El sistema circulatorio del planeta se debilita
Las corrientes marinas del Atl¨¢ntico que afectan al clima mundial se han frenado en el ¨²ltimo siglo
El principal sistema de corrientes oce¨¢nicas se est¨¢ frenando. Dos grupos diferentes de investigadores, usando m¨¦todos distintos, han comprobado que el mecanismo que transporta las c¨¢lidas aguas del Caribe hacia el norte y las fr¨ªas polares al sur lleva d¨¦cadas fallando. Aunque no coinciden en cu¨¢ndo empezaron los problemas ni en la causa ¨²ltima de los fallos, s¨ª lo hacen en sus posibles consecuencias y no son buenas. Estas masas de agua son el verdadero sistema circulatorio del planeta, repartiendo calor, nutrientes y gases.
Ni las mareas ni el viento son los principales animadores del mar. El influjo de las primeras no va m¨¢s all¨¢ de la l¨ªnea de costa y, por muy huracanado que sea el segundo, su soplo no se siente por debajo de los primeros 100 metros de profundidad. Lo que de verdad mueve el agua de mares y oc¨¦anos en forma de corrientes es algo tan b¨¢sico como que lo que pesa m¨¢s se hunde y lo que pesa menos tiende a quedarse arriba, los gradientes de densidad.
En el oc¨¦ano Atl¨¢ntico, la corriente del Golfo es una inmensa masa de aguas c¨¢lidas, es decir, menos densas y pesadas, que viajan hasta el norte desde el Caribe, perdiendo calor en el trasiego, lo que atempera el clima de Europa Occidental. Mientras, en sentido inverso, las aguas fr¨ªas de mares como el de Labrador, el de Barents o el de Groenlandia a¨²n se hacen m¨¢s densas y pesadas con el aporte de la sal expulsada por el avance del hielo ¨¢rtico. Se hunden formando la llamada masa de agua profunda del Atl¨¢ntico Norte, que se desplaza hacia el sur. Aunque el sistema es m¨¢s complejo, estos elementos son las arterias principales de la circulaci¨®n meridional de retorno del Atl¨¢ntico (AMOC, por sus siglas en ingl¨¦s). Este es el motor que est¨¢ fallando.
La reducci¨®n del flujo equivaldr¨ªa a 2,5 veces el agua que descargan todos los r¨ªos del planeta
"La AMOC se ha debilitado en los ¨²ltimos 150 a?os hasta niveles nunca registrados en m¨¢s de un milenio", dice el climat¨®logo y col¨ªder del grupo de predicci¨®n clim¨¢tica del Barcelona Supercomputing Center, Pablo Ortega, coautor de uno de los estudios. El flujo se habr¨ªa reducido, seg¨²n estiman, entre un 15% y un 20%. En t¨¦rminos absolutos, el caudal habr¨ªa disminuido en unos tres millones de metros c¨²bicos por segundo. Para hacerse una idea, todos los r¨ªos del mundo descargan unos 1,2 millones de metros c¨²bicos por segundo. "La disminuci¨®n fue muy r¨¢pida y sigue bajando, aunque a un menor ritmo", a?ade Ortega, que particip¨® en esta investigaci¨®n cuando investigaba la AMOC en el departamento de meteorolog¨ªa de la Universidad de Reading (Reino Unido).
Los flujos de las corrientes oce¨¢nicas no empezaron a ser medidos de forma sistem¨¢tica hasta este siglo, as¨ª que, para determinar su caudal en el pasado hay que recurrir a mediciones indirectas. En esta investigaci¨®n, publicada en la revista Nature, los cient¨ªficos analizaron el tama?o del grano de los sedimentos del lecho marino: cuanto m¨¢s grande, m¨¢s fuertes debieron ser las corrientes en ese momento para arrastrar los m¨¢s finos. Otros datos indirectos fueron los registros de temperaturas del agua.
"Nuestro estudio ofrece el primer an¨¢lisis exhaustivo del registro de sedimentos oce¨¢nicos, demostrando que este debilitamiento de la AMOC se inici¨® poco despu¨¦s del fin de la Peque?a Edad de Hielo", dice en una nota la investigadora de la Instituci¨®n Oceanogr¨¢fica Woods Hole (EE UU) y coautora del trabajo, Delia Oppo. Esta mini glaciaci¨®n se inici¨® en el siglo XV y se mantuvo hasta el XIX. Lo que los investigadores creen que pas¨® entonces es que el calentamiento provoc¨® el deshielo de grandes capas de la regi¨®n ¨¢rtica. Tanta agua dulce alter¨® el mecanismo de la AMOC haciendo de tap¨®n: al diluir el agua del mar redujo su densidad, frenando su hundimiento, lo que debi¨® de ralentizar la llegada de las aguas c¨¢lidas del sur.
El deshielo es tambi¨¦n el posible mecanismo causal apuntado por otro grupo de cient¨ªficos en su estudio propio sobre la evoluci¨®n de la AMOC, publicado igualmente en Nature. Como el trabajo anterior, aqu¨ª han encontrado una reducci¨®n del flujo de este sistema de corrientes de un 15%. Para obtener sus resultados, usaron modelos clim¨¢ticos y los registros disponibles de la temperatura de las aguas superficiales, de los que hay datos desde el siglo XIX, como indicador del trasiego del agua. Lo diferente es que este trabajo fija el inicio del debilitamiento en una fecha m¨¢s reciente, en torno al 1950 y culpa al cambio clim¨¢tico, no al fin de la Peque?a Edad de Hielo, del trastorno del sistema.
El debilitamiento del sistema de corrientes del Atl¨¢ntico llevar¨¢ m¨¢s fr¨ªo a Europa y calor a las regiones ecuatoriales
"Con el calentamiento global, el aumento de las lluvias as¨ª como el deshielo del hielo del ?rtico y la capa helada de Groenlandia diluyen las aguas del norte del Atl¨¢ntico, reduciendo su salinidad. El agua menos salina es menos densa y, por tanto, menos pesada, lo que dificulta su hundimiento a las profundidades", explica el investigador del Instituto de Geociencias de la Universidad Complutense y el CSIC, Alexander Robinson, coautor de este segundo trabajo.
Culpabilidades al margen, las consecuencias de este frenazo pueden ser muchas y pocas buenas. La AMOC es parte central de la circulaci¨®n global termohalina (del griego, calor y sal) que redistribuye el calor de las aguas del planeta. "Si nos situamos en el Atl¨¢ntico Norte, y la AMOC se debilita, tendr¨ªamos, por un lado menos agua caliente que va hacia el norte, lo que supondr¨ªa m¨¢s fr¨ªo en los pa¨ªses de Europa del norte", explica la investigadora del Instituto Franc¨¦s para el Aprovechamiento del Mar (Ifremer), la espa?ola Patricia Zunino, no relacionada con estos dos estudios. Ese calor que no viaja hasta al norte se quedar¨ªa en la zona ecuatorial, aumentando a¨²n m¨¢s las temperaturas de esta zona, lo que podr¨ªa elevar la frecuencia e intensidad de los huracanes.
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