Jos¨¦ Efra¨ªn R¨ªos Montt, el dictador m¨¢s cruel de Guatemala, ha muerto a los 91 a?os de edad. Los escasos meses en que presidi¨® el pa¨ªs, organizaciones de derechos humanos estiman que m¨¢s 10,000 personas fueron asesinadas. Durante los primeros ocho meses de su mandato, se registraron 10 masacres cada mes. M¨¢s de 400 comunidades ind¨ªgenas fueron destruidas. R¨ªos Montt, como tantos otros dictadores latinoamericanos, aunque fue encontrado culpable, logr¨® anular el juicio. Las luchas por la afirmaci¨®n de la sentencia contin¨²an tanto en los tribunales nacionales como en la Corte Interamericana de Derechos Humanos. El pueblo guatemalteco, sin embargo, lo conden¨®.
El dictador m¨¢s notorio de Guatemala, el general retirado Jos¨¦ Efra¨ªn R¨ªos Montt, muri¨® a causa de un infarto a comienzos de abril. Ten¨ªa 91 a?os.
R¨ªos Montt tom¨® el poder a trav¨¦s de golpe de estado el 23 de marzo de 1982. Fue depuesto 17 meses despu¨¦s, el 7 de agosto de 1983, por un golpe de estado militar liderado por quien fuera su ministro de defensa, Osca Humberto Mej¨ªa V¨ªctores.
Durante los 36 a?os que dur¨® el conflicto armado en Guatemala, se experimentaron altos niveles de violencia. Aproximadamente 200,000 personas fueron asesinadas y 45,000 desaparecidas, miles de personas fueron desplazadas o exiliadas, junto a incontables v¨ªctimas de tortura y violencia sexual. De acuerdo con la Comisi¨®n de Esclarecimiento Hist¨®rico (CEH), R¨ªos Montt dio continuidad y expandi¨® la pol¨ªtica de tierra arrasada dise?ada e implementada por su antecesor Romeo Lucas Garc¨ªa (1978-1982). Establecidas presuntamente para destruir los movimientos insurgentes, tales pol¨ªticas represivas, sin embargo, fueron usadas sistem¨¢ticamente para destruir los movimientos sociales que incid¨ªan por un cambio y que desafiaban las dictaduras militares. Tal como indica la CEH:
Durante el per¨ªodo comprendido entre 1979 y 1985 la espiral de violencia sigui¨® aumentando hasta alcanzar niveles inimaginables. Los gobiernos de los generales Romeo Lucas Garc¨ªa y Efra¨ªn R¨ªos Montt concentraron sus esfuerzos en aniquilar al enemigo interno, limit¨¢ndose no s¨®lo a combatir a la guerrilla, sino atacando sistem¨¢ticamente al movimiento social y a la poblaci¨®n en las ¨¢reas de fuerte presencia guerrillera, principalmente poblaci¨®n maya.
Los escasos 17 meses en que R¨ªos Montt presidi¨® Guatemala fueron los m¨¢s brutales del conflicto. Organizaciones de derechos humanos estiman que 10,000 personas fueron asesinadas en los primeros tres meses de su gobierno. Durante los primeros ocho meses de su mandato, se registraron 10 masacres cada mes. M¨¢s de 400 comunidades ind¨ªgenas fueron destruidas. Seg¨²n la CEH, el 83% de las v¨ªctimas del conflicto armado interno eran ind¨ªgenas. La estrategia contrainsurgente implementada por R¨ªos Montt constituy¨® un acto de genocidio contra la poblaci¨®n ind¨ªgena en cinco regiones del pa¨ªs.
Los juicios de genocidio
Despu¨¦s de evadir la justicia durante d¨¦cadas, R¨ªos Montt fue sometido a en juicio oral y p¨²blico que dio inicio el 19 de marzo de 2013 y finaliz¨® con una sentencia condenatoria el 10 de mayo de 2013. Fue condenado a 80 a?os de prisi¨®n: 50 a?os por genocidio y 30 a?os por delitos contra los deberes de humanidad contra la poblaci¨®n Maya Ixil.
M¨¢s de 100 sobrevivientes y familiares de las v¨ªctimas testificaron en el juicio declarando sobre los horrores que sufrieron, incluyendo masacres, tortura, violaciones masivas y desplazamientos forzados. Aquellos que huyeron a las monta?as, narraron historias desgarradoras de sobrevivencia frente a la incasable persecuci¨®n y ataque militar. Muchos murieron de hambre, mientras otros, presionados por las condiciones extremas que enfrentaron en la monta?a, se entregaron y fueron reubicados en las infames ¡°aldeas modelo¡± o ¡°polos de Desarrollo¡± creados por el Ej¨¦rcito para controlar a la poblaci¨®n rural.
