¡®Batalla campal¡¯ en un parque de bolas infantil en Huelva
Varias madres iniciaron la pelea tir¨¢ndose de los pelos y pronto se vieron involucrados los maridos y algunos viandantes que intentaron separar a las dos familias
En un parque de bolas se supone que las batallas son de pelotas de colores; los gritos, de ni?os alborotados y las lesiones, de nimios percances dom¨¦sticos. Pero eso era antes de que un grupo de madres diera un triste y literal significado al nombre del establecimiento New Jungla, en Huelva, en la tarde de este pasado s¨¢bado. Lo que deb¨ªa ser una tarde de juegos infantiles y bingo para los mayores, termin¨® como una reyerta con heridos que precis¨® la intervenci¨®n de la polic¨ªa y de sanitarios. De momento, la polic¨ªa ya ha tomado declaraci¨®n seis de las implicadas, algunas han presentado denuncias cruzadas y el caso est¨¢ pendiente de ser remitido a los juzgados onubenses.
El origen de la trifulca es el m¨¢s intrascendente que se le puede conjeturar a un parque de bolas, pero ya forma parte del atestado de los agentes que tuvieron que acudir hasta el establecimiento para separar a las madres. La tarde transcurr¨ªa tranquila hasta que, en torno a las 19.30, la paz se quebr¨® entre los adultos por un insulto entre ni?os. Una de las madres reprendi¨® -¡°de forma educada¡±, seg¨²n declar¨® a la polic¨ªa- a un ni?o de unos 8 a?os por meterse con su hija, tambi¨¦n menor. A la madre de ese peque?o pareci¨® no gustarle las licencias que se tom¨® la otra progenitora y le pide explicaciones.
En menos de cinco minutos, los ¨¢nimos se caldean m¨¢s de la cuenta. Desafiantes, las dos madres empiezan a se?alarse, como reconoce Roc¨ªo Ramblado, due?a del local y con la que EL PA?S ha intentado ponerse en contacto sin ¨¦xito, al peri¨®dico local ¡®Diario de Huelva¡¯. Pasan al intercambio de insultos y, de ah¨ª, a las manos. Las familias de ambas se implican tambi¨¦n en la trifulca y se convierte en una peque?a batalla campal en el que las mujeres presentes llevan la voz cantante. Ante la algarab¨ªa y la llamada de socorro de la due?a, unos 30 transe¨²ntes y vecinos -seg¨²n estimaci¨®n de ¨¦sta- que pasaban por las inmediaciones de la calle Pascual Mart¨ªnez, donde se encuentra el establecimiento, intentan intervenir para zanjar la pelea.
Para ese entonces, ¡®New Jungla¡¯ ya se hab¨ªa convertido en ¡°una grav¨ªsima, enorme, bestial y horrible discusi¨®n entre dos familias que, lamentablemente, se les ha ido completamente de las manos¡±, tal y como Ramblado la ha descrito en un comunicado p¨²blico en su perfil profesional de Facebook. En el establecimiento, vasos y botellines de cristal vuelan por los aires, mientras que una de las presentes intenta refugiar a parte de los 13 ni?os que estaban en el local en ese momento en una zona alejada. ¡°Usaban sillas, mesa y vasos, entre otros, como armas de agresi¨®n¡±, relata la propietaria en su perfil.
¡°Jam¨¢s, jam¨¢s, en mis 32 a?os de vida he presenciado algo tan gordo, lamentable, bochornoso y paro de expresarme para seguir llorando. Pobres criaturas, todos los ni?os que han presenciado la pelea, los gritos, los insultos, las agresiones¡¡±, relata tambi¨¦n la propietaria en su misiva. Ante la escena de adultos enzarzados y ni?os asustados ante la actitud de sus padres, las propietarias decidieron activar el bot¨®n del p¨¢nico con el que cuenta el local y con el que se dio aviso a los agentes. Para cuando los polic¨ªas y los sanitarios llegan al lugar, se encuentran a las madres a¨²n enzarzadas, pero ¡°ya separ¨¢ndose¡±. Poco despu¨¦s, las propias familias causantes de lo ocurrido acaban pidiendo disculpas a la responsable del parque de bolas: ¡°Las dos partes no ten¨ªan palabras para pedirnos disculpas, ni cubos para guardar las l¨¢grimas, ?lagrimas de verg¨¹enza? No lo s¨¦¡±.
La reyerta se salda con partes de lesiones leves en seis personas, fruto de bofetones, agarradas de pelo y empujones. ¡°Son ara?azos, artritis en un dedo o en mu?ecas, cuestiones leves¡±, aseguran desde la Polic¨ªa Nacional. Entre los lesionados, se encuentra el hijo de una de las parejas implicadas y ¡°ni?os con ataques de ansiedad, asustados no, lo siguiente¡±, como puntualiza Ramblado. Adem¨¢s, el local ha sufrido diversos desperfectos como ¡°mesas rotas, patas sueltas, sillas reventadas¡±, seg¨²n
explica la due?a. De hecho, desde la comisar¨ªa de Huelva confirman que la propietaria es una de las que ya ha interpuesto una denuncia tras lo ocurrido.
Los agentes ya han tomado declaraci¨®n a seis de los adultos implicados que ha conseguido identificar. Algunos de ellos, en un n¨²mero que la polic¨ªa no ha sabido precisar, ya han presentado denuncias cruzadas por las agresiones. El caso ya est¨¢ pendiente de ser remitido a los juzgados onubenses y ahora los padres se enfrentan a posibles delitos leves de lesiones y de da?os. Ahora, mientras la reyerta inicia ya su camino judicial Ramblado no niega su tristeza por lo ocurrido. ¡°?Se buscan valientes que apoyen y defiendan al d¨¦bil! No a padres que ense?en con que objeto, mueble, mano se pega mejor. Nuestros hijos son el futuro, no da?emos su infancia¡±, ha remachado en su comunicado p¨²blico en redes sociales.
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