¡°frustraci¨®n¡±, pero no para recibir disculpas.
El departamento de Educaci¨®n de Manatee, el municipio de Bradenton, ha admitido que la situaci¨®n se debi¨® resolver de otra manera, pero juzga, como el instituto, que no llevar los pechos ce?idos puede distraer a otros alumnos y por tanto cabe considerar que no cumple con el c¨®digo de vestimenta escolar municipal. La normativa exige ¡°limpieza y pulcritud¡±, y marca a las alumnas, por ejemplo, l¨ªmites para lo cortas que pueden ser las faldas ¡ªhasta donde lleguen las puntas de los dedos con los brazos estirados hacia abajo, se precisa¡ª, pero no regula el uso de sujetador.
Lizzy Mart¨ªnez ha expuesto su caso a la prensa y ha protestado en su cuenta de Twitter. ¡°Mi escuela, b¨¢sicamente, me transmiti¨® que la educaci¨®n de los chicos es mucho m¨¢s importante que la m¨ªa y que debo avergonzarme de mi cuerpo¡±, escribi¨® en uno. Y en otro, dirigido a la cuenta de Twitter de su instituto: ¡°Dejad de sexualizar mi cuerpo¡±. Posteriormente, la alumna fue bloqueada de la cuenta de la escuela.
*school has student put bandaids over her nipples because it is a ¡°distraction¡± then blocks them for calling them out on sexualizing her* :/ pic.twitter.com/x8dEDYjh2c
— liz (@lizzymartineez) April 3, 2018
La reivindicaci¨®n de Mart¨ªnez, personal y local, se inscribe en Estados Unidos en un contexto general de denuncia de la discriminaci¨®n de las mujeres y del acoso sexual. Cientos de miles de personas se manifestaron en Washington el 21 de enero de 2017 por los derechos de las mujeres, un d¨ªa despu¨¦s de la toma de posesi¨®n como presidente de Donald Trump, con un grotesco historial de machismo. El 2017 fue tambi¨¦n el a?o del movimiento #MeToo, el clamor p¨²blico contra el acoso que se desencaden¨® tras la revelaci¨®n de m¨²ltiples denuncias contra el productor de cine Harvey Weinstein. El marcado componente femenino del nuevo activismo social estadounidense se ha visto plasmado tambi¨¦n este a?o en el mayor movimiento civil en lo que va de a?o, el #NeverAgain contra las armas, que tiene como rostro y voz principal a una estudiante de 18 a?os, Emma Gonz¨¢lez.
Ahora, una estudiante inconforme reta a su escuela a esgrimir argumentos para sostener la prohibici¨®n de no usar sujetador y cuestiona que haya normas distintas para los cuerpos de las chicas y los de los chicos, en este caso para sus pezones. La alumna sigue la estela de una reivindicaci¨®n que viene de lejos; la misma que en los a?os ochenta, por ejemplo, la artista estadounidense Barbara Kruger sintetiz¨® en un lema apropiado para el episodio de Lizzy Mart¨ªnez: "Your body is a battleground" ("tu cuerpo es un campo de batalla").
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