Diez d¨ªas despu¨¦s del veredicto, la Corte de Constitucionalidad suspendi¨® parcialmente el proceso bas¨¢ndose en un tecnicismo. La decisi¨®n dej¨® sin efecto la sentencia condenatoria. Es probable que varios factores externos influyeran en tal decisi¨®n, incluyendo la presi¨®n ejercida por el Comit¨¦ Organizados de Asociaciones Comerciales, Industriales y Finacieras, CACIF. R¨ªos Montt fue liberado de la prisi¨®n militar y puesto en arresto domiciliario. Su jefe de inteligencia, Mauricio Rodr¨ªguez S¨¢nchez, juzgado en el mismo proceso, tambi¨¦n fue puesto bajo arresto domiciliario. Organizaciones de derechos humanos nacionales e internacionales alegaron que la resoluci¨®n emitida por la Corte de Constitucionalidad era ilegal y deb¨ªa anularse.
Muchos murieron de hambre, mientras otros, presionados por las condiciones extremas que enfrentaron en la monta?a, se entregaron y fueron reubicados en las infames ¡°aldeas modelo¡± o ¡°polos de Desarrollo¡± creados por el Ej¨¦rcito para controlar a la poblaci¨®n rural.
El nuevo juicio contra ambos acusados, R¨ªos Montt y Rodr¨ªguez S¨¢nchez, fue reprogramado para enero de 2015, pero varios recursos interpuestos por los abogados de R¨ªos Montt retrasaron el inicio del proceso hasta marzo de 2016. Para ese entonces R¨ªos Montt hab¨ªa sido diagnosticado con demencia senil, obligando a los juzgadores a tomar medidas especiales: el juicio no ser¨ªa p¨²blico; R¨ªos Montt no estar¨ªa presente; e incluso, si fuese encontrado culpable, no cumplir¨ªa ninguna pena. Despu¨¦s de varias audiencias, ese nuevo proceso fue tambi¨¦n suspendido despu¨¦s que la corte determinara que Rodr¨ªguez S¨¢nchez ten¨ªa derecho a un juicio p¨²blico.
En octubre de 2017, el nuevo juicio comenz¨®. Sin embargo, el Tribunal tom¨® la decisi¨®n de realizar s¨®lo una audiencia a la semana. Los viernes por la ma?ana, en audiencias a puerta cerrada, se realizar¨ªa el juicio contra R¨ªos Montt y, por las tardes, el juicio oral y p¨²blico contra Rodr¨ªguez S¨¢nchez.
En 2017, un tribunal decidi¨® que R¨ªos Montt deb¨ªa enfrentar juicio por la masacre de las Dos Erres en 1982, donde 200 personas, entre ellas mujeres, ni?as, ni?os y ancianos fueron asesinadas.
La anulaci¨®n de la condena y las demoras para reinicar el juicio demuestran el poder que a¨²n tienen los ¨¦lites miltares en Guatemala. Ahora que R¨ªos Montt mur¨ªo, los casos penales en su contra han sido anulados. El juicio contra Rodr¨ªguez S¨¢nchez, sin embargo, contin¨²a.
Los sobrevivientes
Para los sobrevivientes del genocidio, la posibilidad de testificar sobre las atrocidades que sufrieron y poder confrontar en un tribunal a su torturador, tiene un significado que va m¨¢s all¨¢ de lo legal. ¡°Para nosotros, los pueblos ind¨ªgenas, la lucha por la justiciai tiene varios niveles¡±, nos comenta Edwin Canil, presidente de la Asociaci¨®n de Justicia y Reconciliaci¨®n, que representa a sobrevivientes de la violencia estatal en cinco regiones del pa¨ªs. Edwin es tambi¨¦n uno de los sobrivientes de las matanzas de R¨ªos Montt. ¡°La b¨²squeda de justicia legal es s¨®lo un aspecto de nuestra lucha - agrega. Tambi¨¦n estamos luchando para reescribir la historia de Guatemala y para visibilizar la violencia hist¨®rica que ha sido ejercida contra el pueblo ind¨ªgena¡±.
¡°R¨ªos Montt ha muerto¡±, sostiene Edwin Canil, ¡°pero a¨²n hay muchos otros que tienen responsabilidad por lo que sucedi¨®. Esperamos que el Ministrio P¨²blico avance con los juicios contra ellos¡±.
El legado de R¨ªos Montt
R¨ªos Montt ser¨¢ recordado como uno de los dictadores m¨¢s despiadados el siglo XX.
La sentencia condenatoria por genocidio, dictada en 2013, aunque anulada por la Corte de Constitucionalidad de Guatemala, sigue siendo un documento hist¨®rico de enorme relevancia. Sustentada con pruebas testimoniales, documentales, forenses y otras, demuestra que R¨ªos Montt fue responsable del genocidio contra el pueblo Maya Ixil. El dictador guatemalteco fue un hombre despiadado y cruel, que despleg¨® una legi¨®n de abogados para retrasar, obstaculizar y evadir la justicia, terminando su vida impune, en plena persecuci¨®n penal por genocidio y delitos de lesa humanidad.
Jo-Marie Burt es norteamericana. Profesora asociada de Ciencias Pol¨ªticas y Estudios Latinoamericanos de la Universidad George Mason. Es tambi¨¦n asesora principal de la Oficina de Washington para Am¨¦rica Latina (WOLA).
Paulo Estrada es guatemalteco y activista de derechos humanos.
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